"Hala, ficha a Ronaldo para que te friegue"
Rub¨¦n Soto, con 34 a?os, vestido de arriba abajo con un ch¨¢ndal negro del Real Madrid, era un puro alboroto. "Estoy muy nervioso", reconoc¨ªa con una cara que denotaba algo m¨¢s que nervios. "Me he levantado mal¨ªsimo, con fiebre, he pasado mala noche, no sab¨ªa qu¨¦ me iban a traer los Reyes si carb¨®n o qu¨¦. Y al final mira, acojonante lo que me ha tocado". Era mediod¨ªa y hab¨ªa logrado entre el bullicio acercarse hasta el quiosco que regenta con sus padres en el mercado de la calle de Emilio Ferrari.
Enseguida llegaron los colegas del premiado con 200.000 euros. "Hala, ficha a Ronaldo para que te friegue los platos", le dijo uno entre carcajadas. "?Qu¨¦ fuerte, t¨ªo!", resum¨ªa otro mientras le agarraba el cogote.
Ser¨ªan unos 10 amigos uniformados de ropa deportiva negra. Y entre todos le mantearon. "Oye, repetidlo otra vez que he llegado tarde", pidi¨® un fot¨®grafo entre la risotada general. Faltar¨ªa m¨¢s. Otro manteo que, entre los vasos de sidra y las caladas a varios cigarros que le pasaban los amigos, le iban dejando a Rub¨¦n cada vez m¨¢s p¨¢lido. "?Disfruta!", le anima una conocida que pasaba por ah¨ª. "Gracias, titi", le contesta el que ya es millonario. "Hoy me cuesta el divorcio", les dice a sus colegas.
La familia de Rub¨¦n es millonaria por partida triple. El padre, la madre y ¨¦l se hab¨ªan quedado con un d¨¦cimo cada uno de ese n¨²mero m¨¢gico acabado en 13. Total, 600.000 euros, 100 millones de pesetas como les gustaba traducir a varios.
"?Que qu¨¦ voy a hacer con tanto dinero?", preguntaba el hijo. "Lo primero sacar a mi madre del quiosco y dejar de madrugar. Despu¨¦s del verano le han robado tres o cuatro veces, ven¨ªan borrachos y le quitaban de todo".
Al padre no se le ve¨ªa por ning¨²n lado. Y la madre, discreta, jugaba al despiste. Acurrucada por el fr¨ªo entre revistas y chucher¨ªas al pie de las escaleras del mercado negaba que le hubiera tocado algo a ella, aunque admit¨ªa: "Algo me llevar¨¦ porque me lo merezco". De eso nadie en el barrio tiene dudas. "Hab¨¦is pasado una mala racha y nos alegra mucho que os haya tocado", celebraba Emilia, una vecina generosa.
El quiosco lo hab¨ªan puesto a la venta y no hab¨ªa manera. Quiz¨¢ ahora d¨¦ buena suerte.
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