Ciudad de la Cultura... y de los excesos

La de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela es la historia de un doble desfase, arquitect¨®nico y presupuestario. Las previsiones de la Xunta de Galicia, establecidas en 1999, con Fraga en el poder, consignaron un complejo cultural de 60.000 metros cuadrados, un coste de 108,2 millones de euros y 12 trimestres de obras. Once a?os m¨¢s tarde, la Ciudad de la Cultura, dise?ada por el arquitecto estadounidense Peter Eisenman, ocupa 148.000 metros cuadrados en las faldas del monte Gai¨¢s, ha consumido casi 400 millones de euros de los presupuestos auton¨®micos y ha generado interminables pol¨¦micas entre los partidos pol¨ªticos.

Los Pr¨ªncipes de Asturias viajan este martes a Galicia para oficiar la ceremonia inaugural de unas instalaciones inconclusas: en realidad, solo la Biblioteca de Galicia y el Archivo comenzar¨¢n a funcionar con regularidad. El museo de historia y patrimonio de la comunidad, un centro de artes esc¨¦nicas y el controvertido Centro de Arte Internacional deber¨¢n esperar.

Los Pr¨ªncipes de Asturias inaugurar¨¢n el martes la obra de Peter Eisenman

"La de Eisenman era una idea buen¨ªsima", hace memoria el arquitecto catal¨¢n Jos¨¦ Llinas Carmona, "pero sufri¨® muchas modificaciones con el tiempo". Llinas Carmona form¨® parte del jurado del concurso que en agosto de 1999 otorg¨® por mayor¨ªa absoluta a Eisenman, te¨®rico y ap¨®stol de la deconstrucci¨®n, la responsabilidad de levantar, seg¨²n exig¨ªa el plan sectorial redactado por el Gobierno aut¨®nomo, "un complejo edificatorio de uso predominantemente cultural" en una colina a las afueras de Santiago de Compostela.

De aquel tribunal, compuesto por prestigiosos profesionales y pensadores del hecho arquitect¨®nico, adem¨¢s de por cargos pol¨ªticos de la Xunta de Manuel Fraga, solo trascendi¨® el voto contrario del profesor de Austin Wilfried Wang. En la comisi¨®n parlamentaria creada despu¨¦s de que la coalici¨®n entre socialistas y nacionalistas del BNG asumiese el Gobierno, Wang lleg¨® a hablar del "miedo a Fraga" que sent¨ªa el jurado y que por ello escogieron el proyecto de Eisenman. "Solo hab¨ªa que comparar planos para darse cuenta de que era demasiado grande", declar¨® entonces.

Luis Fern¨¢ndez Galiano, tambi¨¦n en el grupo de expertos que tom¨® la decisi¨®n, recuerda las objeciones de Wang. "Fue el ¨²nico que advirti¨® que el coste de la obra podr¨ªa dispararse", se?ala, "a Wang le gustan las formas prism¨¢ticas, siempre m¨¢s baratas de construir que las formas redondeadas, es cierto... y tambi¨¦n es cierto que el proyecto se hipertrofi¨®", a?ade Galiano, "porque la propietaria, la Administraci¨®n, lo hizo crecer y fue aumentando elementos".

Pero el arquitecto con oficina en Madrid defiende la silueta curva, inspirada en una concha de vieira, que domina la l¨ªnea del cielo oriental de la capital gallega. "Era un proyecto topogr¨¢fico, que se adaptaba muy bien a la colina", considera. Y no olvida que a finales del siglo pasado la econom¨ªa occidental pod¨ªa permitirse financiar obras de semejante envergadura. El ejemplo del Guggenheim bilba¨ªno y sus efectos resultaba demasiado atractivo. A la construcci¨®n de la Ciudad de la Cultura hab¨ªa optado el star system de la arquitectura mundial: Rem Koolhas, Jean Nouvel, Ricardo Bofill o Dominique Perrault. "Era otro momento en el mundo", admite. Pero Fern¨¢ndez Galiano insiste en la necesidad de "grandes consensos pol¨ªticos para este tipo de obras" y cree que "dentro de 50 a?os se sentir¨¢n orgullosos de haberla construido".

Andr¨¦s Fern¨¢ndez Albalat, fundador del Colexio de Arquitectos de Galicia, represent¨® la cuota gallega en aquel tribunal. Y asegura que tambi¨¦n se opuso a refrendar los planes de Eisenman, pese a que ¨²nicamente se supo de la postura de Wilfried Wang. "La evoluci¨®n que sufri¨® la obra es una consecuencia directa del proyecto de Peter Eisenman; el presupuesto se ha disparado y eso no es de recibo en arquitectura", afirma.

La Ciudad de la Cultura, cuya direcci¨®n de obra corre a cargo del arquitecto Andr¨¦s Perea, cuanta, para 2011, con menos de 34 millones de euros. La Xunta de Galicia busca f¨®rmulas para que el capital privado ayude a sostener la infraestructura.