Siempre Berlusconi

El Tribunal Constitucional italiano derog¨® en parte la "ley del leg¨ªtimo impedimento", una de las ¨²ltimas argucias jur¨ªdicas con las que Silvio Berlusconi ha tratado de eludir la acci¨®n de la justicia. La sentencia del Constitucional combina el rechazo de algunas disposiciones con la interpretaci¨®n de otras, aunque siempre en el sentido de limitar las atribuciones del Ejecutivo. El primer ministro no podr¨¢ concederse a s¨ª mismo periodos de inmunidad de seis meses renovables. Y ser¨¢n los jueces quienes determinen si las obligaciones del jefe de Gobierno constituyen causa suficiente para modificar las fechas de las audiencias.

A la vista de la sentencia sobre la Ley del Leg¨ªtimo Impedimento, se confirma que las pretensiones m¨¢s descabelladas pueden convertirse en norma en la Italia de Berlusconi, con lo que el papel del Constitucional se limita a recordar obviedades. Aun as¨ª, el Estado de derecho no ha salido indemne del acoso al que ha sido sometido desde que comenzaron los problemas del primer ministro con la justicia. Berlusconi no se ha conformado con entorpecer el funcionamiento de las instituciones, sino que ha buscado alterar su naturaleza a trav¨¦s de leyes que desbordan el equilibrio entre poderes. Con un matiz decisivo: que la preponderancia que se concede al Ejecutivo busca eximirlo de posibles responsabilidades penales contra¨ªdas en el pasado por asuntos ajenos a la tarea de gobierno, no facilitar su acci¨®n hacia el futuro.

Solo un d¨ªa despu¨¦s de que el Constitucional se pronunciase sobre el leg¨ªtimo impedimento, estallaba el hasta ahora ¨²ltimo esc¨¢ndalo del primer ministro por sus relaciones con prostitutas. La Fiscal¨ªa de Mil¨¢n anunciaba la apertura de una nueva investigaci¨®n contra Berlusconi, al que esta vez acusa de prostituci¨®n infantil y de abuso de poder por el caso de una joven marroqu¨ª huida de un centro de acogida de menores y contratada en varias fiestas de Villa Certosa; en una de ellas habr¨ªa estado presente Vlad¨ªmir Putin. Berlusconi habr¨ªa intercedido por la joven ante la polic¨ªa, present¨¢ndola falsamente como familiar del presidente egipcio Hosni Mubarak.

La degradaci¨®n de la vida pol¨ªtica italiana ha llegado a tales extremos que ni los reveses judiciales ni los esc¨¢ndalos parecen amenazar la continuidad del primer ministro, mientras el resto del mundo contempla con estupor.