De la bronca pol¨ªtica al di¨¢logo

Los intercambios de electricidad entre el PP y el PSPV han sido la t¨®nica general durante la legislatura que expira en la pr¨®xima primavera. Las relaciones entre los dos principales partidos de las Cortes Valencianas han sido, sin duda, las m¨¢s agrias desde la recuperaci¨®n de las instituciones propias. El caso G¨¹rtel, en el que est¨¢ implicado el propio presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ha sido el detonante del embroncamiento entre ambos partidos, que han paseado su pulso del hemiciclo a los tribunales y viceversa. Pero ayer se abri¨® una brecha en estas relaciones tempestuosas.

Tras una decena de intentos sin ¨¦xito por parte del PSPV por abrir un di¨¢logo ante la extraordinaria crisis, agravada en la Comunidad Valenciana por el estallido de la burbuja inmobiliaria y la elevada deuda de la Generalitat, Camps acept¨® ayer iniciar contactos para tratar de consensuar reformas econ¨®micas y la modificaci¨®n del Estatut d'Autonomia con el fin de mejorar la financiaci¨®n auton¨®mica.

Mientras los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que afectan al PP sum¨ªan a la Generalitat en una crisis institucional sin precedentes y paralizaban la acci¨®n de gobierno, la cifra de desempleados ha ido creciendo hasta rebasar el medio mill¨®n y la deuda se disparaba al 16% del PIB regional, la m¨¢s alta de Espa?a.

En privado, los principales empresarios han manifestado su cabreo con ambas formaciones pol¨ªticas, ya que la situaci¨®n econ¨®mica exig¨ªa altitud de miras, unidad de acci¨®n y medidas adecuadas para hacer frente a la crisis. La presi¨®n de los empresarios ha sido determinante en el cambio de actitud de Camps, quien en su discurso de Fin de A?o apel¨® a la necesidad de recuperar la estabilidad y la normalidad que propici¨® la reforma del Estatut en 2006.

Apenas unos d¨ªas antes, Camps hab¨ªa recibido un varapalo p¨²blico por su gesti¨®n econ¨®mica del principal lobby empresarial valenciano, AVE. Francisco Pons, que hizo balance de su ¨²ltimo a?o de mandato, consider¨® "una absoluta falta de responsabilidad" que los pol¨ªticos no fueran "capaces de ponerse de acuerdo sobre cuestiones estrat¨¦gicas". "Solo se ponen de acuerdo en funci¨®n de sus intereses, nunca en funci¨®n de los del ciudadano", a?adi¨®.Las palabras de Pons, que recog¨ªan el malestar de los principales empresarios de la Comunidad Valenciana, hicieron mella en Camps. Alarte, que tambi¨¦n ha mantenido varias reuniones con los empresarios, aprovech¨® ayer para destacar que sus propuestas de saneamiento dr¨¢stico de la Generalitat y de reforma econ¨®mica tambi¨¦n son resultado de las aportaciones de las patronales y de los sindicatos.

Fuentes empresariales valoraron ayer como "muy positivo que los pol¨ªticos traten de alcanzar acuerdos" y negaron haber presionado, aunque admitieron que ha habido "mensajes constantes" en ese sentido. Seg¨²n advirtieron, la situaci¨®n econ¨®mica impone tomar "cuatro o cinco decisiones duras" que "exigen el consenso de los principales partidos". Los empresarios consideran que a cinco meses de las elecciones "apenas queda tiempo", pero se dar¨ªan por satisfechos si por lo menos se alcanzara un acuerdo para que estas "decisiones duras" no se convirtieran en caballo de batalla durante la campa?a electoral. Seg¨²n se?alaron, conf¨ªan en que las reuniones para sentar las bases del acuerdo se produzcan "de forma inmediata". Es decir, "en dos o tres d¨ªas". Al respecto, Alarte espera que la reuni¨®n con Camps pueda celebrarse "despu¨¦s de las fiestas", aunque no hay fecha l¨ªmite.

En la ¨²nica entrevista oficial que ha mantenido con Camps hasta ahora, en enero de 2009, Alarte present¨® un documento de 40 medidas contra la crisis que el presidente ningune¨®, aunque fuentes de la Presidencia aseguraron que "se las mirar¨ªan". Este encuentro fue un fracaso, un di¨¢logo de sordos en el que Alarte trat¨® de poner en primer plano la crisis econ¨®mica y Camps antepuso la financiaci¨®n auton¨®mica y la exigencia de los trasvases.

Dos a?os despu¨¦s, ambos dirigentes acordaron por tel¨¦fono, "en un tono correcto, institucional y positivo", iniciar contactos para "trabajar un documento de acuerdo". Alarte centr¨® el posible acuerdo en dos asuntos: la adopci¨®n urgente de medidas para afrontar la crisis y el impulso "al m¨¢s alto nivel pol¨ªtico" de la reforma del Estatut, que el PP llev¨® a las Cortes a finales de a?o para adecuar la financiaci¨®n al peso de la poblaci¨®n valenciana.

Seg¨²n explic¨® el dirigente socialista, a Camps "le pareci¨® bien" la propuesta, aunque pidi¨® que se re¨²nan primero los gabinetes de Presidencia y de la secretar¨ªa general del PSPV para elaborar un documento sobre el posible acuerdo, que luego ser¨ªa escenificado por ambos.

Pese a estar en la pendiente de la legislatura, el l¨ªder socialista consider¨® que "hay tiempo" para aprobar la modificaci¨®n del Estatut y para impulsar cambios legislativos "urgentes e inmediatos" para poner en marcha un programa de saneamiento, ya que ambos partidos conforman "una amplia mayor¨ªa parlamentaria".

La coordinadora y portavoz parlamentaria de EUPV, Marga Sanz, critic¨® el posible acuerdo entre Camps y Alarte como reflejo de un "bipartidismo excluyente" que conducir¨¢, en su opini¨®n, a otro "pacto de la verg¨¹enza", en referencia a la reforma del Estatut pactada en 2006. El PP valenciano guard¨® silencio sobre la iniciativa acordada por Camps y Alarte.