Dimiten cuatro ministros del nuevo Gobierno de unidad de T¨²nez entre nuevas protestas
Asaltadas en dos ciudades las sedes del partido del huido Ben Ali.- La Polic¨ªa dispersa decenas de protestas contra el reparto de carteras.- "?Al¨ª Bab¨¢ se ha ido; ahora deben irse los 40 ladrones!, corean los manifestantes que protestan por la permanencia de ministros del antiguo r¨¦gimen
El nuevo Gobierno de unidad nacional en T¨²nez se desmorona unas horas despu¨¦s de haber asumido sus funciones en medio de nuevas protestas contra su composici¨®n. Los tunecinos cuyas protestas acabaron con la huida el pasado viernes del dictador Zine el Abidinde Ben Ali no est¨¢n dispuestos a que 12 de los 20 ministros del Ejecutivo sean miembros de la Asamblea Constitucional Democr¨¢tica (ACD), el partido del depuesto presidente. Opinan que para esto no hicieron la revoluci¨®n y piden no ya una mayor presencia de opositores, sino la disoluci¨®n de la ACD al grito de "fuera el partido de la dictadura".
La furia ha vuelto a las calles. En las ciudades de Sousse (costa este) y Tataouine (sur) han sido atacadas las sedes del partido de Ben Ali. Kasserine (al sur), la ciudad en la que ha habido m¨¢s muertos, est¨¢ tomada por los manifestantes. "?Al¨ª Bab¨¢ se ha ido; ahora deben irse los 40 ladrones!, corean miles de tunecinos que protestan por la permanencia de ministros del antiguo r¨¦gimen, que acaparan los puestos clave -Interior, Defensa, Hacienda y Exteriores-. Seg¨²n el diario franc¨¦s Le Monde, la ciudad de Bizerta, a unos 65 kil¨®metros al noroeste de la capital, y ubicada en la costa del Mediterr¨¢neo, se encuentra en estado de sitio, incluso con francotiradores en los tejados disparando a los civiles.
Esta ma?ana han dimitido tres ministros de la Uni¨®n General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) -principal formaci¨®n sindical del pa¨ªs-, y el l¨ªder del Foro Democr¨¢ticos por el Trabajo y las Libertades, que han tenido un importante papel en la revuelta y que dicen ahora que no reconocen al nuevo Ejecutivo despu¨¦s de haber aceptado ayer formar parte de ¨¦l.
La decisi¨®n la ha tomado la c¨²pula del sindicato, reunida esta ma?ana en sesi¨®n de urgencia cerca de la capital. Su l¨ªder, Abid al Briki, ha justificado la renuncia de los ministros de Estado Anouar Ben Gueddour y Abdeljelil Bedoui, y de Houssine Dimassi - nominado para la cartera de Trabajo- por la alta presencia de miembros del partido de Ben Ali, al tiempo que ha afirmado que el sindicato "no reconoce" al Ejecutivo.
El secretario general del sindicato ha dicho que toman esta medida en "respuesta a las demandas del pueblo en las calles" y ha informado de que ha retirado igualmente a sus representantes en instituciones como el Parlamento y el Consejo Econ¨®mico y Social. Adem¨¢s, el partido opositor Ettajdid ha amenazado hoy con salir de la coalici¨®n de Gobierno si los ministros del partido de Ben Ali no abandonan su militancia de dicha formaci¨®n.
En un intento de evitar que el nuevo proyecto se resquebraje a¨²n m¨¢s, el presidente, Fued Mebaza, y el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, han anunciado que dejan sus cargos en la formaci¨®n del ex dictador. Queda por ver si el resto de miembros de Ejecutivo pertenecientes a la Asamblea Constitucional Democr¨¢tica (ACD) siguen su ejemplo y si ¨¦sto es suficiente para los partidos de la oposici¨®n.
Ghanuchi defiende la unidad
El primer ministro del pa¨ªs, que tambi¨¦n ocupaba ese cargo con Ben Ali, ha defendido su Ejecutivo a primera hora de la ma?ana en la radio francesa Europe 1. Ghanuchi ha asegurado que se han elegido a sus miembros por el "inter¨¦s del pa¨ªs" y que los seis ministros que siguen en el Gobierno "tienen las manos limpias". Los tres ministros ajenos al aparato son los l¨ªderes de los tres ¨²nicos partidos de oposici¨®n legales. Se trata de Ahmed Brahim, l¨ªder Ettajdid, que asumi¨® la de Desarrollo Regional; y Najib Chebbi, fundador del Partido Democr¨¢tico Progresista, que es es ministro de Educaci¨®n Superior. Aunque su escaso n¨²mero ha defraudado las expectativas de gran parte de la poblaci¨®n, es la primera vez en la historia de T¨²nez que hist¨®ricos dirigentes de las fuerzas de oposici¨®n toleradas por el r¨¦gimen de Ben Ali entran en el Gobierno. Dos de estos partidos ni siquiera tienen representaci¨®n parlamentaria y el tercero tiene apenas dos diputados.
