Y Batasuna disput¨® con ETA
El proceso se gest¨® de manera diferente a los anteriores, ya que por primera vez la izquierda 'abertzale' logra que la banda no negocie nada antes con el Gobierno
Cuando el 18 de junio de 2007 ETA rompi¨® definitivamente su ¨²ltima tregua, el l¨ªder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi fue a parar a la c¨¢rcel. Desde la prisi¨®n de Martutene (San Sebasti¨¢n) contempl¨® en los meses siguientes c¨®mo se ven¨ªa abajo toda la estrategia que ETA hab¨ªa previsto, tras la ruptura de la tregua, con la sucesiva detenci¨®n de sus dirigentes principales -hasta cuatro de modo sucesivo- y la desarticulaci¨®n de sus aparatos organizativos.
Arnaldo Otegi inici¨® entonces una reflexi¨®n para construir una nueva estrategia para la ilegalizada izquierda abertzale, al margen de ETA, de cuyo seguidismo hab¨ªan sido v¨ªctimas tanto ¨¦l como su movimiento pol¨ªtico en el proceso de paz fallido de 2006, al que tanto tiempo, cinco a?os, y tantos esfuerzos hab¨ªa dedicado. Y que tanta frustraci¨®n hab¨ªa provocado, tambi¨¦n en el entorno del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Con el apoyo de las bases, Batasuna pidi¨® a ETA el fin de la violencia
El 27 de noviembre Etxeberria anunci¨® la creaci¨®n de un nuevo partido
Otegi inici¨® en 2007 desde la c¨¢rcel una nueva estrategia al margen de la banda
El primer paso importante fueron los actos de Venecia y Alsasua en 2009
As¨ª empez¨® a gestarse este nuevo proceso, muy diferente de los anteriores porque, por vez primera en su historia, la izquierda abertzale estaba tratando de imponerse sobre ETA. Y tambi¨¦n porque, por vez primera, este proceso no ha contado con una negociaci¨®n previa ni compromiso alguno con el Gobierno de Espa?a.
En esta reflexi¨®n le acompa?aron el ex dirigente de ETA Eugenio Etxebeste, Antxon, y el ex secretario general del sindicato radical LAB Rafael D¨ªez Usabiaga, que le visitaron con frecuencia en la prisi¨®n de Martutene, as¨ª como Rufi Etxeberria, tambi¨¦n encarcelado pocas semanas despu¨¦s que Otegi.
Cuando Otegi sali¨® de la c¨¢rcel, a fines de agosto de 2008, ya ten¨ªa preparado un nuevo discurso: la creaci¨®n de un polo soberanista para agrupar a todo el independentismo vasco; el avance a la soberan¨ªa por v¨ªas pac¨ªficas, de modo unilateral, esto es, sin negociaci¨®n previa de ETA y la izquierda abertzale con el Gobierno, al contrario de lo sucedido en procesos anteriores, tanto con Gobiernos socialistas como con Ejecutivos del PP.
Otegi busc¨® el apoyo del Sinn F¨¦in, casi el ¨²nico aliado internacional con el que contaba en ese momento, para lanzar su nuevo proyecto a la calle. En la presentaci¨®n del nuevo plan en una rueda de prensa en Bilbao, en enero de 2009, le acompa?¨® el diputado de dicha formaci¨®n irlandesa Alex Maskey. Y sigui¨® con un acto p¨²blico masivo, pocos d¨ªas despu¨¦s, en el Kursaal de San Sebasti¨¢n.
Pero ETA estaba en la estrategia opuesta. Acababa de culminar una consulta interna y hab¨ªa decidido impulsar la acci¨®n terrorista. La banda cometi¨® cuatro asesinatos en 2008 y tres m¨¢s en 2009, el ¨²ltimo el 30 de julio, con el que seg¨® la vida a los guardias civiles Carlos S¨¢enz de Tejada y Diego Salv¨¢, las ¨²ltimas v¨ªctimas mortales del terrorismo etarra. Al poco, en octubre, Otegi volv¨ªa a ingresar en la c¨¢rcel.
La entrada de Otegi en prisi¨®n coincide en el tiempo con la salida de Rufi Etxeberria, que permanec¨ªa encarcelado desde el oto?o de 2007. Etxeberria asume el liderazgo de la izquierda abertzale con la condici¨®n de sacarla de la complicidad con la violencia e introducirla en las v¨ªas pol¨ªticas. As¨ª se lo comunica a D¨ªez Usabiaga y a Eugenio Etxebeste, y estos asienten. Est¨¢n convencidos de que deben seguir hasta el final y de que, en esta ocasi¨®n, no pueden permitirse replegarse ante ETA, como s¨ª hab¨ªa sucedido en los procesos anteriores.
Etxeberria y D¨ªez Usabiaga entran en contacto, a trav¨¦s del Sinn F¨¦in, con el abogado sudafricano Brian Currin, mediador en los procesos de paz irland¨¦s y sudafricano, que ya les hab¨ªa asesorado en el proceso de paz de 2006. Currin les anima a realizar gestos p¨²blicos del abandono de la violencia para ganar credibilidad en la sociedad vasca y en sus propias filas, esc¨¦pticas tras el fracaso del proceso de paz anterior.
El primer paso importante lo dan el 14 de noviembre de 2009 con sendos actos simult¨¢neos en Venecia y Alsasua (Navarra). All¨ª presentaron el documento Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie), cuya principal novedad consist¨ªa en subrayar que "el proceso democr¨¢tico debe desarrollarse en ausencia total de violencia y sin injerencias".
