La Comunidad busca soluciones para un millar de j¨®venes cooperativistas
Medio Ambiente rechaza la urbanizaci¨®n del suelo que compraron en Moraleja
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Hace dos meses se ataron a una cruz en se?al de protesta. El gesto resume a la perfecci¨®n el calvario que han sufrido los cooperativistas de Moraleja de Enmedio. La paralizaci¨®n de su Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) afecta a hect¨¢reas de campo, llanos, colinas y grandes extensiones de un gran secarral situado a las afueras del pueblo. Detr¨¢s, tambi¨¦n hay un buen n¨²mero de historias de gente que so?aba con tener un hogar y que no lo tiene.
El plan lleva estancado desde 2001 porque el Gobierno regional considera una locura que prevea la construcci¨®n de 10.000 viviendas en un municipio que apenas tiene ahora 1.400. Los grandes perjudicados de este desaguisado son 1.200 j¨®venes que hace una d¨¦cada compraron suelo r¨²stico con la promesa de que ser¨ªa urbanizable en poco tiempo. Se bautiz¨® el futuro barrio que iban a levantar como La Tener¨ªa. De media, los j¨®venes cooperativistas han puesto 50.000 euros. Desesperados porque en su terreno sigue sin poder construirse hasta que no se apruebe el plan, llevan tres meses y medio acampados sobre la tierra donde esperan alg¨²n d¨ªa levantar sus casas.
Los afectados han puesto una media de 50.000 euros cada uno
El alcalde de Moraleja, Carlos Alberto Estrada, y el director general de Urbanismo, Ramindo Herr¨¢iz, se reunieron esta semana en la Consejer¨ªa de Medio Ambiente para tratar de solucionar el problema. La Comunidad no va a recular: considera un desprop¨®sito el plan. El 13 de diciembre, el Ejecutivo regional deneg¨® la aprobaci¨®n, lo que devolv¨ªa el proyecto al Consistorio, que, sin embargo, lo ha aprobado. Estrada se rebel¨®. Lo sac¨® adelante por "silencio administrativo"; una afrenta, pues contradice las indicaciones de la presidenta Esperanza Aguirre, de su propio partido. Quiera o no el alcalde, el plan no entrar¨¢ en vigor, lo que deja sin esperanza a los cooperativistas, en su gran mayor¨ªa hipotecados.
Esta situaci¨®n lamentable ha llevado a la Comunidad a buscar una soluci¨®n de urgencia, a pesar de que la responsabilidad es puramente municipal. Los dirigentes de Urbanismo han planteado al Ayuntamiento que realice algunas enmiendas al plan para poder salvar la situaci¨®n de los j¨®venes. Entre las propuestas se valora desarrollar la zona sur del municipio con 2.500 viviendas, lo que se considera un desarrollo m¨¢s sostenible.
Se intenta as¨ª solucionar un problema social, que golpea el d¨ªa a d¨ªa del millar de cooperativistas que ven c¨®mo tienen que seguir pagando la compra del terreno sin la certeza de que se construya nada. El gabinete de comunicaci¨®n del Ayuntamiento se limit¨® a difundir una nota de prensa en la que manifestaba que durante la reuni¨®n "se intercambiaron criterios, en un clima distendido y de cooperaci¨®n bilateral".
La redacci¨®n propia del PGOU tiene deficiencias. La Comunidad ha explicado que falta documentaci¨®n relacionada con las alegaciones de los afectados por el plan general, adem¨¢s de que no existen referencias sobre las v¨ªas pecuarias, los parques regionales o las zonas protegidas por su valor arqueol¨®gico. Adem¨¢s del problema del crecimiento desmesurado. Seg¨²n ese plan, Moraleja tendr¨ªa 50.000 habitantes dentro de una d¨¦cada, cuando en los ¨²ltimos 15 creci¨® en 2.423 habitantes. Mientras, los cooperativistas siguen acampados. Son los sin techo que ha dejado el desorden urban¨ªstico.
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