La defenestraci¨®n de Marcial Maciel

Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, so?aba con alzarse a los altares del catolicismo y ni siquiera estar¨¢ en los ¨¢lbumes de la organizaci¨®n que le hizo famoso. Es una orden del Vaticano, que se ejecuta estos d¨ªas en las universidades, seminarios o colegios que la congregaci¨®n posee en todo el mundo, tambi¨¦n en Espa?a. Entre las fotograf¨ªas que primero hay que borrar del mapa figura una en la que Maciel es abrazado por el papa Juan Pablo II. ?ste lleg¨® a se?alar al fundador legionario como un "modelo y gu¨ªa de la juventud".

Ha sido el todav¨ªa director general de los Legionarios, ?lvaro Corcuera, quien ha firmado el decreto por el que Maciel es defenestrado sin contemplaciones dos a?os despu¨¦s de su muerte, a los 88 a?os. Corcuera fue durante d¨¦cadas el m¨¢s estrecho colaborador del fundador. Sigue en el cargo, pese a que Roma cree impensable que ignorase la doble vida de Maciel. Adem¨¢s de notorio pederasta, con denuncias de incontables abusos a menores que estudiaban en centros de la congregaci¨®n, el sacerdote Maciel tuvo varios hijos con distintas mujeres.

La Legi¨®n exhibe hoy su vitalidad con la ordenaci¨®n en Roma de 61 sacerdotes

Ratzinger depurar¨¢ la suciedad sin tocar el poder¨ªo econ¨®mico legado por Maciel

Protegido por Juan Pablo II y admirado por cardenales de la Curia vaticana por su capacidad de movilizaci¨®n y porque les aportaba abundante dinero, el fundador legionario fue expulsado de Roma, camino de su M¨¦xico natal, nada m¨¢s tomar posesi¨®n del cargo el sucesor del papa polaco, con el nombre de Benedicto XVI. Fue el ¨²nico castigo que recibi¨® en vida el carism¨¢tico fundador.

El encargado del actual proceso de depuraci¨®n es el cardenal Velasio de Paolis, de 74 a?os, tambi¨¦n presidente de la Prefectura para los Asuntos Econ¨®micos de la Santa Sede. Esta doble funci¨®n indica que, adem¨¢s de eliminar el rastro de suciedad dejado por Maciel, el Papa quiere poner orden en el imperio econ¨®mico legionario y, sobre todo, conservarlo.

Ning¨²n cambio est¨¢ afectando hasta ahora a la vida diaria de la congregaci¨®n, donde en apariencia todo sigue como antes de la ca¨ªda a los infiernos del fundador. Una prueba es la ordenaci¨®n sacerdotal, hoy mismo, de 61 j¨®venes seminaristas de la Legi¨®n, siete de ellos espa?oles. La ceremonia, oficiada por el propio De Paolis, tendr¨¢ lugar en la bas¨ªlica de San Pablo Extramuros ante 3.000 personas, seg¨²n la organizaci¨®n.

Es en la vigilia de Navidad cuando los legionarios celebran -siempre en Roma- sus ordenaciones sacerdotales, numerosas y llamativas en un catolicismo sumido en muy grave crisis de vocaciones. Se trata de una nueva demostraci¨®n de dinamismo. Adem¨¢s, los nuevos sacerdotes pasar¨¢n la Navidad en Roma en espera de acudir el mi¨¦rcoles pr¨®ximo a una audiencia con el Papa para manifestarle su adhesi¨®n y recibir la bendici¨®n apost¨®lica. Esta demostraci¨®n de vitalidad parece descartar la disoluci¨®n del movimiento, que agrupa a decenas de miles de seguidores, entre ellos 800 sacerdotes. Sin embargo, De Paolis ha anunciado que "redefinir¨¢ el carisma y el sistema de autoridad dentro de la congregaci¨®n". Es probable incluso un cambio de nombre.

Entretanto, el comisario pontificio limpia la casa del rastro de Maciel prohibiendo a sus seguidores festejar las fechas de nacimiento, bautismo, onom¨¢stica y ordenaci¨®n sacerdotal del fundador. S¨®lo el aniversario de la muerte, el 30 de enero de 2008, ser¨¢ "d¨ªa dedicado a la oraci¨®n".

Por decreto, tambi¨¦n debe acabarse toda referencia p¨²blica al fundador, sobre todo quitando de los centros de la Legi¨®n y del movimiento laico Regnum Christi las fotograf¨ªas en las que "se encuentre solo o con el papa Juan Pablo II". Adem¨¢s, deben referirse a Maciel como "fundador de la Legi¨®n de Cristo y del Regnum Christi" o, simplemente, como "padre Maciel", no como "nuestro Padre", como se le llamaba hasta ahora.

Los escritos del fundador tampoco estar¨¢n a la venta en las editoriales o en los centros y obras de la congregaci¨®n. Pese a todo, se reconoce "la libertad personal" de aquellos que deseen conservar "de manera privada alguna fotograf¨ªa del fundador, leer sus escritos o escuchar sus conferencias".