El r¨¦gimen convoca a la oposici¨®n
El presidente interino, Fued Mebaza, ordena al primer ministro, Mohamed Ghanuchi, formar un Gobierno de unidad - El Ej¨¦rcito intenta garantizar la seguridad
Los tunecinos han demostrado que no se dejar¨¢n enga?ar por promesas, que anhelan una transici¨®n democr¨¢tica y que la quieren sin demora. Tras cuatro semanas de revuelta popular, culminada, sin ayuda de nadie, con el derrocamiento del s¨¢trapa Zine el Abidine Ben Ali, es probable que se haya iniciado ese camino, que, sin duda, ser¨¢ tortuoso. De prosperar ser¨ªa una novedad hist¨®rica en el mundo ¨¢rabe. Pero en un pa¨ªs regido con pu?o de hierro durante 53 a?os, sin oposici¨®n organizada, sin liderazgos convincentes, azotado por el desempleo, sometido a un terremoto pol¨ªtico e institucional y vapuleado ahora por la violencia, de nada hay garant¨ªas. El presidente interino, Mohamed Ghanuchi, fue forzado a dimitir ayer por el Consejo Constitucional tras ejercer 16 horas el cargo. Le relev¨® el jefe del Parlamento, Fuad Mebaza, obligado por ley a convocar elecciones en 60 d¨ªas.
Las instituciones parecen funcionar. El ex primer ministro, Mohamed Ghanuchi, se erigi¨® en presidente interino la tarde del viernes tras declarar incapacitado temporalmente a Ben Ali. Sin embargo, el Consejo Constitucional, m¨¢xima autoridad legal a la hora de interpretar la ley fundamental, decret¨® antes del mediod¨ªa que la presidencia estaba vacante, y no temporalmente, y que proced¨ªa aplicar otro art¨ªculo de la Constituci¨®n que elev¨® al poder al l¨ªder del Parlamento.
Ghanuchi, un dirigente que, pese a su afiliaci¨®n a la Asamblea Constitucional Democr¨¢tica, el partido de Ben Ali, no est¨¢ entre los sospechosos de haber amasado fortuna al amparo del poder -est¨¢ considerado un tecn¨®crata con conocimientos enciclop¨¦dicos sobre la econom¨ªa tunecina-, era designado por Mebaza poco despu¨¦s, de nuevo, jefe del Ejecutivo. "He pedido al primer ministro que forme un Gobierno de unidad nacional", declar¨® Mebaza. Sin excluir a nadie.
Nada est¨¢ claro. Porque quienes se opusieron con vigor a Ben Ali tampoco parecen coincidir en un proyecto com¨²n. Algunos partidos de oposici¨®n -legalizados o no- y muchos de los manifestantes que han logrado derrocar la tiran¨ªa no esconden sus suspicacias sobre los acontecimientos pol¨ªticos, que se encadenan con rapidez inaudita. Pero tambi¨¦n habr¨¢ que ver si esos partidos son capaces de pactar un programa com¨²n para reformar la legislaci¨®n electoral y promulgar leyes que garanticen las libertades.
"Para abrir una nueva fase, debe producirse una ruptura con los fundamentos del r¨¦gimen y del sistema pol¨ªtico corrupto", afirm¨® Ahmed Ibrahim, jefe de Ettajdid, uno de los tres grupos legalizados. Mustafa Benjaafar, al frente del Foro Democr¨¢tico por el Trabajo y las Libertades, m¨¢s moderado, a?adi¨®: "Hemos discutido la idea de un Gobierno de coalici¨®n y el primer ministro ha aceptado". Otras formaciones discrepan radicalmente. "No aceptamos ese l¨ªmite temporal de 60 d¨ªas porque hay una revoluci¨®n en T¨²nez que el partido quiere transformar en un golpe de Estado para mantenerse en el poder", declar¨® a Reuters en Par¨ªs Iyad Dahmani, dirigente del Partido Democr¨¢tico Progresista.
Ser¨¢n 60 d¨ªas plenos de peligros, porque la confusi¨®n prevalece en T¨²nez y la anarqu¨ªa se extiende por todo el territorio, a pesar del vigente estado de emergencia y el toque de queda, que abarca desde las cinco de la tarde hasta las siete de la ma?ana. Los helic¨®pteros sobrevuelan la capital, los tanques est¨¢n apostados en muchas esquinas, los disparos se oyen con frecuencia cada noche. No falta quien asegura que la polic¨ªa, afecta al r¨¦gimen del fugado Zine el Abidine Ben Ali -qu¨¦ paradoja: el abanderado del laicismo tuvo que aterrizar en la fundamentalista Arabia Saud¨ª tras el abandono de sus socios europeos-, trat¨® de dar un golpe de Estado la noche del viernes, solo frenado por la presencia del Ej¨¦rcito, desde ayer masiva, en las calles y que vigila con celo las instituciones. Algunos medios ¨¢rabes informaban de la detenci¨®n de dos parientes de Ben Ali -uno de ellos en la frontera con Libia- y de Ali al Seriati, jefe de la guardia personal del dictador. De ser as¨ª, su capacidad de recobrar el poder, como sospechan muchos, disminuir¨ªa.
