Gallard¨®n elude la responsabilidad sobre los niveles de contaminaci¨®n

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, se escud¨® ayer en la normativa europea para evitar valorar el estudio publicado por EL PA?S que se?ala que los altos niveles de part¨ªculas PM25 que generan los motores di¨¦sel de los autom¨®viles elevan la mortalidad en la ciudad. "Es un estudio de hace ocho a?os. En el mismo se recuerda que la capital cumple la normativa europea. El estudio carga contra la ley, a la que considera muy permisiva, pero ese es un debate que corresponde al legislador europeo". Gallard¨®n insisti¨® en que Madrid se adapta a lo que el legislador le exige desde Bruselas, pero no quiso polemizar sobre el asunto: "Yo no entro en el debate de si la normativa europea es anticuada o no, no tengo elementos de juicio. Bruselas tendr¨¢ sus t¨¦cnicos que le digan si esta es adecuada o no".

Tambi¨¦n se?al¨® que los Ayuntamientos no pueden establecer una ley alternativa al respecto, y, por si acaso, quiso dejar bien claro que cuando el estudio comenz¨® a realizarse, en 2003, ¨¦l todav¨ªa no hab¨ªa llegado al Consistorio. "Los datos a d¨ªa de hoy son radicalmente distintos", zanj¨® el regidor.

Es cierto que el Ayuntamiento de Madrid cumple con la legislaci¨®n. La normativa que regula la calidad del aire en Espa?a y el resto de pa¨ªses europeos es la directiva 2008/50. Los Gobiernos est¨¢n obligados a rebajar la concentraci¨®n media anual de part¨ªculas PM2,5 a 20 microgramos por metro c¨²bico en 2015. Hasta entonces, el m¨¢ximo que permite Europa es de 25 mg/m3.

Madrid lleva midiendo la concentraci¨®n de este tipo de part¨ªculas desde 2003. El a?o en que registr¨® un nivel medio m¨¢s alto fue 2004, con 20 microgramos. Desde entonces, las concentraciones han ido descendiendo hasta los 13 microgramos de 2009. Sin embargo, lo que Madrid no ha cumplido nunca es la recomendaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).El organismo internacional tiene establecido un nivel m¨¢ximo recomendado de 10 microgramos por metro c¨²bico de part¨ªculas PM2,5 de media anual. Considera que es "el nivel m¨¢s bajo con el cual se ha demostrado, con m¨¢s del 95% de confianza, que la mortalidad total, cardiopulmonar y por c¨¢ncer de pulm¨®n aumenta en respuesta a la exposici¨®n prolongada". Es decir, que a partir de esa concentraci¨®n las part¨ªculas empiezan a suponer un problema para la salud. La Uni¨®n Europea, en cambio, dobla el m¨¢ximo permitido, algo que muchos cient¨ªficos han criticado en los estudios que relacionan la contaminaci¨®n por PM

2,5 con la mortalidad.

Uno de los ¨²ltimos es el publicado en noviembre por m¨¦dicos e investigadores espa?oles en la revista Science of the Total Environment. Analizaron los datos de contaminaci¨®n en Madrid entre 2003 y 2005 y la mortalidad diaria en el mismo periodo causada por enfermedades circulatorias. Y descubrieron que se producen m¨¢s muertes por infartos, cardiopat¨ªas isqu¨¦micas e ictus despu¨¦s de picos de contaminaci¨®n por part¨ªculas. En esas fechas -las m¨¢s recientes para las que los autores pudieron reunir todos los datos- la concentraci¨®n de PM2,5

vari¨® entre los cinco microgramos y los 71, con una media de 19,16. Es decir, el doble de lo que recomienda la OMS, pero dentro de lo que permite la normativa europea.

Los autores del estudio aseguran que la directiva 2008/50 es "muy permisiva". Los niveles que fija son "simplemente inaceptables desde el punto de vista de la salud p¨²blica", a?ade. La propia norma europea, en su art¨ªculo 32, prev¨¦ revisar en 2013 los m¨¢ximos permitidos para las PM

2,5. Asegura que tendr¨¢ en cuenta, entre otras cosas, "la informaci¨®n cient¨ªfica m¨¢s reciente de la OMS y dem¨¢s organizaciones pertinentes". Julio D¨ªaz, el investigador principal del estudio, del Instituto de Salud Carlos III, asegura que hace tiempo que los cient¨ªficos han demostrado que esos m¨¢ximos est¨¢n equivocados. Las investigaciones publicadas coinciden con las recomendaciones de la OMS, asegura. "Desde luego, esos valores no son seguros para Madrid", a?ade. Su estudio, por ejemplo, muestra que a partir de concentraciones diarias de 25 microgramos (el m¨¢ximo diario que recomienda la OMS) las muertes se disparaban. La ciudad super¨® ese m¨¢ximo uno de cada cinco d¨ªas estudiados.

El parque automovil¨ªstico espa?ol est¨¢ compuesto en la actualidad por un 70% de coches con motores di¨¦sel y un 30% de gasolina (la presencia de h¨ªbridos es todav¨ªa m¨ªnima). No era as¨ª en los a?os ochenta y noventa, cuando la mayor¨ªa de los coches en Espa?a consum¨ªan gasolina. El cambio de tendencia hacia el di¨¦sel se produjo a partir del a?o 2.000. Muchos estudios del siglo pasado afirmaban que este tipo de motores era menos contaminante que los de gasolina, y hasta la ONU recomendaba utilizar este tipo de mec¨¢nicas. Una equivocaci¨®n que ahora estamos pagando en forma de part¨ªculas m¨¢s contaminantes en el aire de las ciudades.