Con las gafas de un poeta

"M'agradaria encara, que alguna dona del meu poble isqu¨¦s / al carrer, inquirint: Qui s'ha mort? / I que li donin una breu noticia / ?s el fill del forner, que feia versos / M¨¦s cultament encara: El n¨¦t major / de Nadalet. Poseu-me les ulleres". El poeta valenciano Vicent Andr¨¦s Estell¨¦s (1924- 1993) planific¨® su entierro en este soneto. Quer¨ªa que le pusieran unas gafas por si ten¨ªa que rehacer su obra m¨¢s all¨¢ de la muerte y ped¨ªa que le recordaran como el hijo de una familia humilde de Burjassot. Por eso no es casual que Poseu-me les ulleres, un espect¨¢culo que aborda la vida y la obra del poeta, parta de su apego al pueblo y de su don febril para crear versos. Lo dirige Pep Tosar, se estren¨® en el teatro Micalet de Valencia el pasado marzo y ahora recalar¨¢ en el teatro Romea desde ma?ana y hasta el 23 de este mes.

La obra recrea el encuentro entre el creador y un periodista en un caf¨¦

El teatro valenciano donde se estren¨® sufri¨® pintadas y rotura de cristales

"Hac¨ªa tiempo que quer¨ªa realizar un proyecto sobre ¨¦l porque es el mejor poeta que ha dado Valencia desde Ausi¨¤s March", expone Tosar. Si el director mallorqu¨ªn no lo hab¨ªa hecho antes es porque quer¨ªa que lo interpretara una compa?¨ªa valenciana, para que retumbara por todo el teatro su mismo acento. En el escenario, una barra y una mesa recrean lo que pudo haber sido una tarde cualquiera en un caf¨¦ de Burjassot en el que Estell¨¦s (Enric Juezas) acude al encuentro de un periodista (Joan Peris) que le quiere entrevistar. Pero el poeta llega acompa?ado de un m¨²sico (Miquel Gil) en lo que podr¨ªa ser uno de los muchos atardeceres que pas¨® acompa?ado de Ovidi Montllor. Es as¨ª como, con ayuda de la camarera (Pilar Almeria), empieza a recordar las peripecias m¨¢s relevantes de su vida. Son las mismas que dej¨® plasmadas en tres de sus cinco libros autobiogr¨¢ficos, El tractat de les maduixes, La parra boja y Quadern de Bonaire. Durante la obra, tambi¨¦n se pasan videoproyecciones y entrevistas a sus hijos. "Pero la propuesta pretende llevar al espectador a un plano m¨¢s abstracto", puntualiza Tosar. Por eso, un tul blanco recorre de lado a lado el escenario; detr¨¢s de ¨¦l se distingue un escritorio con una bailarina envolvi¨¦ndolo. La sopresa es que la int¨¦rprete que realiza los movimientos sinuosos es Isabel Any¨®, nieta del mismo poeta.

Adem¨¢s, junto a los hechos biogr¨¢ficos tambi¨¦n se desgranan sus versos y su prosa m¨¢s esencial. "Els amants, La rosa de paper, M'aclame a tu o retazos de El mural del Pa¨ªs Valenci¨¤ son algunos de los textos que Gil dramatiza", explica el director. Sus temas, como escribi¨® el cr¨ªtico Joan Fuster en 1976, "tienen la desnuda elementalidad de la vida de cada d¨ªa: el hambre, el sexo, la muerte", sin artificios vacuos y enclavados en la m¨¢s humilde realidad.

"Lo mejor que hizo Estell¨¦s es que recurri¨® a la simplicidad para explicar las cosas m¨¢s complejas, como los grandes poetas, y sin utilizar nunca ni una sola palabra que se levantase del suelo", afirma Tosar. El amor y la alegr¨ªa de vivir son algunos de los motivos que le llevaron a empu?ar la pluma. Sin embargo, la muerte, que conoci¨® siendo ni?o, cuando a los 10 a?os palp¨® de primera mano los estragos impunes de la Guerra Civil, lo acompa?ar¨ªa siempre. Quiz¨¢ porque a?os despu¨¦s de la contienda deber¨ªa abrazar el coraz¨®n sin vida de su hija, fallecida a los pocos meses de nacer.

Pero en Poseu-me les ulleres tambi¨¦n se pone de relieve su apego a las tradiciones y sus concepciones nacionales. "Estell¨¦s fue un enemigo p¨²blico de la Administraci¨®n de Valencia y un amigo incondicional del pueblo, porque su idea de pa¨ªs, de cultura y de idioma era firme", afirma el director. Por eso vivi¨® con tristeza las campa?as contra el catal¨¢n impulsadas por Las Provincias, el peri¨®dico en el que trabaj¨®. Adem¨¢s, muchos de sus poemas solo se publicaron una vez muerto Franco y en Valencia a¨²n retumba el rechazo que sigue causando el literato de Burjassot entre sus paisanos m¨¢s retr¨®grados.

"Fui a visitar su tumba. La calle que desemboca en el cementerio lleva su nombre y me sorprend¨ª porque la placa aparec¨ªa tachada con insultos. Adem¨¢s, cuando estrenamos la obra rompieron cristales del teatro y aparecieron pintadas en la fachada, pero no las han quitado para que luzcan como un premio", dice Tosar. Quiz¨¢s es porque Estell¨¦s ya se avanz¨® a ellas: "Assumir¨¤s la veu d'un poble / i ser¨¤ la veu del teu poble /i ser¨¤s, per a sempre, poble, / i patir¨¤s, i esperar¨¤s".