Washington tard¨® siete meses en destapar un ataque israel¨ª a Siria
EE UU solo inform¨® a sus aliados del bombardeo de una planta at¨®mica secreta en el desierto para que Damasco permitiera la inspecci¨®pn nuclear de la ONU
La diplomacia estadounidense tard¨® m¨¢s de siete meses en informar abiertamente a sus aliados de uno de los incidentes armados m¨¢s graves de la ¨²ltima d¨¦cada. La destrucci¨®n en un bombardeo a¨¦reo israel¨ª de una planta nuclear secreta en el desierto del este de Siria pudo haber sido el detonante de una nueva guerra en Oriente Pr¨®ximo en septiembre de 2007. Aparentemente, el silencio y la contenci¨®n de las partes evitaron el estallido de un conflicto.
Pero la entonces secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, decidi¨® destapar el ataque en abril de 2008, para forzar al r¨¦gimen del presidente Bachar el Asad a aceptar la presencia en su territorio de los inspectores del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) de la ONU. Al airear los hechos, Rice intentaba tambi¨¦n sentar las bases para alejar a Siria de la ¨®rbita de Corea del Norte, que hab¨ªa suministrado supuestamente la tecnolog¨ªa para la transformaci¨®n del uranio en plutonio, material clave en la construcci¨®n de armas at¨®micas.
Damasco y Tel Aviv hab¨ªan preferido echar tierra sobre la incursi¨®n a¨¦rea
"Debemos impedir la proliferaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva"
En la etapa final de la Administraci¨®n del presidente George W. Bush, la secretaria de Estado Rice da la orden a todas la embajadas de informar a los Gobiernos aliados sobre los pormenores del ataque. EE UU confirma as¨ª que "el 6 de septiembre de 2007 Israel destruy¨® un reactor nuclear en Siria que estaba siendo construido de forma clandestina, presuntamente con ayuda de Corea del Norte. La planta se hallaba en Al Kibar, en una regi¨®n des¨¦rtica del este de Siria", seg¨²n el despacho diplom¨¢tico.
Ni Siria, que se refer¨ªa hasta entonces a una incursi¨®n fallida de la aviaci¨®n israel¨ª en su espacio a¨¦reo, ni Israel, que se limit¨® a negar la existencia del incidente, hab¨ªan llegado tan lejos y hab¨ªan preferido echar tierra sobre lo ocurrido.
En v¨ªsperas de que el caso de Al Kibar llegue a manos del organismo de control nuclear de la ONU en Viena, el cable diplom¨¢tico de EE UU insiste en denunciar que Siria "ha violado las condiciones exigidas por el TNP [Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear, suscrito por Damasco], y los acuerdos con el OIEA (...), ya que el reactor hab¨ªa sido dise?ado para la producci¨®n de plutonio dentro de un programa de armas at¨®micas". Washington destaca tambi¨¦n que "Siria ha completado los trabajos para desescombrar el lugar del ataque y destruir las pruebas existentes, y ha construido un nuevo edificio sobre el mismo lugar".
Condoleezza Rice instruye a todos los diplom¨¢ticos estadounidenses para que justifiquen que la informaci¨®n se ofrezca con m¨¢s de siete meses de retraso. "La hemos aplazado porque nuestra principal preocupaci¨®n ha sido evitar un conflicto". El ataque "amenazaba con desestabilizar la regi¨®n y [la planta] se encontraba a pocas semanas de entrar en funcionamiento: una operaci¨®n militar habr¨ªa sido mucho m¨¢s complicada con la presencia de material radiactivo".
Washington facilita en su informe los detalles b¨¢sicos de la operaci¨®n, que enmarca dentro del peligro de proliferaci¨®n nuclear en Oriente Pr¨®ximo. "La instalaci¨®n atacada por los israel¨ªes era un reactor nuclear del mismo tipo que el construido en Yongbyon, en Corea del Norte (...) y no estaba dise?ado para uso pac¨ªfico, sino para producir plutonio".
Siria asegur¨® entonces ante Naciones Unidas que la instalaci¨®n atacada por Israel en 2007 estaba destinada a la fabricaci¨®n de armas convencionales, y que los restos de uranio localizados por inspectores del OIEA podr¨ªan haber sido arrojados junto con las bombas de Israel.
"Las artima?as y mentiras sobre lo ocurrido tras el ataque israel¨ª", explica en poco diplom¨¢ticos t¨¦rminos el cable del Departamento de Estado, "prueban que hab¨ªa algo que ocultar, ya que las pruebas fueron destruidas".
Tras sostener que Israel actu¨® en defensa propia al lanzar un ataque m¨¢s all¨¢ de sus fronteras contra una planta nuclear que "amenazaba su existencia como pa¨ªs" -una pol¨ªtica habitual de la Administraci¨®n de Bush- , el Departamento de Estado advierte: "No podemos permitir que las armas m¨¢s peligrosas del mundo caigan en manos de los reg¨ªmenes m¨¢s peligrosos (...) y debemos impedir la proliferaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva".
Las mismas armas de destrucci¨®n masiva que el Ej¨¦rcito de EE UU no pudo hallar en Irak parec¨ªan estar ocultas al otro lado de la frontera siria. El informe emitido por los inspectores nucleares de la ONU un a?o despu¨¦s de que se difundiera el cable diplom¨¢tico sobre el ataque de Al Kibar, parece dar la raz¨®n a Rice: "Las caracter¨ªsticas del complejo (...) guardan una gran similitud con las de un reactor nuclear, una situaci¨®n que debe ser urgentemente investigada".
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