Los mejores economistas
Seg¨²n los cables de Wikileaks, el embajador de EE UU en Turqu¨ªa afirm¨® de un asesor espiritual de Erdogan que cre¨ªa en Dios, pero que no se fiaba de ¨¦l. Lo mismo, quiz¨¢, podr¨ªamos decir de estos tres se?ores, ex consejeros de Cajasur, ya que por si el Alt¨ªsimo, como se?alan los evangelios, no prove¨ªa, se dedicaron a llevar a cabo operaciones especulativas que dieron al traste con la famosa caja cordobesa. Por el grado de satisfacci¨®n que muestran, quiz¨¢ vengan de comerse unos percebes. De hecho, la entidad bancaria fue presidida durante muchos a?os por otro cura (Miguel Castillejo), conocido por Fray Langostino debido a la destreza que mostraba para descabezar ese marisco que formaba parte de su dieta ordinaria. La gesti¨®n de Castillejo, que tambi¨¦n cre¨ªa en Dios, aunque sin fiarse de ¨¦l, fue definitiva para consolidar la ruina de la instituci¨®n, que hubo finalmente de ser intervenida por las autoridades monetarias.
Telefone¨¦ a un cura amigo para preguntarle qu¨¦ habr¨ªa respondido Jesucristo a la oferta de incorporarse al consejo de administraci¨®n de un banco y me asegur¨® que ni siquiera se habr¨ªa molestado en contestar. Claro que se trataba de un cura que no cre¨ªa en Dios, aunque confiaba, curiosamente, en ¨¦l. A esta incongruencia hemos llegado: que los mejores sacerdotes sean, casi sin excepci¨®n, ateos, al modo en que los mejores economistas han pasado, en vez de por la Facultad de Econ¨®micas, por la de Filosof¨ªa. Para quien no lo sepa, Cajasur fue, tras su intervenci¨®n, adjudicada a BBK, una caja vasca cuyas creencias hemos preferido no averiguar.
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