Tras la declaraci¨®n de Alsasua y Venecia, la izquierda abertzale decide abrir un debate interno en sus bases para que estas decidan si aprueban la nueva estrategia, en la que aparece como aspecto clave la apuesta por un proceso "en ausencia total de violencia". Lo que est¨¢ detr¨¢s de todo es la apuesta de los dirigentes de la izquierda abertzale, por vez primera en su historia, por disputar la vanguardia del movimiento independentista vasco a ETA, pero sin romper dram¨¢ticamente con ella para evitar una escisi¨®n en el movimiento. Su estrategia pasa por dar pasos sucesivos que permitan ir sumando fuerzas, pero sin provocar deserciones.
El debate con las bases se inici¨® en noviembre de 2009 y culmin¨® en febrero de 2010. El sector duro de ETA ofreci¨® algunas resistencias, a trav¨¦s de miembros de Ekin que provocaron algunos incidentes en las asambleas, pero triunfaron en toda regla las tesis de Arnaldo Otegi y de Rufi Etxeberria, que recogieron el 80% de los apoyos de las asambleas de base de la izquierda abertzale.
Con ese aval en la mano, el apoyo de las bases, los dirigentes de la izquierda abertzale se sintieron en condiciones de exigir a ETA el abandono de la violencia. Rufi Etxeberria lo proclam¨® p¨²blicamente, en una entrevista en el diario Berriak, muy pr¨®ximo a ese mundo abertzale, donde afirm¨® que ETA estaba obligada a acatar lo decidido por las asambleas como parte del movimiento vasco de liberaci¨®n. Esta es otra de las novedades que diferencia este proceso de los anteriores.
Pero Etxeberria, Etxebeste y D¨ªez Usabiaga, siempre en contacto con Otegi, desde la c¨¢rcel, deciden escenificar su apuesta a favor de las v¨ªas pac¨ªficas a trav¨¦s de un proceso gradual. Con el apoyo de Currin, se trata de imponer a ETA, por la v¨ªa de los hechos, la nueva apuesta.
Brian Currin da el primer paso. El 29 de marzo, cuatro premios Nobel por la Paz -el ex presidente sudafricano Frederick de Clerk, el arzobispo sudafricano Desmond Tut¨², el ex primer ministro irland¨¦s John Hume y la ex presidenta irlandesa Mary Robinson- y la Fundaci¨®n Nelson Mandela, animados por Currin, reclamaron a la banda ETA, en una rueda de prensa en Bruselas, "un alto el fuego unilateral, permanente y verificable".
Como ETA no respondi¨® a ese emplazamiento p¨²blico, la izquierda abertzale decidi¨® interpelarla directamente y a trav¨¦s de intervenciones dosificadas. As¨ª, el 24 de abril, la izquierda abertzale, en un acto masivo en Pamplona, opt¨® por leer una declaraci¨®n cr¨ªtica contra ETA: "La reanudaci¨®n de las acciones armadas, lejos de solucionar los bloqueos en el di¨¢logo, no han hecho sino producir un bloqueo superior".
Un mes despu¨¦s, la polic¨ªa detiene a Mikel Carrera, alias Ata, el principal dirigente de ETA activo que quedaba en libertad. Esta detenci¨®n es clave porque Carrera era el ¨²ltimo de los dirigentes de ETA que rompieron la tregua de 2006, arrinconando la l¨ªnea posibilista de Josu Ternera.
Carrera era conocido, tambi¨¦n, por su posici¨®n muy cr¨ªtica con el nuevo rumbo de la izquierda abertzale, tendente a avanzar en un nuevo proceso democr¨¢trico en un clima de ausencia de violencia.
En consecuencia, la detenci¨®n de Carrera reforzaba, indirectamente, la autoridad de los l¨ªderes de la izquierda abertzale.
Un mes despu¨¦s, en junio, la izquierda abertzale organiza un acto conjunto con Eusko Alkartasuna en Bilbao, en el que reclaman a ETA lo mismo que los premios Nobel de la Paz, en marzo, en Bruselas: el alto el fuego permanente y verificable.
Tras el verano, el 24 de septiembre, se suma a la petici¨®n la formaci¨®n independentista Aralar, en una declaraci¨®n en Gernika en la que recalcan que esa petici¨®n tiene que abrir un proceso para el cese definitivo de las armas.
En octubre, Arnaldo Otegi, en una amplia entrevista cuestionario desde la c¨¢rcel, publicada en EL PA?S, precisa su compromiso con el rechazo a la violencia en todas sus expresiones, incluida la kale borroka y la extorsi¨®n. Su posici¨®n es, tambi¨¦n, mayoritaria entre los presos de ETA.
El ¨²ltimo hito del proceso de desmarque por etapas de la violencia lo ofreci¨® la izquierda abertzale el pasado 27 de noviembre, con una declaraci¨®n, en Pamplona, le¨ªda por Rufi Etxeberria, en la que anunci¨® su pretensi¨®n de constituir un nuevo partido, que no solo rechazar¨¢ la violencia sino que ten¨ªa pensado presentar unos estatutos para cumplir los requisitos de la Ley de Partidos en cuanto a la condena de la violencia. Se ha especulado incluso con que esos estatutos podr¨ªan estar literal y premeditadamente copiados de los del PSOE, en algo m¨¢s que una iron¨ªa del destino.
Si este nuevo proceso va en serio, la izquierda abertzale dar¨¢ en los pr¨®ximos meses la batalla por su propia legalizaci¨®n y la flexibilidad de la pol¨ªtica penitenciaria para los presos de ETA. Sus principales l¨ªderes han puesto sobre la mesa sus reivindicaciones. Y aseguran que esta vez, pase lo que pase, su apuesta por la paz es irreversible.
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