Ghanuchi ha prometido que "todos los partidos ser¨¢n autorizados a participar "en las elecciones que se celebrar¨¢n en un plazo de dos meses "en igualdad de condiciones", eso s¨ª, siempre que "respondan a las reglas requeridas por la ley electoral". "A partir de hoy, hay una separaci¨®n estricta entre el Estado y los partidos", ha prometido el primer ministro, que contin¨²a en el puesto que ocupaba con el dictador. Sin embargo, esta apertura no se aplicar¨¢, de momento, a los islamistas. El l¨ªder integrista Rachid Ghanuchi, en el exilio en Londres, no podr¨¢ volver que "si no hay una ley de amnist¨ªa" que borre su condena a cadena perpetua impuesta en 1992 y que ya prepara el Ejecutivo de unidad nacional.
Nuevas medidas
Entre las primeras medidas anunciadas ayer por el nuevo Gobierno de transici¨®n, Ghanuchi prometi¨® que pondr¨¢ en libertad a todos los presos pol¨ªticos mediante una ley de amnist¨ªa, legalizar¨¢ a todos los partidos que lo soliciten e investigar¨¢ a cualquier sospechoso de corrupci¨®n o de haber amasado una fortuna bajo el antiguo r¨¦gimen.
Con o sin la presencia de los islamistas, Ganuchi se ha mostrado confiado en poder celebrar unos comicios "libres, transparentes, controlados por una comisi¨®n independiente y con observadores internacionales". Se desconoce el peso del islamismo en T¨²nez, ya que los movimientos como el encabezado por Ghanuchi, el Partido del Renacimiento, fue ilegalizado hace 20 a?os.
En las c¨¢rceles tunecinas, seg¨²n denunci¨® Human Rights Watch hace un a?o, hay 800 j¨®venes condenados por ideas compartidas con los grupos radicales isl¨¢micos pero, que se sepa, no forman parte de grupos terroristas. En respuesta, Rachid Ghanuchi ha denunciado hoy que el Gobierno de T¨²nez es "de exclusi¨®n nacional".
78 muertos en los disturbios
En la entrevista con Europe 1, Ghanuchi tambi¨¦n ha asegurado que ser¨¢n juzgados los responsables de la represi¨®n de los ¨²ltimos d¨ªas, que han costado la vida a menos 78 personas seg¨²n la cifra oficial y 120 seg¨²n otras fuentes. "Ser¨¢n llevados ante los jueces todos los que han estado en el origen de esa masacre, de esa carnicer¨ªa", ha dicho. En este sentido, Amnist¨ªa Internacional ha exigido que los derechos humanos sean la "m¨¢xima prioridad" en el nuevo proceso pol¨ªtico que vive T¨²nez "despu¨¦s de 23 a?os de atentados a las libertades", y ha reclamado que las fuerzas de seguridad dejen de ser un "instrumento de la represi¨®n". Las promesas y explicaciones de Ghanuchi no parecen convencer a los protagonistas de la revuelta, que siguen protestando en las calles. La Polic¨ªa ha reprimido esta ma?ana decenas de protestas en diferentes puntos de la capital tunecina contra la composici¨®n del nuevo Gobierno. En la popular avenida Habib Burguiba, en el centro, cerca de un centenar de personas han intentado formar una manifestaci¨®n que ha sido disuelta a los pocos minutos por las fuerzas policiales con el lanzamiento de gases lacrim¨®genos.
Los manifestantes se dispersaron por las calles adyacentes perseguidos por decenas de agentes policiales, que han cargado tambi¨¦n con porras, aunque no se han escuchado disparos. Al mismo tiempo, en otros puntos de la capital, una veintena de protestas y concentraciones espont¨¢neas contra el nuevo Gobierno han sido disueltas igualmente por las fuerzas antidisturbios. Un grupo de cientos de manifestantes se ha concentrado ante las puertas de la catedral de T¨²nez, al final de la avenida Burguiba y la Polic¨ªa ha cargado igualmente sobre ellos. En estos momentos, el caos vuelve a reinar en el centro de la ciudad, donde nubes de gases lacrim¨®genos se observan en varias zonas, sobrevoladas por helic¨®pteros policiales. Los cientos de personas que intentan manifestarse por la capital gritan consignas contra el nuevo Gobierno y demandan la disoluci¨®n del RCD. Los partidos de oposici¨®n ilegal, principalmente islamistas y comunistas, critican tambi¨¦n hoy duramente la composici¨®n del Ejecutivo de transici¨®n y convocan igualmente a manifestarse a los tunecinos. Algunos dirigentes en el exilio e intelectuales en T¨²nez hablaban de "farsa" y del "riesgo de que el antiguo r¨¦gimen secuestre la revoluci¨®n civil".
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