La transici¨®n pol¨ªtica arranca en T¨²nez
El Gobierno incorpora a tres ministros de la oposici¨®n y anuncia una amnist¨ªa - Las elecciones se celebrar¨¢n en seis meses con todos los partidos legalizados
Al tiempo que el Ej¨¦rcito restaura el orden, las ciudades y pueblos de T¨²nez recobran el pulso tras un mes de ansiedad al borde del colapso, y tratando de superar el vac¨ªo pol¨ªtico de un pa¨ªs sin Gobierno, el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, anunciaba ayer el nuevo Ejecutivo que dirigir¨¢ la incipiente transici¨®n hacia unas elecciones legislativas, primero, y presidenciales, despu¨¦s. De culminar, el proceso traer¨ªa la democracia a un Estado ¨¢rabe. Nada menos. En este convulso pa¨ªs se mezclaban la satisfacci¨®n de los pragm¨¢ticos l¨ªderes de los partidos de oposici¨®n legales, que formar¨¢n parte del Gobierno, con la suspicacia de quienes rechazan la presencia en el Gabinete de ex ministros del tirano Zine el Abidine Ben Ali. Algunos dirigentes en el exilio e intelectuales en T¨²nez hablaban de "farsa" y del "riesgo de que el antiguo r¨¦gimen secuestre la revoluci¨®n civil" que ha causado la muerte de unas 120 personas.
El primer ministro Ghanuchi promete investigar los casos de corrupci¨®n
El partido de Ben Ali controlar¨¢ los ministerios m¨¢s importantes
La moderada oposici¨®n tunecina ha logrado sus objetivos, aunque promete estar vigilante. Mustaf¨¢ Benjaafar, jefe del Foro Democr¨¢tico por el Trabajo y las Libertades, se hace cargo de la cartera de Sanidad. Ahmed Brahim, l¨ªder Ettajdid, asume la de Desarrollo Regional, y Najib Chebbi, fundador del Partido Democr¨¢tico Progresista (PDP), es ministro de Educaci¨®n Superior. Lo que despierta el recelo, cuando no abierta indignaci¨®n, es que los responsables de Interior, Defensa, Hacienda y Exteriores son los mismos que ejerc¨ªan esa funci¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas del Gobierno de Ben Ali. Inaceptable para el millar de manifestantes que a las once de la ma?ana, ya conocedores de la composici¨®n del Ejecutivo, protestaban en el centro de la capital. "Es una mascarada", declaraba desde Par¨ªs Moncef Marzuki, un l¨ªder opositor hist¨®rico que anunci¨® que se presentar¨¢ a las elecciones presidenciales. Quienes abominan de Ben Ali y sus secuaces exigen que sea borrado todo vestigio del antiguo r¨¦gimen.
Una misi¨®n ardua en T¨²nez, donde el 20% de la poblaci¨®n -dos millones de personas- son afiliados a la Asamblea Constitucional Democr¨¢tica (ACD), el partido del aut¨®crata. "Las figuras del partido de Ben Ali en el Gobierno no pueden haber estado conectados a la represi¨®n ni a la corrupci¨®n. Son tecn¨®cratas que no se han ensuciado las manos", declaraba Omeyya Seddik, miembro de la direcci¨®n del PDP. "No estamos del todo contentos con la negociaci¨®n del Ejecutivo, pero esto es real politik", a?ad¨ªa su compa?ero Ahmed Bouazzi. Efectivamente, 12 de los 20 miembros del Ejecutivo pertenecen a las filas de la ACD.
Ghanuchi anunci¨® la amnist¨ªa general para todos los presos de conciencia y a?adi¨®: "Cualquiera que haya acumulado una enorme riqueza o sea sospechoso de corrupci¨®n ser¨¢ llevado ante un comit¨¦ de investigaci¨®n". Esa era otra de las principales demandas de los opositores. Bouazzi apunt¨® que ser¨¢ Iyad Ben Achur, un ex miembro del Consejo Constitucional y profesor de Derecho, quien encabezar¨¢ la comisi¨®n que investigar¨¢ la corrupci¨®n de los allegados de Ben Ali.
A Fathi Chamkhi, profesor de Geograf¨ªa y miembro de la Liga Tunecina de Derechos Humanos, la composici¨®n del Gabinete le resulta deplorable. "Los problemas", afirma, "son m¨¢s profundos que la c¨®lera contra una familia. Este r¨¦gimen de actores de teatro quiere hacernos creer que lo que detestan los tunecinos es a Ben Ali y a los Trabelsi, y que ahora todo ir¨¢ bien. Lo que quiere la gente es trabajo. El nuevo Gobierno es la contrarrevoluci¨®n".
Resta ahora por conocer el calendario pol¨ªtico. Ghanuchi, miembro del partido del represor, aunque visto por parte de la poblaci¨®n como un mero gestor, advirti¨® de que no es posible organizar unas elecciones en el plazo de dos meses, como prev¨¦ la Constituci¨®n en el caso de vacante presidencial. Seddik, dirigente del PDP, anunci¨® que en seis meses se celebrar¨¢n elecciones legislativas, que dar¨¢n paso a una reforma constitucional que permitir¨¢ la organizaci¨®n de comicios presidenciales democr¨¢ticos m¨¢s tarde, en fecha a¨²n no prevista. Era esta una condici¨®n innegociable de la oposici¨®n, tanto de los pragm¨¢ticos y como de los m¨¢s radicales.
Se amontonan las tareas para el Ejecutivo. Porque la seguridad, como se pod¨ªa observar ayer en muchos barrios de T¨²nez -comisar¨ªas incendiadas, coches calcinados, j¨®venes esposados y arrodillados en los arcenes-, no est¨¢ garantizada. "Unas 3.000 personas han sido detenidas en los ¨²ltimos d¨ªas", explic¨® Bouazzi, todos ellos agentes de la guardia presidencial de Ben Ali o miembros de la odiada polic¨ªa, que han propagado el terror durante las tres ¨²ltimas noches de caos, pillaje y choques con los soldados. Pero hay m¨¢s. Todo el mundo ¨¢rabe est¨¢ pendiente de los acontecimientos en T¨²nez. Aunque los pa¨ªses europeos que tienen mayores intereses en este pa¨ªs apoyan ahora las reformas democr¨¢ticas, son muy pocos los que esperan en T¨²nez un comportamiento apropiado desde Par¨ªs, Madrid o Roma, capitales que respaldaron al d¨¦spota hasta su fuga a Arabia Saud¨ª.
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