Cien a?os de aventuras y pasi¨®n

Tres hombres se sentaron a la mesa aquel enero de 1911 para concretar los detalles de una carrera que iba a convertirse en la prueba m¨¢s emblem¨¢tica del ciclismo catal¨¢n y del espa?ol durante muchos a?os. Miquel Artem¨¢n, Narciso Masferrer y Jaume Grau no pretend¨ªan llegar tan lejos. Su idea inicial fue poner en marcha la Volta a Catalunya para ayudar a que el deporte no fuera solo patrimonio de las ¨¦lites dominantes, sino que se convirtiera en un fen¨®meno popular. Siguieron el ejemplo del Tour, creado en 1903, y del Giro (1908), e impulsaron una carrera ciclista que se inici¨® en la plaza de Sarri¨¤ y cuya primera etapa concluy¨® en Tarragona, tras 97 kil¨®metros, con 34 inscritos.

"Mi bicicleta pesaba 11,5 kilos y ten¨ªa llantas de madera", cuenta Poblet

Hoy, aquella carrera cumple 100 a?os impregnados de aventuras y pasi¨®n, con todos los objetivos cumplidos. La Volta hizo popular el ciclismo y abri¨® las puertas internacionales a muchos corredores que sin aquel trampol¨ªn se hubieran embarrancado buscando f¨®rmulas para promocionarse. La leyenda de la Volta se forj¨® desde el mismo d¨ªa en que Sebasti¨¤ Masdeu se proclam¨® el primer campe¨®n el 22 de enero en el vel¨®dromo de Sants. Hab¨ªa corrido a una media de 23 kil¨®metros por hora, un promedio rid¨ªculo si se compara con el de 41,5 por hora que cuadr¨® Joaquim Rodr¨ªguez, Purito, en 2010.

Sin embargo, desde Masdeu, Mariano Ca?ardo -siete veces campe¨®n- y Miquel Poblet, hasta Jacques Anquetil, Felice Gimondi, Eddy Merckx, Luis Oca?a, Bernard Thevenet, Freddy Maertens, Francesco Moser, Johan van de Velde, Marino Lejarreta, Robert Millar, Miguel Indur¨¢in y Alejandro Valverde, todos han contribuido a consolidar la Volta. Todos los grandes ciclistas han escalado hasta Montserrat, han subido la Collada de Toses y han vivido la evoluci¨®n t¨¦cnica y las vicisitudes de este deporte.

"Mi primera aparici¨®n en la Volta fue en 1945", cuenta Miquel Poblet, de 82 a?os. "No corr¨ª, me sub¨ª al cami¨®n que recog¨ªa las maletas de los ciclistas de los hoteles y las llevaba al nuevo destino. Y como lleg¨¢bamos mucho antes que el pelot¨®n, corr¨ªa una preliminar en los vel¨®dromos con ciclistas locales". Poblet es quien m¨¢s etapas ha ganado en la Volta (33) y fue dos veces campe¨®n, en 1952 y 1960.

Poblet no vivi¨® la etapa de predominio de Mariano Ca?ardo, que se impuso por s¨¦ptima y ¨²ltima vez en 1939, cuando se reanud¨® la prueba despu¨¦s de dos a?os de par¨®n por la Guerra Civil. "Entonces todo era muy precario", reflexiona Poblet. "No hab¨ªa transporte hasta el hotel y muchas veces al concluir la carrera deb¨ªas desplazarte en bicicleta 20 kil¨®metros hasta el hotel".

Las bicicletas pesaban 11,5 kilos -ahora solo 6,7- y eran de acero, y los cambios ten¨ªan solo cuatro o cinco marchas. "Yo incluso llegu¨¦ a correr con llantas de madera", recuerda Poblet. Las ruedas iban con tubulares y el mal estado de las carreteras provocaba muchos pinchazos. "En una etapa hacia Andorra sufr¨ª tres o cuatro pinchazos. Y cada tubular me costaba unas 300 pesetas de la ¨¦poca. As¨ª que correr era m¨¢s una cuesti¨®n pasional que econ¨®mica". En una Volta a Catalunya un equipo puntero pod¨ªa obtener unas 120.000 pesetas en premios, que deb¨ªan repartirse. "Te sacabas 15.000 pesetas al final de la carrera. Y una bicicleta te costaba tambi¨¦n 15.000 pesetas. Ahora son de titanio y carbono, y cuestan m¨¢s de 6.000 euros".

Jos¨¦ P¨¦rez Franc¨¦s, el hombre que gan¨® la etapa de Barcelona del Tour en 1965, se apasiona hablando de la Volta. "Mis grandes rivales eran Anquetil, Poulidor, Gimondi, Merckx", explica. Pero recuerda especialmente la carrera de 1960, que pudo ganar, pero que al final se llev¨® Poblet. "Corrimos juntos en Ferrys", cuenta P¨¦rez Franc¨¦s, de 74 a?os. "En Lleida yo iba destacado y el director me hizo esperar a Poblet y a otros compa?eros del equipo para hacer una llegada apote¨®sica. Lo hice y, cuando ya levantaba los brazos, me pas¨®. Le dije que en Montju?c, en la ¨²ltima etapa, se la devolver¨ªa". Y as¨ª fue. Poblet esprint¨® para superar a P¨¦rez Franc¨¦s sin lograrlo, entr¨® segundo y choc¨® contra un c¨¢mara de No-Do. Pero gan¨® la carrera por segunda vez.

Ahora todo es distinto. Equipos y corredores son profesionales. "La carrera nos cuesta un mill¨®n de euros y debemos pagarnos la producci¨®n de televisi¨®n (300.000 euros). Los ciclistas viajan con todo pagado y los equipos reciben un fondo de 7.500 euros. Y no siempre vienen los mejores", explica Rub¨¨n Peris, director general de la Volta. "Organizar la carrera cada a?o es una heroicidad".