Los papeles secretos de Palestina desacreditan al presidente Abbas

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha asegurado varias veces que la v¨ªa de la negociaci¨®n con Israel expirar¨¢ en septiembre de este a?o. Para entonces se cumplir¨¢n dos d¨¦cadas de un proceso diplom¨¢tico est¨¦ril. La cuesti¨®n, ahora, consiste en si Abbas tiene a¨²n capacidad para esperar a septiembre: la filtraci¨®n de 1.600 documentos internos sobre las negociaciones revela que los palestinos ya no pueden ofrecer m¨¢s y los israel¨ªes ya no pueden ofrecer menos, y deja al propio Abbas en una posici¨®n muy delicada ante su opini¨®n p¨²blica. Tambi¨¦n se demuestra, sin embargo, que israel¨ªes y estadounidenses han mantenido las posiciones m¨¢s intransigentes.

La televisi¨®n Al Yazira inici¨® el domingo la publicaci¨®n de los documentos, que dirigentes de la Autoridad Palestina y de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) calificaron de "mentira fabricada con medias verdades", de "manipulaci¨®n" y de "propaganda". El diario brit¨¢nico The Guardian se uni¨® a Al Yazira en la difusi¨®n de los textos.

La filtraci¨®n de Al Yazira da una imagen servil de la delegaci¨®n palestina

En realidad, no hab¨ªa nada sustancial por descubrir. Ya se sab¨ªa que entre 2008 y 2009, a ra¨ªz de las conversaciones en Annapolis patrocinadas por George W. Bush, los representantes palestinos hab¨ªan renunciado al derecho de retorno de los refugiados (se conformaban con la vuelta de entre 5.000 y 10.000, una cifra simb¨®lica) y hab¨ªan asumido que los asentamientos israel¨ªes en la parte ocupada de Jerusal¨¦n oriental pasar¨ªan a formar parte de Israel. Tambi¨¦n se sab¨ªa que renunciaban al barrio jud¨ªo de la Ciudad Vieja y al control sobre la Explanada de las Mezquitas y sobre el Muro de las Lamentaciones.

El inter¨¦s, como en la reciente megafiltraci¨®n de WikiLeaks, estaba en los detalles. En frases entresacadas de las transcripciones de las reuniones privadas. Como las atribuidas al negociador Saeb Erekat en las que ofrec¨ªa a Israel "el mayor Yerushalaim [pronunciado en hebreo] de la historia" o dec¨ªa a Tzipi Livni, entonces ministra israel¨ª de Asuntos Exteriores, que si pudiera votar¨ªa por ella. Lo emitido hasta ahora por Al Yazira ofrece de los negociadores palestinos una imagen servil que encaja con las acusaciones de "traici¨®n" formuladas por Ham¨¢s, el partido islamista enemigo de la OLP. Incluso antiguos negociadores palestinos, como Diana Buttu, reclamaron la dimisi¨®n de Erekat por haber "perdido completamente el contacto con las aspiraciones de nuestra gente".

Seg¨²n Erekat, las frases m¨¢s conflictivas se citaban fuera de contexto o eran objeto de manipulaci¨®n. "Se nos presenta como si se lo regal¨¢ramos todo a Israel, como si hubi¨¦ramos traicionado a los refugiados y hubi¨¦ramos vendido Jerusal¨¦n con la mezquita de Al Aqsa incluida, y eso es falso", afirm¨® un portavoz. "Quien quiera conocer nuestra posici¨®n", continu¨®, "no tiene m¨¢s que leer los documentos que entregamos a los israel¨ªes y los estadounidenses en septiembre pasado: fronteras de 1967 con m¨ªnimos intercambios de territorio, y eso no ha cambiado en 20 a?os".

La filtraci¨®n, que proseguir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, comenz¨® cuando el presidente Mahmud Abbas estaba en Egipto y otros cargos de la Autoridad Palestina y de la OLP se encontraban tambi¨¦n en el extranjero. La sorpresa y la dispersi¨®n dificultaron la reacci¨®n y generaron much¨ªsimos nervios. "Hasta ma?ana [POR HOY]no podremos reunirnos para trazar una estrategia contra esta maniobra, pero se tomar¨¢n decisiones muy importantes", dijo un portavoz palestino. Por el momento, la Autoridad Palestina abri¨® una investigaci¨®n para descubrir qui¨¦n hab¨ªa filtrado los documentos.

La poblaci¨®n palestina favorable a Abbas, su partido (Fatah) y su predisposici¨®n a negociar lleva tiempo m¨¢s o menos convencida de que el llamado proceso de paz ha sido in¨²til. La filtraci¨®n puede acabar con los d¨¦biles argumentos que Abbas, Erekat y otros dirigentes esgrim¨ªan para mantener el proceso abierto hasta septiembre de 2011, el momento en que, seg¨²n dijo el presidente de EE UU, Barack Obama, Palestina deb¨ªa ser ya un Estado independiente. La evidencia de que todo ha sido in¨²til, la evidencia de que durante las pasadas dos d¨¦cadas Israel se ha hecho m¨¢s fuerte y los palestinos no han obtenido nada, da?ar¨¢ a Abbas y favorecer¨¢ a sus rivales resistencialistas de Ham¨¢s. Falta ver hasta qu¨¦ punto.

Pero tambi¨¦n habr¨¢ da?o para Israel. Los papeles de Palestina demuestran que Israel ha mentido cuando se ha escudado en la "falta de interlocutores" y que desde 1991 ha mantenido una posici¨®n maximalista: o se aceptan todas sus exigencias, o se vuelve al punto de partida. La posici¨®n de Benjam¨ªn Netanyahu no se refuerza por la filtraci¨®n, sino al contrario. Todos los implicados en las negociaciones, incluyendo a EE UU, salen perdiendo.