Golondrinas del poder
Estoy empezando a creer que el PP ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones en Andaluc¨ªa. No es por las encuestas, no. Aunque marcan una tendencia clara de descenso del PSOE, su margen de error es alto y el n¨²mero de ciudadanos que no se pronuncian es excesivo. Si creo que va a ganar el PP es por el cambio gradual de chaqueta que empieza a operarse en los aleda?os del poder, comenzando por Torretriana y siguiendo por algunos gestores de servicios p¨²blicos.
Hace 20 a?os el Gobierno andaluz emprendi¨® un proceso de externalizaci¨®n de servicios p¨²blicos, constituy¨® empresas p¨²blicas a troche y moche, que en realidad funcionaban como entidades privadas en la contrataci¨®n de personal y de servicios. Estas empresas creaban, a su vez, sociedades a¨²n m¨¢s opacas de forma que se hac¨ªa complicado seguir la red administrativa de algunas consejer¨ªas. Las voces cr¨ªticas con esta situaci¨®n eran sumamente escasas y se silenciaban con argumentos de eficacia, modernidad y agilidad. Pues bien, 20 a?os despu¨¦s, algunos de los que han participado en este dise?o administrativo, ponen el grito en el cielo, y exclaman con fingida irritaci¨®n: "?Aqu¨ª, se privatizan servicios!" con el mismo descaro que el c¨ªnico prefecto de polic¨ªa en la pel¨ªcula Casablanca exclamaba: "?Qu¨¦ esc¨¢ndalo, qu¨¦ esc¨¢ndalo, aqu¨ª se juega!"
Un ex alto cargo de la RTVA, de los que brillaban con luz propia por su programaci¨®n chapucera y su servilismo ante el poder -hasta el punto que se adelantaba a los deseos de los propios gobernantes- , me refiere que hace falta un cambio pol¨ªtico, "para airear el sistema" y que le abochorna la programaci¨®n de la cadena p¨²blica, precisamente ahora que ¨¦l no est¨¢.
Alt¨ªsimos cargos de instituciones que no quiero nombrar, y que han sido elevados a sus puestos directamente desde la sede del PSOE andaluz, pronostican con cierto agrado la victoria del PP en Andaluc¨ªa y afirman que el Gobierno (que les mantiene en el cargo) carece de proyecto pol¨ªtico, de liderazgo y de unidad, como si ellos no tuviesen nada que ver con este proceso.
Finalmente, algunos de los tradicionales chicos del coro que desde sus tribunas o sus micr¨®fonos justificaban cualquier actuaci¨®n del Gobierno andaluz, engrandec¨ªan sus actos o proclamaban sus bondades, afirman hoy que "el cambio pol¨ªtico en Andaluc¨ªa es ya una necesidad" y se consideran a ellos mismos como un factor de saludable alternancia en vez de reconocer el cambio evidente de su ideolog¨ªa y su af¨¢n de permanecer.
Le pregunt¨¦ a un amigo, reci¨¦n elegido por el Gobierno, si hab¨ªa visto excesiva politizaci¨®n en los altos cargos y su respuesta m¨¢s sincera fue: "Todo lo contrario. Est¨¢n completamente despolitizados, en el sentido de defender proyectos o ideas, y preocupados solamente por la permanencia en el poder. Ten en cuenta", me explic¨®, "que no hablamos de pol¨ªticos que dan la cara en las elecciones, que pagan errores o se exponen ante el p¨²blico, sino de miles de altos cargos que han sobrevivido a crisis de gobierno, a consejeros y a las disputas internas del PSOE".
Y es que, efectivamente, el partidismo y la pol¨ªtica son dos cosas absolutamente diferentes. Un alto cargo debe tener un proyecto pol¨ªtico para el sector que dirige; sin embargo, el partidismo es solo una forma de reparto, de clientelismo social, que ha ahogado a la administraci¨®n y que ha esterilizado la cosecha, hasta el punto de que ya no crece la flor de las ideas.
En este clima, imagino que el tel¨¦fono de Javier Arenas no cesa de sonar y que los saludos que recibe son m¨¢s c¨¢lidos y entregados que nunca. "Ya sabes que puedes contar conmigo", deben susurrarle en todos los tonos y construcciones gramaticales posibles. Aunque, el olfato de estos nuevos chaqueteros, les hace todav¨ªa encomendar una vela a Dios y otra al diablo. A Rubalcaba y a Arenas, concretamente. No vaya a ser que los vientos les enga?en y les ocurra como a algunas golondrinas despistadas que confunden un d¨ªa caluroso con la llegada del verano y se queden a la intemperie entre la nieve.
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