Un estilo para todos los p¨²blicos

Mucho ha cambiado la carrera de Fito Cabrales desde que visit¨® por primera vez la capital y no consigui¨® llenar La Riviera. Un panorama muy distinto fue el que se encontr¨® ayer en el Palacio de Deportes, donde el bilba¨ªno y su banda remataron la gira de presentaci¨®n de Antes de que cuente Diez ante 15.000 personas. El espect¨¢culo que ha llevado por toda Espa?a se bas¨® en su cancionero m¨¢s conocido, ese que ha arrasado en la radiof¨®rmula, al que a?adi¨® algunos momentos de rock vitalista y c¨¢lido. El patilludo cantante y guitarrista solo tiene que sonre¨ªr y saludar con su inseparable boina para que quede claro que aquello es una batalla ganada.

"Siempre me preguntan si Fito es tan majo como parece. Yo siempre digo que tanto o m¨¢s", explicaba hace unos meses su productor y compa?ero sobre el escenario, Carlos Raya, encargado de aportar el toque a?ejo de su guitarra. Tras un v¨ªdeo de presentaci¨®n, la banda alterna singles y temas nuevos, como Antes de que cuente diez, con bazas seguras como Soldadito marinero, Por la boca vive el pez, La casa por el tejado o la sorprendente Trozos de cristal. Desde que disolvi¨® su antigua banda, Platero y T¨², Fito se ha ido alejando de sus influencias m¨¢s urbanas a favor de cadencias m¨¢s tranquilas, pero se reserva algunas animadas declaraciones de principios para el final de sus actuaciones. Qu¨¦ necesario es el rock 'n' roll ("qu¨¦ prescindible el cuero", proclama la letra) anim¨® a que los que ven¨ªan buscando su lado m¨¢s potente. El riff de Viene y va, orgullosamente stoniano, ayuda a equilibrar la balanza.

Las pantallas y v¨ªdeos preparados para cada canci¨®n subrayan un espect¨¢culo bien medido y efectivo, que intent¨® llevarse a su terreno a una variopinta audiencia, entre la que se pod¨ªa ver seguidores de la faceta m¨¢s comercial del grupo, pero tambi¨¦n alg¨²n rockero insobornable y hasta familias al completo. "Le vimos hace poco, pero siempre que viene repetimos", explicaba un grupo de adolescentes, mientras apuraban un vaso de litro antes de entrar al recinto. Pero anoche no solo terminaba una gira, tambi¨¦n una carrera. Lichis, de La Cabra Mec¨¢nica, su telonero de lujo, finiquit¨® ayer su personal propuesta, a base de rumba, letras llenas de iron¨ªa y un punto canalla.