Zapatero, s¨ª o no
El presidente del Gobierno no puede jugar a las adivinanzas en el decisivo reto de su relevo
Convertir en adivinanza un eventual relevo a la cabeza de una de las principales fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs, o del Gobierno, constituye una incomprensible ligereza. Mucho m¨¢s cuando quien lo hace es el inquilino de La Moncloa y secretario general del partido que encarna la opci¨®n mayoritaria en la izquierda espa?ola. Tras la ¨²ltima remodelaci¨®n del Gabinete, Zapatero se ha empleado en propagar unos rumores que, por otra parte, aseguraba querer desmentir. Porque los rumores inevitablemente se propagan cuando un jefe del Ejecutivo acosado por la crisis econ¨®mica y castigado por las encuestas responde con ambig¨¹edad, m¨¢s fr¨ªvola que calculada, a las preguntas sobre su continuidad, seg¨²n ha venido haciendo hasta ahora Zapatero.
Como presidente y como secretario general de los socialistas, Zapatero est¨¢ en su derecho de dejar paso a otros l¨ªderes de su partido si lo cree conveniente. Pero no de llevar a cabo su decisi¨®n como si fuera parte de un juego privado, no de una decisi¨®n trascendental que afecta a las instituciones, a la credibilidad del pa¨ªs ante las incertidumbres de la crisis y, tambi¨¦n, a los millones de ciudadanos que le dieron su voto. Su particular forma de Gobierno durante los a?os de bonanza no puede dejar paso a un desprecio de formas elementales en un sistema parlamentario cuando el clima se le ha vuelto adverso. Ni su entorno familiar ni su secreto confidente en el partido socialista est¨¢n ni m¨¢s ni menos preparados que la opini¨®n p¨²blica para conocer su decisi¨®n de continuar o retirarse. Los ciudadanos no son ni?os a los que hay que entretener con se?uelos y trampantojos, sino titulares de una soberan¨ªa pol¨ªtica cuya representaci¨®n han depositado en ¨¦l.
Si Zapatero ha decidido retirarse, hace tiempo que deber¨ªa haber trazado la estrategia de un relevo que no ser¨ªa sencillo. La impresi¨®n que transmite pretendiendo rodear de gratuito misterio sus palabras es que no dispone a¨²n de esa estrategia. A efectos de la lucha contra la crisis econ¨®mica, y de las propias expectativas electorales del partido socialista, la apertura de un proceso de primarias en las que Zapatero conservara la secretar¨ªa general, pero renunciara a ser cabeza de cartel en las pr¨®ximas elecciones, resultar¨ªa una operaci¨®n suicida. Tampoco minimizar¨ªa los previsibles costes pol¨ªticos el hecho de que cediera la jefatura del Ejecutivo a otro l¨ªder que deber¨ªa someterse a una incierta investidura parlamentaria. Y la celebraci¨®n de un congreso extraordinario detraer¨ªa una atenci¨®n imprescindible a la tarea de Gobierno.
El callej¨®n sin salida en el que podr¨ªa estar adentr¨¢ndose Zapatero se har¨ªa manifiesto si, como vaticinan las encuestas, el partido socialista sufriera un importante rev¨¦s en las pr¨®ximas elecciones municipales y auton¨®micas. En ese supuesto, lo que estar¨ªa en juego no ser¨ªa la continuidad de Zapatero o de su Gobierno, o de ambos a la vez, sino el futuro de la opci¨®n pol¨ªtica que encarna el partido socialista en Espa?a. La gravedad de la encrucijada no permite jugar a las adivinanzas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.