Do?ana solo tiene agua para regar 9.000 hect¨¢reas

Agricultores, ayuntamientos y ecologistas est¨¢n pendientes de que la Junta de Andaluc¨ªa publique el plan de regad¨ªos de Do?ana, que busca poner orden en una zona de alto valor medioambiental en la que existe un descontrol en la agricultura y el uso del agua. Este plan, que se anunci¨® hace tres a?os y que ahora afronta su recta final, establece que s¨®lo hay disponible 35 hect¨®metros c¨²bicos de agua al a?o, uno menos de los necesarios para abastecer 9.000 hect¨¢reas de cultivos. Sin embargo, el Plan de Ordenaci¨®n Territorial de Do?ana identific¨® 10.034 hect¨¢reas de regad¨ªo intensivo en 2004 y los agricultores calculan que hay 13.852. El documento incluye como propuesta normativa que "no se permitan nuevas autorizaciones de aguas ni superficiales ni subterr¨¢neas para regad¨ªo en las explotaciones que no est¨¦n incluidas como suelos regables". Esta es la clave en una zona dependiente del cultivo de la fresa, principalmente, y que Europa sigue de cerca porque est¨¢ en juego el principal recurso de Do?ana: el agua.

El informe reconoce que las aguas pueden estar contaminadas

El objetivo general que se fija es "compatibilizar" la agricultura y el turismo con la protecci¨®n de Do?ana. En el plan se se?ala que el d¨¦ficit h¨ªdrico afecta a los ecosistemas de la zona y a las actividades productivas. En la zona existe "un balance h¨ªdrico negativo al ser mayor la necesidad de riego respecto a la disponibilidad del recurso subterr¨¢neo y superficial". Y tambi¨¦n se admite que "se desconoce el volumen real y exacto de las extracciones por la existencia de bombeos irregulares"; hay zonas concretas, como la cabecera de la Rocina, el norte de El Roc¨ªo y Matalagrana que exigen "actuaciones especiales"; es "posible que haya contaminaci¨®n en las aguas subterr¨¢neas debido a la actividad agr¨ªcola".

El plan establece un programa de actuaciones de emergencia para afrontar la situaci¨®n en un a?o, entre las que estar¨ªa la clausura de todas las captaciones subterr¨¢neas que abastecen a suelos que no sean regables, que no est¨¦n amparadas por un derecho de aguas o que no superen el proceso de regularizaci¨®n. Tambi¨¦n propone establecer sistemas de control, especialmente en las zonas sensibles y en el acu¨ªfero 27, del que se abastece Do?ana.