Los bolivianos se movilizan contra la subida del precio de los carburantes

El alza del precio de los combustibles decretada el domingo por el Gobierno de Evo Morales ha puesto en pie de guerra a sindicatos, empresarios, organizaciones vecinales y partidos de oposici¨®n. La medida ha elevado el precio de los principales carburantes entre un 57% y un 82%, y ha provocado ya la subida en cadena de los precios de los productos b¨¢sicos, golpeando las fr¨¢giles econom¨ªas familiares.

La poblaci¨®n ha condenado el "enga?o y la mentira" de las autoridades, que sorprendieron con el gasolinazo (el Gobierno prefiere el eufemismo de nivelaci¨®n) en pleno ambiente navide?o. La huelga decretada por los transportistas ha provocado la suspensi¨®n del servicio de autobuses interprovinciales y ha dejado varados a miles de pasajeros en las terminales en casi todo el pa¨ªs. Los maestros, los trabajadores de la alica¨ªda industria boliviana y las juntas de vecinos de las principales ciudades han expresado su indignaci¨®n por el "garrotazo" gubernamental y han anunciado movilizaciones nacionales. La poderosa Central Obrera Boliviana, cercana al Gobierno, se ha declarado "en estado de emergencia" para analizar las medidas que va a adoptar para exigir la suspensi¨®n del decreto.

El 'gasolinazo' ha provocado escasez de algunos productos b¨¢sicos

Por lo pronto, las tarifas de transporte urbano se han duplicado. Y la subida de los carburantes se est¨¢ reflejando adem¨¢s en el aumento de precios del pan y las carnes rojas y blancas, que empiezan a escasear. Ya se est¨¢n viendo tambi¨¦n largas filas de amas de casa en busca de arroz y az¨²car, que solamente se encuentran en las empresas estatales de alimentos.

El Gobierno justifica la liberalizaci¨®n de los precios y el fin de los subsidios como una medida necesaria para mantener el equilibrio de la econom¨ªa y acabar con el contrabando fronterizo. El precio del barril de petr¨®leo para el mercado interno se hab¨ªa congelado en 21 d¨®lares, mientras en el mercado internacional se cuadruplicaba esa cifra. Con una producci¨®n de hidrocarburos a la baja, Bolivia importa gasolina y di¨¦sel a precios de mercado y los entrega con subvenci¨®n al mercado interno. Parte de ese combustible vuelve a los mercados fronterizos, con altos r¨¦ditos para el comercio ilegal de carburantes, pese al control militar en las fronteras.

El vicepresidente, ?lvaro Garc¨ªa Linera, dijo que entre 2006 y 2010 la subvenci¨®n a los carburantes subi¨® de 120 millones a 380 millones de d¨®lares por a?o. "Creemos que el modelo de desarrollo necesita protecci¨®n, vamos a seguir creciendo, invirtiendo, pero no podemos seguir desangr¨¢ndonos", afirm¨®. Si bien reconocen la necesidad de actualizar los precios de los carburantes, los empresarios han calificado de inoportuno el decreto gubernamental, porque llega en un momento de escalada inflacionista y "crecimiento modesto". "Venimos alertando en los ¨²ltimos a?os que la gesti¨®n econ¨®mica era deficiente, sin pol¨ªticas claras de inversi¨®n ni en la producci¨®n. Han sido cinco a?os de mentiras en el manejo econ¨®mico del pa¨ªs", ha declarado Daniel S¨¢nchez, presidente de la patronal, que ha pedido a Evo Morales "di¨¢logo y concertaci¨®n".

La oposici¨®n pol¨ªtica ha criticado una subida que califican de excesiva. El izquierdista Movimiento sin Miedo, escisi¨®n del oficialismo, dijo que el alza es resultado de "la improvisaci¨®n" del Gobierno en el manejo de los hidrocarburos.