Convenciones
Nunca un arranque de a?o ha sido tan intenso como el que se va a producir en Andaluc¨ªa en los dos primeros meses. Los grandes partidos, PSOE y PP, han fijado en este territorio su prioridad para un ejercicio que tiene en las elecciones municipales el compromiso m¨¢s importante.
La trascendencia de esta comunidad para configurar mayor¨ªas de gobierno en todo el pa¨ªs vaticina un choque de trenes que tendr¨¢ su m¨¢ximo exponente en la celebraci¨®n de sendas convenciones nacionales en las pr¨®ximas semanas en Sevilla. El PP, en enero; y el PSOE, en febrero. Tampoco es casual que ambas citas sean en la capital andaluza, un basti¨®n socialista que puede caer en manos populares seg¨²n apuntan las encuestas. Tambi¨¦n esos sondeos se?alan el cambio en la comunidad con un PP que acaricia el sue?o de la mayor¨ªa absoluta. Tal vez sea el declive del PSOE.
Pero para llegar hasta ah¨ª se habr¨¢n tenido que producir antes algunos acontecimientos. Y, quiz¨¢s, lo m¨¢s significativo sea que en el ¨¢mbito socialista comienzan a registrarse determinados movimientos que indican cierta rectificaci¨®n. El consabido cierre de filas ante las dificultades ha de traducirse en algo m¨¢s. Pasa por corregir errores y tratar de cerrar frentes.
Esa podr¨ªa ser la principal conclusi¨®n de la cumbre socialista del 5 de enero en la sede del PSOE regional, encabezada por Rubalcaba y Gri?¨¢n. Un encuentro que tiene vocaci¨®n de continuidad, ya que la idea es que se repita cada 15 d¨ªas, tal es el grado de preocupaci¨®n y de conjura, tambi¨¦n, para salir, todos juntos, del atolladero.
Y para empezar, y ser consecuentes, bien vendr¨ªa que se visualizaran cuanto antes medidas muy concretas, tanto por parte del Gobierno central como de la Junta. Iniciativas pol¨ªticas inmediatas que trasladen el mensaje claro de la apuesta que se hace por una regi¨®n necesitada de impulso. Iniciativas que insuflen alg¨²n tipo de esperanza ante las graves consecuencias de la crisis en esta tierra, con ese mill¨®n de parados que se cuentan en la actualidad.
El camino parece ya trazado al subrayar las pol¨ªticas sociales, en contraste, adem¨¢s, con lo que viene aplicando el PP all¨ª donde gobierna, un debate del que los socialistas suele salir airosos. Pero hace falta profundizar en el di¨¢logo social con patronal y, sobre todo, sindicatos. Una v¨ªa que parece que se ha dejado de lado ¨²ltimamente por parte de aquellos que se muestran tard¨ªamente seducidos por las formas de Obama -con la que ha ca¨ªdo en EE UU- y poco dados a arremangarse ante los problemas m¨¢s cotidianos e inc¨®modos que se dan en casa.
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