Burbujas espirituales
Si desde un sat¨¦lite levant¨¢ramos el mapa de las excavadoras y gr¨²as ahora mismo en acci¨®n sobre la entera superficie del planeta, algo perfectamente posible, podr¨ªamos ver que en amplias franjas de la corteza terrestre no se mueve un pu?ado de tierra ni se construye un murete de piedra. Apenas detectar¨ªamos movimiento alguno en Estados Unidos, Irlanda o Espa?a. Algo, aunque sin exageraciones, en los pa¨ªses emergentes: Rusia, China, India o Brasil. Todo est¨¢ parado, en cambio, en los grandes proyectos fara¨®nicos de los emiratos petrol¨ªferos del Golfo P¨¦rsico, llenos de rascacielos vac¨ªos y extensas marinas para millonarios ahora arruinados.
S¨®lo en dos territorios extra?os y peculiares, alrededor de dos ciudades de la misma regi¨®n geogr¨¢fica, siguen rugiendo las cementeras, se levantan nuevas plumas y se remueven las tierras. En La Meca de los musulmanes y en el Jerusal¨¦n de los jud¨ªos crecen ajenas a las crisis sendas burbujas fruto de una especulaci¨®n muy especial y distinta de la que ha conducido a la ruina a las econom¨ªas occidentales.
Alrededor de Jerusal¨¦n y de La Meca se producen dos 'booms' inmobiliarios desconectados de la crisis
No puede decirse que no las mueva el dinero. Por sofisticadas que sean las explicaciones, al final siempre sirve la pista marxista de los miserables intereses materiales. Pero en ambas ciudades se exhibe precisamente la espiritualidad, la historia sagrada e incluso directamente los designios divinos para explicar el af¨¢n constructor en que est¨¢ ocupado el hormiguero humano de sus adoradores.
En la capital del Islam est¨¢ creciendo desde hace unos ocho a?os una especie de Manhattan ar¨¢bigo, en el que destaca un rascacielos de m¨¢s de 600 metros de altura que reproduce el Big Ben londinense. Seg¨²n cuenta el semanario alem¨¢n Der Spiegel, uno de los pocos medios occidentales que ha informado al detalle sobre esta colosal transformaci¨®n urban¨ªstica, un consocio arquitect¨®nico de Stuttgart es quien firma el proyecto de un macrocentro comercial, edificios de viviendas de lujo y complejo hotelero alrededor de la Gran Mezquita donde se halla la Piedra Negra. Quien lo financia y explota es la empresa inmobiliaria de los Bin Laden, dirigida por un hermano del terrorista m¨¢s buscado del mundo.
Un hermano destruy¨® las torres m¨¢s altas de Nueva York, en el ombligo del mundo capitalista, y el otro construye otras torres desafiantes, en el ombligo del mundo isl¨¢mico. Seg¨²n los cables de Wikileaks, la peregrinaci¨®n a La Meca, organizada por el estrecho aliado de EE UU que es Arabia Saud¨ª, es uno de los medios utilizados por Al Qaeda para recoger o lavar dinero para el terrorismo, a trav¨¦s de peregrinos que llegan de todo el mundo confundidos entre los tres millones de personas que han cumplido con el ritual este a?o o los 13 millones que en conjunto han visitado la ciudad santa fuera de estaci¨®n a lo largo de los ¨²ltimos doce meses.
Poco se sabe en occidente del crecimiento urban¨ªstico de La Meca, ciudad prohibida para los no musulmanes. Sabemos m¨¢s del extra?o crecimiento de Jerusal¨¦n, otra ciudad sagrada de los musulmanes, pero mucho m¨¢s sagrada todav¨ªa para cristianos y jud¨ªos, especialmente estos ¨²ltimos, que la han invocado y anhelado desde todos sus exilios y la consideran su capital eterna e irrenunciable. Jerusal¨¦n crece, sobre todo en su parte oriental, conquistada por Israel a Jordania en 1967, y lo hace a costa de los ciudadanos ¨¢rabes y de sus viviendas e incluso propiedades y a favor de los colonos israel¨ªes, al igual que sucede en Cisjordania.
El conjunto de los territorios ocupados, Jerusal¨¦n incluido, ha experimentado estos ¨²ltimos tres meses un aut¨¦ntico boom inmobiliario, seg¨²n asegura The New York Times, despu¨¦s de diez meses en que la construcci¨®n qued¨® ralentizada como respuesta a la congelaci¨®n total exigida por la Autoridad Palestina y apoyada por Washington para sentarse a negociar sobre la paz y la creaci¨®n del Estado palestino. En cuanto la moratoria termin¨®, el 26 de septiembre, se reanud¨® la fiebre constructora con mayor ¨ªmpetu que antes. Seg¨²n el movimiento israel¨ª Paz Ahora, son 2.000 las nuevas viviendas en construcci¨®n y 13.000 los proyectos ya en marcha, mientras que en los ¨²ltimos tres a?os s¨®lo se hab¨ªan construido mil viviendas por a?o.
Poco hay en com¨²n entre las dos burbujas inmobiliarias. Una es la expresi¨®n de la fuerza del Islam en la ¨¦poca de la globalizaci¨®n tecnol¨®gica, mientras que la otra de la voluntad expansiva del sionismo radical de los colonos en nombre de los derechos divinos sobre el territorio b¨ªblico. Ambos vectores se hallan unidos en un mismo ritmo de crecimiento: quietas e intactas durante siglos, ahora crecen s¨²bitamente como un doble e incurable tumor urbano que le hubiera surgido al planeta en su costado oriental.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.