Tres razones para recelar
Antes incluso de que se hubiese formado el Ejecutivo, los manifestantes en la calle lo rechazaron pidiendo a gritos la disoluci¨®n del Asamblea Constitucional Democr¨¢tica (ACD), el partido hegem¨®nico del derrocado presidente Ben Ali.
Minutos despu¨¦s de que se anunciase la composici¨®n del nuevo Gobierno de coalici¨®n de T¨²nez, Moncef Marzuki, uno de los opositores m¨¢s prestigiosos a la dictadura denunciaba la "mascarada". Los blogueros disidentes tunecinos expresaban su temor a que les "roben su revoluci¨®n".
Para emprender una transici¨®n democr¨¢tica, el reci¨¦n formado Ejecutivo adolece de falta de credibilidad por tres razones. La primera es que, de sus 20 miembros, seis formaban parte del ¨²ltimo Gobierno del dictador. Adem¨¢s del primer ministro, Mohamed Ghanuchi, los titulares de Interior, Ahmed Kriaa; de Exteriores, Kamel Morjane, y el de Defensa, Ridha Grira, trabajaron a las ordenes de Ben Ali.
La oposici¨®n tolerada al r¨¦gimen de Ben Ali entra en el Gabinete de Ghanuchi, pero -y ese es el segundo motivo de desconfianza- con solo tres carteras menores: Desarrollo Regional, Sanidad y Ense?anza Superior.
A esos nombramientos hay que a?adir el de algunos independientes, como el cineasta Mufida Tletil, ministro de Cultura, y el del bloguero Slim Emamou, que ha pasado pr¨¢cticamente de la celda en la que estuvo encarcelado a su despacho de secretario de Estado de Juventud y Deportes.
La oposici¨®n ilegal, pero representativa, no fue invitada a participar en las conversaciones previas ni tampoco se la asoci¨® al Gobierno. Este es el tercer motivo para recelar. Entre los excluidos est¨¢n En Nahda (Renacimiento), el antiguo gran partido islamista, y el Partido Comunista de los Obreros Tunecinos, de extrema izquierda. Deben de sospechar que son radicales. Pero Ghanuchi tampoco ha querido contar con el Congreso para la Rep¨²blica, una formaci¨®n moderada dirigida por Marzuki desde Par¨ªs.
A la hora de formar Gobierno, se ha respetado la legalidad heredada del dictador. Mal comienzo. Ghanuchi no ha acatado, en cambio, la Constituci¨®n, que prev¨¦ la celebraci¨®n de elecciones en el plazo de 60 d¨ªas. Se desarrollar¨¢n dentro de seis meses. La oposici¨®n legal o en v¨ªas de ser legalizada dispondr¨¢ as¨ª de algo m¨¢s de tiempo para salir de la total o semi clandestinidad en que estuvo sumida durante los 23 a?os de dictadura.
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