Ben Ali encuentra cobijo en Yeda

Ni el ex dictador tunecino Zine el Abidine Ben Ali ni su esposa Leila van a echar de menos el mar. Aunque Yeda es sin duda una ciudad m¨¢s c¨¢lida y h¨²meda que T¨²nez, desde el palacio de invitados que la familia real saud¨ª ha puesto a su disposici¨®n en el opulento barrio de Hamra, las vistas del mar Rojo son espectaculares. Arabia Saud¨ª ha sido, al parecer, el ¨²nico pa¨ªs dispuesto a admitirles despu¨¦s de que otros barajados, como Francia, Italia o Qatar, dieran a entender que el depuesto presidente no ser¨ªa bien recibido.

"El Gobierno saud¨ª ha acogido en el reino al presidente Zine el Abidine Ben Ali y a su familia (...) ante las excepcionales circunstancias que atraviesa el pueblo tunecino y como muestra de apoyo a la seguridad y la estabilidad de su pa¨ªs", anunci¨® ayer por la ma?ana un comunicado del gabinete real difundido por la agencia nacional saud¨ª, Spa.

Con Ben Ali est¨¢n su mujer, Leila, y otros seis miembros de la familia

Francia bloquear¨¢ "movimientos sospechosos" de bienes tunecinos

El texto, cuidadosamente redactado, trataba de presentar la decisi¨®n como una ayuda para estabilizar T¨²nez. "El reino de Arabia Saud¨ª apoya totalmente a los hermanos tunecinos y espera que se unir¨¢n para superar esta dif¨ªcil etapa en su historia", aseguraba, a pesar de estar emitido por un r¨¦gimen autocr¨¢tico a cuyos ciudadanos se niega la participaci¨®n en el Gobierno.

Unas horas antes hab¨ªa aterrizado en el aeropuerto de Yeda, la segunda ciudad de Arabia Saud¨ª, el avi¨®n que transportaba a Ben Ali y a seis miembros de su familia, incluida su segunda esposa, Leila. Con anterioridad, y despu¨¦s de que los Gobiernos de Francia y de Italia hubieran hecho saber que el ex presidente tunecino no era bienvenido en sus pa¨ªses, se hab¨ªa especulado con que el aparato se dirig¨ªa a Qatar.

"Se trata de otro fallo de la pol¨ªtica exterior saud¨ª que pagar¨¢ con su propia legitimidad", asegura en un correo electr¨®nico Ali al Ahmed, director del centro de estudios The Gulf Institute. "Los dictadores ¨¢rabes tienden a protegerse unos a otros".

Todo indica que ha sido el ministro saud¨ª del Interior, el pr¨ªncipe Nayef Bin Abdelaziz, quien ha auspiciado el recibimiento de Ben Ali en el reino. Ambos hombres manten¨ªan buenas relaciones personales desde la etapa en la que el tunecino estuvo al frente de Interior a principios de los a?os ochenta del siglo pasado. Adem¨¢s, seg¨²n fuentes saud¨ªes, el pr¨ªncipe Nayef, que lleva en el cargo desde 1975, es un visitante habitual de T¨²nez, donde pasa largas temporadas cada a?o.

Ben Ali no es el primer dictador que encuentra refugio en Arabia Saud¨ª. El reino acogi¨® al ugand¨¦s Idi Amin Dada en 1980, despu¨¦s de que hubiera escapado a Libia. La familia real le subsidi¨® hasta su muerte en 2003, con el objetivo de que se mantuviera alejado de la pol¨ªtica. Tras el golpe de Estado del general Pervez Musharraf en Pakist¨¢n en 1999, los saud¨ªes albergaron al ex primer ministro y hoy l¨ªder de la oposici¨®n, Nawaz Sharif, durante ocho a?os.

Como en esos casos, es previsible que sea la monarqu¨ªa saud¨ª quien pague las facturas de Ben Ali en el exilio. Aunque las acusaciones de corrupci¨®n que se ciernen sobre ¨¦l y su familia apuntan a que disponen de cuantiosos bienes fuera de T¨²nez, hacer uso de ellos puede resultarles dif¨ªcil a partir de ahora. De momento, el Gobierno franc¨¦s anunci¨® ayer "haber dado todos los pasos necesarios para bloquear administrativamente cualquier movimiento financiero sospechoso de bienes tunecinos en Francia", a la vez que respaldaba el "proceso democr¨¢tico".

Algunos familiares de Ben Ali, que tiene seis hijos de dos matrimonios, hab¨ªan llegado el jueves a

un hotel del parque de atracciones de Eurodisney, cerca de Par¨ªs. Ayer, el Gobierno anunci¨® que se dispon¨ªan a marcharse. "La familia de Ben Ali presente en suelo franc¨¦s no tiene intenci¨®n de quedarse. Quieren irse", declar¨® Fran?ois Baroin, portavoz del Ejecutivo.

Aunque nada se ha indicado sobre la duraci¨®n de la visita de Ben Ali a Arabia Saud¨ª, sus 74 a?os y los precedentes sugieren que Yeda puede convertirse en su ¨²ltima residencia.