Mario Pacheco, el ¨²ltimo y el primero
Querido Mario: En esta tarde gris como el vac¨ªo que deja en el alma tu ausencia, te escribo por si tienes un ratito, poder decirte cosas que llevo en la maleta de mi vida y quiero contarte desde aqu¨ª: fuiste el primero que apost¨® en mi carrera, inaudito c¨®mplice de tantos y diversos grand¨ªsimos m¨²sicos, tambi¨¦n has sido el ¨²ltimo en mi discograf¨ªa. Siento tu p¨¦rdida como un brazo desgajado.
No s¨¦ si fue destino o azar, pero sin ti mi vida musical hubiera sido tangencialmente otra, pues trabajar contigo era estar ante un firme y sabio criterio, un ojo-c¨¢mara extraordinario para ver m¨¢s all¨¢, una manera de comunicarse ¨²nica e irrepetible, sin mesas de despachar por medio, contabas con un don para el hallazgo, un riesgo sin miedo al v¨¦rtigo y una voluntad fuerte y valiente para sacar adelante proyectos de artistas distintos y especiales, a los que como a ti, no mueve ninguna m¨¢quina, discos, que de otra manera no hubieran visto la luz. Ahora que repaso este v¨ªdeo luminoso de nuestra colaboraci¨®n y amistad, recuerdo tantas pel¨ªculas en las que sales, siempre con tu clara inteligencia, tu clase y tu manera t¨ªmida y fuerte, clara y contundente de opinar, de sentir, de comprometerte con sinceridad, sabidur¨ªa y cercan¨ªa. Qu¨¦ gusto ir contigo a cualquier lado, qu¨¦ conocimiento y extranjerismo que da el saber y querer ir y venir...!
Fuiste para m¨ª una puerta que se abri¨®, una tarde de sol tenue de primavera frente a una ventana del Caf¨¦ Gij¨®n, a una andaluza que ven¨ªa a abrirse camino a Madrid con la carpeta de sus canciones e ilusiones, su vocaci¨®n y entrega, para hacer una obra sin concesiones, con la fe, la ingenuidad y la voluntad f¨¦rrea de acometer empresas sin prejuicios buscando la belleza y la autenticidad que remueve los estratos. Esa era nuestra complicidad: esa mirada com¨²n hacia el arte. El m¨¢s coherente en la industria que he conocido y el ¨²ltimo que me ha editado, celebrando juntos el asentamiento de estos 25 a?os que he cumplido gracias a aquel apoyo y entendimiento y a tu, tantas veces comprobada por los artistas libres, intuitiva percepci¨®n. Me dedicaste tu cari?o, tu esfuerzo y pusiste todos los medios con que contabas para grabar mi trabajo. Tu ayuda en esos primeros a?os, y tu opini¨®n siempre que te he encontrado, fueron decisivos y marcaron una l¨ªnea de b¨²squeda e investigaci¨®n que me han acompa?ado hasta el d¨ªa de hoy en que te siento presente para siempre en mi biograf¨ªa y en la de tantos artistas que admiro y quiero. D¨¦jame seguir consult¨¢ndote desde las estrellas.
Creo firmemente que esta carta que hoy te escribo podr¨ªan suscribirla muchos de los artistas que han colaborado contigo, siempre nos hace falta alguien especial que nos entienda y pueda poner en marcha la realizaci¨®n de los proyectos.
Estamos pidiendo una calle con tu nombre, justa y necesaria para que la gente sepa qui¨¦n has sido y recupere el ejemplo de esa actitud hacia la m¨²sica que transforma y emociona, pero yo quiero pedir m¨¢s: creo que es imprescindible que se haga un programa de televisi¨®n. Un homenaje con opiniones tuyas, tus fant¨¢sticas fotos, pintores a los que diste a conocer y actuaciones de la gente a la que diste tanto cuartel, grandes maestros considerados hoy, y que as¨ª se viera claramente lo que se hac¨ªa en la m¨²sica que tu apoyabas y que ha abierto tantas fronteras, paralelamente en el tiempo, con otras corrientes comerciales medi¨¢ticas y ¨¢vidas de ¨¦xito material. Tu visi¨®n tan distinta y vanguardista, respetuosa con las ra¨ªces profundas, que hoy sin ir m¨¢s lejos, ha sumado y abierto caminos que tanto tienen que ver con el reconocimiento del flamenco a nivel mundial. ?Gracias siempre a ti y a Nuevos Medios, Querido Caballero, triunfador en el torneo de la Verdad Art¨ªstica!
Martirio es cantante.
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