Batasuna cree que el anuncio de ETA preceder¨¢ a su registro como partido
La izquierda 'abertzale' realizar¨¢ el tr¨¢mite administrativo antes de fin de mes
Batasuna vaticin¨® antes de las fiestas navide?as que la manifestaci¨®n que ayer recorri¨® las calles de Bilbao a favor del acercamiento de los presos etarras se celebrar¨ªa en un escenario de paz, esto es, despu¨¦s de que la banda terrorista ETA anunciara en un comunicado su compromiso de avanzar hacia el final definitivo de la violencia. No ha sido as¨ª, y ayer lo recordaron, con iron¨ªa, pol¨ªticos vascos tan significativos como el presidente del PNV, ??igo Urkullu, y el portavoz del PSE en el Parlamento vasco, Jos¨¦ Antonio Pastor.
Sin embargo, el portavoz de Batasuna Txelui Moreno mantuvo ayer mismo, antes del acto, que el comunicado llegar¨¢, aunque no haya visto la luz en estas fechas, y apostill¨® que la inc¨®gnita es "lo que ponga" en ¨¦l.
ETA ha culminado su debate y la duda est¨¢ en el alcance del comunicado
Las exigencias de la sociedad vasca a la banda han crecido en el tiempo
Tambi¨¦n sostuvo Moreno que, antes de que acabe enero, la izquierda abertzale presentar¨¢ los estatutos de un nuevo partido en el Registro del Ministerio del Interior en el que, como Rufi Etxeberria avanz¨® en noviembre, se incluir¨¢ un claro rechazo de la violencia, y se cumplir¨¢n los requisitos de la Ley de Partidos. Es esa fecha, finales de enero, el l¨ªmite que Batasuna se fija para que ETA emita un comunicado de compromiso con el fin de la violencia que facilite su pretendido proceso de legalizaci¨®n, de forma que pueda competir en las elecciones municipales de mayo.
Los representantes de Batasuna basan esta convicci¨®n en la informaci¨®n de la que disponen de que ETA ya ha culminado su debate interno sobre la petici¨®n que ellos mismos le trasladaron hace semanas para que se pronunciara a favor de un alto el fuego permanente y verificable.
Pero sobre todo reclamaron que ese alto el fuego fuera unilateral, que no impusiera condiciones al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero para cesar la violencia, y que el compromiso quedara claro, sobre la base de la declaraci¨®n de Gernika que en septiembre Batasuna suscribi¨® con Eusko Alkartasuna y Aralar, partidos que le acompa?aron en la marcha de ayer en Bilbao.
Lo que se desconoce, como ayer subray¨® Moreno, es en qu¨¦ t¨¦rminos redactar¨¢ ETA el comunicado y, sobre todo, en qu¨¦ medida se explicitar¨¢ el compromiso de la banda con el fin de la violencia. Y esa inc¨®gnita es clave porque Batasuna sabe que ETA ha mantenido durante semanas un intenso debate sobre el alcance de su pretendido compromiso.
En ese debate no solo han participado quienes quedaron al frente tras la detenci¨®n de toda la c¨²pula que protagoniz¨® el proceso de paz de 2006, sino veteranos de la banda. Tambi¨¦n se ha extendido la consulta a exiliados hist¨®ricos de ETA, hoy alejados de la actividad terrorista. Esto explica el retraso en el pronunciamiento de ETA que, como Batasuna admite, maneja otros tiempos. O como dice Urkullu: "ETA tiene dificultades para cerrar un clclo sin sentido".
El grado de compromiso con el final de la violencia que refleje el comunicado ser¨¢ clave para conocer la relaci¨®n de fuerzas dentro de ETA y las posibilidades de que ese fin pueda ser una realidad en un plazo razonable o tan solo una quimera.
En todo caso, las crecientes exigencias en el tiempo de la sociedad vasca se han convertido en un factor clave en este proceso. A todos los partidos, incluida la ilegalizada Batasuna, hoy les parece insuficiente la reclamaci¨®n que los mediadores internacionales plantearon en marzo de un alto el fuego permanente y verificable. Ha sido superada por las exigencias de la sociedad vasca de un compromiso con un final definitivo, que han impuesto los propios partidos nacionalistas a Batasuna, y esta a ETA.
Todo lo que no sea ese compromiso de ETA ser¨¢ considerado insuficiente, y no solo por el Gobierno y el PP, sino tambi¨¦n por el PNV y los partidos soberanistas -como Aralar y Eusko Alkartasuna-, inquietos ante el ritmo lento de la banda cuando las exigencias sociales van tan deprisa.
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