Unos buenos y otros manifiestamente mejorables
Los anhelos de cambio en Catalu?a son de tal magnitud que el estado de pecado consustancial al tripartito ha dejado paso al de gracia permanente para el nuevo Gobierno de Artur Mas. L¨®gicamente, el nuevo Ejecutivo tiene derecho a los 100 d¨ªas de rigor para ver por d¨®nde respira, pero v¨ªctimas del d¨ªa a d¨ªa, es inevitable no hacer un somero examen de conciencia y establecer odiosas comparaciones.
Uno de los rasgos del nuevo periodo es el retorno del presidencialismo, aparcado en los a?os en que ha estado al frente de la Generalitat Jos¨¦ Montilla, quien debe sentir sana envidia del dise?o de Mas. Presidencia vuelve a asumir lo que el tripartito hab¨ªa centrifugado hacia otras consejer¨ªas: retornan a la casa del padre el poder de decisi¨®n sobre los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, las relaciones exteriores, la voz ¨²nica del Gobierno y la supervisi¨®n de todas las subvenciones y las contrataciones. Por la v¨ªa de la redistribuci¨®n competencial, Mas tendr¨¢ el poder que su mentor y predecesor Jordi Pujol ten¨ªa y ejerc¨ªa de facto, sin apenas dejar margen de maniobra para los te¨®ricos titulares de la cartera en cuesti¨®n. En el a?o 2001, el profesor Jordi Matas entrevist¨® a 48 de los 55 consejeros que hab¨ªan formado parte de los Gobiernos de Pujol y uno de cada tres consideraba excesivo el protagonismo del presidente en su propio departamento.
El Gobierno, con la supresi¨®n de Medio Ambiente, va al rev¨¦s de Europa; Interior, en cambio, es reacio, como muchos en la UE, a las c¨¢maras en comisar¨ªas
Otras cosas tambi¨¦n parecen volver: ah¨ª est¨¢ la presidencia de las comisiones de traspasos, bilateral y asuntos econ¨®micos y fiscales para el l¨ªder democristiano Josep Antoni Duran Lleida. Durante el pujolismo ocup¨® este puesto Miquel Roca. Ni Duran ni Roca cuentan o contaron con cargos en el Gobierno catal¨¢n, aunque los dos eran o son hombres fuertes de CiU en el Congreso de los Diputados. Ser jefe de filas de CiU en Madrid es importante, pues supone la canalizaci¨®n del peix al cove, con beneficios de caja -pol¨ªtica, claro- para la federaci¨®n nacionalista y para el Gobierno. Vuelve la confusi¨®n de ventanillas, al igual que sucedi¨® con los Gobiernos de Pujol, que no se caracteriz¨® precisamente por su sutileza a la hora de marcar l¨ªmites entre el partido y el Gobierno. La pasi¨®n por la brocha gorda se impone sobre el gusto por el matiz.
Donde s¨ª cambian las cosas respecto al pujolismo es en Medio Ambiente. Al contrario que Pujol, Mas ha troceado la cartera en dos departamentos -Pol¨ªtica Territorial y Agricultura- lo que inquieta a las organizaciones ecologistas. El 90% de los pa¨ªses de Europa tienen ministerio espec¨ªfico y no ser¨ªa bueno que un Gobierno transversal y de centro derecha acabara en el desarrollismo y haciendo propia la consigna leninista de "electrificaci¨®n y soviets". Y si en Medio Ambiente vamos al rev¨¦s de Europa, en Interior vamos a ponernos a la hora de Europa o por lo menos de Espa?a. El consejero Felip Puig va a "revisar la utilidad" de las c¨¢maras en las comisar¨ªas de los Mossos. Ni la Guardia Civil ni el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa cuentan con estos instrumentos en sus dependencias. S¨ª lo tiene la Ertzaintza y fue, por cierto, el Partido Nacionalista Vasco el que tom¨® la decisi¨®n. Puig deber¨¢ ver la utilidad y, sobre todo, a qui¨¦n pretendemos parecernos.
Del programa electoral de CiU -corto en promesas por realista, aseguran- se mantiene la supresi¨®n del impuesto de sucesiones y, en cambio, cae la creaci¨®n de un departamento espec¨ªfico de Universidades. Los rectores que se sublevaron contra el republicano Josep Huguet y la secretar¨ªa de Universidades ahora ya no consideran necesario tener departamento propio.
Ahora todo ha cambiado. Un gran activo del nuevo Ejecutivo es, sin duda, la transversalidad. El fichaje de oro es Ferran Mascarell, un ex socialista con carnet, al que las calabazas y la indecisi¨®n de la direcci¨®n llevaron a la otra orilla, a un Gobierno de CiU. La actuaci¨®n de Mas ha sido inteligente. Mascarell es en Catalu?a, probablemente, quien m¨¢s conoce el funcionamiento de las industrias culturales. Al otro lado de esta inmensa transversalidad se encuentra Pilar Fern¨¢ndez Bozal, consejera de Justicia. En su anterior actividad como abogada del Estado, recurri¨® concienzudamente contra el refer¨¦ndum independentista de Arenys de Munt. Tambi¨¦n, aunque es menos conocida esta faceta, Fern¨¢ndez Bozal mantuvo una notoria falta de voluntad de coordinaci¨®n con las Administraciones para abordar conjuntamente el caso Palau. Hay, pues, consejeros muy buenos, otros buenos y otros manifiestamente mejorables. Hay promesas program¨¢ticas de obligado cumplimiento y otras de prescindible ejecuci¨®n. Y solo llevamos cinco d¨ªas de nuevo Gobierno. Veremos qu¨¦ sucede en los 95 siguientes.
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