Portugal vota en tiempos de crisis

M¨¢s de nueve millones y medio de portugueses est¨¢n convocados hoy a las urnas para elegir al presidente de la Rep¨²blica de los pr¨®ximos cinco a?os. Un cargo institucional que la Constituci¨®n consagra como factor de equilibrio entre poderes y elemento amortiguador de tensiones. Entre sus atribuciones destacan el poder de vetar leyes e iniciativas legislativas del Parlamento y del Gobierno, la comandancia m¨¢xima de las Fuerzas Armadas y la facultad de disolver la Asamblea de la Rep¨²blica y convocar elecciones anticipadas en situaciones de ingobernabilidad. A las 08.00, hora local (una hora m¨¢s en la Espa?a peninsular) han abierto los colegios. Las urnas cerrar¨¢n a las 19.00, hora local.

Desde la recuperaci¨®n de la democracia ning¨²n jefe de Estado ha recurrido a esta medida extrema. Las elecciones de hoy se celebran en un escenario de intensa presi¨®n de los mercados financieros sobre Portugal, ante el voluminoso endeudamiento del pa¨ªs, que puede obligar al Gobierno a pedir ayuda a la Uni¨®n Europea y al Fondo Monetario Internacional. La crisis econ¨®mica contamina la vida pol¨ªtica, y la campa?a electoral que concluy¨® el viernes ha sido un buen reflejo de ello.

Solo dos de los seis candidatos tienen posibilidades reales de obtener la victoria. El favorito, seg¨²n todas las encuestas, es el presidente saliente, An¨ªbal Cavaco Silva, del conservador Partido Social Dem¨®crata (PSD).

Su principal adversario es Manuel Alegre, candidato del Partido Socialista (PS), en el Gobierno con el primer ministro Jos¨¦ S¨®crates, y que tiene tambi¨¦n el apoyo del Bloco de Esquerda, un partido que es el resultado de la uni¨®n de varios grupos radicales de izquierda y de disidentes del Partido Comunista.

Cavaco y Alegre ya se enfrentaron en las presidenciales de 2006, en las que el primero gan¨® con el 50,5% de los votos (2,7 millones) en la primera vuelta. Alegre obtuvo el 20,7% (1,1 millones) como candidato independiente, por delante del 14,3% (785.000 votos) que logr¨® el veterano Mario Soares, designado entonces por el PS. Pero, esta vez, hay un solo candidato socialista.

El ¨²nico interrogante de esta jornada electoral es si Cavaco Silva franquear¨¢ la barrera del 50% de los votos, que har¨ªa innecesaria una segunda vuelta. Si no lo logra, el escenario podr¨ªa cambiar de color, ya que en un mano a mano entre Cavaco y Alegre, este ¨²ltimo podr¨ªa captar los votos de los otros cuatro candidatos, -el comunista Francisco Lopes y los independientes Fernando Nobre, Jos¨¦ Manuel Coelho y Defensor Moura-, todos ellos de izquierda.