Se comienza a encauzar el caos pol¨ªtico, aunque nadie las tiene todas consigo. El pa¨ªs est¨¢ conmocionado por los desmanes de una polic¨ªa que trata a golpes a los detenidos a la vista de cualquiera, y por la rapi?a de los pobres que vac¨ªan supermercados. No hubo noticias ayer de muertes en enfrentamientos con los uniformados, pero los tunecinos abominan del desorden -que ha causado decenas de muertos desde que el 17 de diciembre explotara el alzamiento civil- que les toca padecer. Hay un riesgo evidente. La seguridad no se puede colapsar para que ese proceso democr¨¢tico pueda nacer. De extenderse y perdurar el caos, y sobre todo si afectara a las instituciones, todo proyecto ser¨ªa inviable. El Ej¨¦rcito, una instituci¨®n opaca pero que parece actuar con suma responsabilidad, no parece dispuesto a permitir que eso suceda.
Pero, ?qu¨¦ hacer con la polic¨ªa? ?Se lograr¨¢ frenar a los miles de paniaguados leales a Ben Ali a los que se atribuye gran parte de las muertes de civiles y los intentos por desestabilizar ahora T¨²nez? ?Qu¨¦ suceder¨¢ con la infinidad de potentes empresas dominadas por la ¨¦lite corrupta que ha puesto pies en polvorosa? ?Se desplomar¨¢ el turismo, fuente de ingresos y empleos? ?Qu¨¦ objetivos tienen los islamistas? ?Podr¨¢n participar en este naciente proceso? ?Permitir¨¢n sin m¨¢s quienes gozaban de prebendas que se investigue y castigue la corrupci¨®n? Nadie tiene las respuestas.
Decenas de presos mueren en motines
Decenas de presos murieron ayer en distintos motines provocados en varias c¨¢rceles tunecinas. En el penal de la ciudad costera de Monastir, en el este del pa¨ªs, 42 reos fallecieron en un incendio causado por recluidos que trataron de sacar tajada de la anarqu¨ªa. La cuarentena pereci¨® quemada o asfixiada. Decenas de presos murieron en Mahdia, tambi¨¦n en el este del pa¨ªs, al ser tiroteados por la polic¨ªa cuando trataban de escapar del penal local, seg¨²n relataron varios testigos.
Adem¨¢s, en las prisiones de las regiones de Gafsa y Kaser¨ªn (en el centro-oeste del pa¨ªs) y en las de Bicerta y Mornagu¨ªa (al norte) se han producido motines e incendios. En Mesad¨ªn, una veintena de mujeres resultaron heridas en choques con tiroteos en la entrada del penal, donde numerosos familiares hab¨ªan acudido tras difundirse un falso rumor sobre la liberaci¨®n de los detenidos.
Mientras, en las avenidas de T¨²nez capital y en todos sus suburbios, muchos veh¨ªculos eran registrados por las fuerzas de seguridad. Para los que llevan matr¨ªcula azul no hubo excepci¨®n. Todos eran detenidos, y la polic¨ªa se esmeraba a¨²n m¨¢s. Los coches con las placas azules pertenecen a empresas de alquiler. Y en estos d¨ªas fueron utilizados por los seguidores del r¨¦gimen para manifestarse o cometer tropel¨ªas. En la noche del jueves, cuando el todav¨ªa presidente Zine el Abidine Ben Ali prometi¨® a la naci¨®n que no se presentar¨ªa a las elecciones en 2014, sus ocupantes celebraban el anuncio. Y despu¨¦s, desde esos autom¨®viles de matr¨ªcula azul, trataron de sembrar el caos disparando al azar contra personas y casas, seg¨²n confirm¨® a la agencia Reuters un alto mando militar.
Muere el sobrino de Laila Ben Ali
Imed Trabelsi, sobrino de la esposa del expresidente tunecino, Laila Ben Ali, muri¨® ayer en el hospital militar de T¨²nez tras llegar herido de arma blanca, seg¨²n inform¨® France Press. Se tratar¨ªa de la primera v¨ªctima en el entorno del presidente huido.
Por otra parte, decenas de presos murieron ayer en distintos motines provocados en varias c¨¢rceles tunecinas. En el penal de la ciudad costera de Monastir, en el este del pa¨ªs, 42 reos fallecieron en un incendio causado por reclusos que trataron de sacar tajada de la anarqu¨ªa. La cuarentena pereci¨® quemada o asfixiada. Decenas de presos murieron en Mahdia, tambi¨¦n en el este del pa¨ªs, al ser tiroteados por la polic¨ªa cuando trataban de escapar del penal local, seg¨²n relataron varios testigos. Adem¨¢s, en la prisi¨®n de Mesad¨ªn, unas veinte mujeres resultaron heridas en choques con tiroteos en la entrada del penal.
Mientras, en las avenidas de T¨²nez capital y en todos sus suburbios, muchos veh¨ªculos eran registrados por las fuerzas de seguridad. Para los que llevan matr¨ªcula azul no hubo excepci¨®n. Todos eran detenidos, y la polic¨ªa se esmeraba a¨²n m¨¢s. Los coches con las placas azules pertenecen a empresas de alquiler. Y en estos d¨ªas fueron utilizados por los seguidores del r¨¦gimen para manifestarse o cometer tropel¨ªas. En la noche del jueves, cuando el todav¨ªa presidente Zine el Abidine Ben Ali prometi¨® a la naci¨®n que no se presentar¨ªa a las elecciones en 2014, sus ocupantes celebraban el anuncio. Y despu¨¦s, desde esos autom¨®viles de matr¨ªcula azul, trataron de sembrar el caos disparando al azar contra personas y casas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.