La crisis de la democracia
Mientras el capitalismo de mercado sufre una crisis aguda, la democracia liberal contin¨²a padeciendo una crisis cr¨®nica, a la que no se le vislumbra ninguna salida. As¨ª lo diagnostican grandes autores como Guy Hermet (El invierno de la democracia, Los libros del lince, 2008) y otros ya comentados aqu¨ª como Castells (Comunicaci¨®n y poder, Alianza, 2009) o Rosanvallon (La legitimidad democr¨¢tica, Paid¨®s, 2010). Pero esta crisis democr¨¢tica es tan incurable que no s¨®lo contin¨²an apareciendo nuevos an¨¢lisis, como los que se van a comentar aqu¨ª, sino que adem¨¢s ya ha comenzado a preocupar a la ciudadan¨ªa en general, seg¨²n revela la encuesta llevada a cabo por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados del CSIC (en colaboraci¨®n con el CIS) bajo la direcci¨®n de Vargas-Machuca y P¨¦rez Yruela. Y no es extra?o que sea as¨ª, si tenemos en cuenta los casos de corrupci¨®n que afectan a todos los partidos (caso G¨¹rtel del PP, caso Palau de CiU, caso Pretoria del PSC) socavando la legitimidad de nuestra democracia. Una corrupci¨®n pol¨ªtica que adem¨¢s parece autorizar a la sociedad civil a corromperse tambi¨¦n, como revela el masivo dopaje deportivo (de la Operaci¨®n Puerto a la Operaci¨®n Galgo), recientemente descubierto por la brigada anticorrupci¨®n de la Guardia Civil.
Por supuesto, esta preocupaci¨®n no es exclusiva de Espa?a, pues afecta a todo Occidente. Y para advertirlo, nada mejor que el caso Wikileaks: las filtraciones digitales de los cables del Departamento de Estado en Washington. Sin duda alguna, las revelaciones sobre el doble lenguaje que utilizan nuestras autoridades (pol¨ªticamente correcto en p¨²blico, c¨ªnicamente maquiav¨¦lico en privado) no har¨¢ m¨¢s que redundar en el descr¨¦dito de la democracia, agravando la desconfianza de los ciudadanos hacia la clase pol¨ªtica. De modo que, a corto plazo, el caso Wikileaks no har¨¢ m¨¢s que profundizar la crisis de la democracia. Pero se da la paradoja de que la transparencia es la ¨²nica forma de superar a largo plazo la crisis de la democracia, pues s¨®lo a fuerza de revelaciones como las filtradas por Wikileaks se decidir¨¢ la ciudadan¨ªa a exigir una rectificaci¨®n a nuestras clases pol¨ªticas.
En esta l¨ªnea de cr¨ªtica a la democracia existente se sit¨²a el volumen preparado por Javier Bassas, donde la flor y nata del progresismo radical (con celebridades como Agamben, Zizek o Badiou) vierte sus denuncias sobre el callej¨®n sin salida en que se ha encerrado la democracia liberal. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando para que este s¨ªndrome resulte tan contagioso como patol¨®gico? Podr¨ªa decirse que hay dos formas de investigar las causas del mal democr¨¢tico: atribuirlo al sistema (las instituciones) o atribuirlo a la cultura (la educaci¨®n c¨ªvica).
El libro de S¨¢nchez Cuenca se sit¨²a en la primera perspectiva, pues recomienda reformar la ingenier¨ªa institucional para desarrollar el autogobierno en detrimento del control regulador (accountability). Una propuesta sorprendente por venir de un polit¨®logo de formaci¨®n anal¨ªtica, pues la mayor parte de la literatura especializada se sit¨²a precisamente en la perspectiva contraria: el mal de la democracia es el d¨¦ficit de accountability, es decir, el exceso de democracia plebiscitaria por el que opta este autor: una provocativa forma de justificar su apuesta por el derecho de autodeterminaci¨®n.
En cualquier caso, no podemos culpar a las instituciones en exclusiva del mal democr¨¢tico, pues alguna responsabilidad tendr¨¢n tambi¨¦n los dem¨®cratas que lo adquieren, lo transmiten o lo padecen. ?sta es la perspectiva ¨¦tica en que se sit¨²a el volumen compilado por Victoria Camps, en el que diversos autores espa?oles y un franc¨¦s (el gran Marcel Gauchet) investigan el habitus pr¨¢ctico (por decirlo a la manera del fallecido Bourdieu) entre c¨ªvico e incivil que adquieren y desarrollan los ciudadanos en nuestro espacio p¨²blico formalmente democr¨¢tico pero medi¨¢ticamente condicionado.
Finalmente, recomiendo con calor la lectura del ¨²ltimo libro hasta la fecha del imprescindible Emmanuel Todd. Este dem¨®grafo hist¨®rico (formado en el Grupo de Cambridge de Peter Laslett), pero a la vez soci¨®logo pol¨ªtico franc¨¦s (el primero en profetizar la doble ca¨ªda de los imperios sovi¨¦tico y estadounidense), se ha hecho c¨¦lebre por su modelo determinista familiar, que explica los cambios sociales e hist¨®ricos a partir de las relaciones entre padres, hijos y hermanos, que dan lugar a sistemas antropol¨®gicos universalistas o diferenciales y autoritarios o igualitarios. Y aqu¨ª aplica su modelo a la simult¨¢nea explicaci¨®n tanto de la crisis cr¨®nica de la democracia (resulta sangrante su devastador an¨¢lisis del "momento Sarkozy") como de la crisis aguda del capitalismo financiero (para cuya superaci¨®n reivindica provocativamente el proteccionismo europeo, frente al chino y al estadounidense). Todo ello a partir de un an¨¢lisis muy pesimista de la deriva actual del sistema educativo y la estructura de clases, que est¨¢ convirtiendo a la ciudadan¨ªa democr¨¢tica en profundamente insolidaria. Es la quiebra del igualitarismo universalista, que impone por doquier el cobarde reflejo del autista s¨¢lvese quien pueda.
Calidad de la democracia en Espa?a. Una auditor¨ªa ciudadana. Braulio G¨®mez Fortes, Irene Palacios Brihuega, Manuel P¨¦rez Yruela y Ram¨®n Vargas-Machuca. Ariel. Barcelona, 2010. 169 p¨¢ginas, 20 euros. Democracia en suspenso. Giorgio Agamben, Alain Badiou, Daniel Bensa?d, Wendy Brown, Jean-Luc Nancy, Jacques Ranci¨¨re, Kristin Ross y Slavoj Zizek. Traducci¨®n de Tom¨¢s Fern¨¢ndez A¨²z y Beatriz Eguibar. Presentaci¨®n y revisi¨®n de Javier Bassas Vila. Casus Belli. Madrid, 2010. 223 p¨¢ginas, 16 euros. Democracia sin ciudadanos. La construcci¨®n de la ciudadan¨ªa en las democracias liberales. Victoria Camps (editora). Trotta. Madrid, 2010. 198 p¨¢ginas, 14 euros. M¨¢s democracia, menos liberalismo. Ignacio S¨¢nchez-Cuenca. Katz. Madrid, 2010. 203 p¨¢ginas, 15,50 euros. Despu¨¦s de la democracia. Emmanuel Todd. Traducci¨®n de Marisa P¨¦rez Colina. Akal. Madrid, 2010. 223 p¨¢ginas, 18 euros.
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