G¨®mez premia la fidelidad y destaca en su lista a Valcarce y Barranco
La delegada del Gobierno ir¨¢ de 'n¨²mero dos' en la lista socialista regional
"En Madrid se va a producir un duro enfrentamiento ideol¨®gico entre el PP m¨¢s conservador de Aguirre, y el PSOE m¨¢s izquierdista de G¨®mez", sentenciaba hace una semana un miembro de la ejecutiva regional del Partido Socialista de Madrid (PSM). Para reforzar ese perfil, Tom¨¢s G¨®mez, l¨ªder de los socialistas madrile?os, ha fichado a Amparo Valcarce, delegada del Gobierno en Madrid, y a Juan Barranco, ex alcalde de la capital y diputado en el Congreso. El secretario general del PSM los incluir¨¢ como n¨²mero dos y tres respectivamente en la candidatura de su partido para la Comunidad de Madrid.
La designaci¨®n de Valcarce tambi¨¦n se interpreta en algunos sectores del PSM como un gui?o de G¨®mez a Rodr¨ªguez Zapatero tras los ¨²ltimos roces: las primarias socialistas, donde el presidente del Gobierno trat¨® de evitar la candidatura del l¨ªder madrile?o. Valcarce es amiga personal y estrecha colaboradora de Zapatero desde que comenz¨® su andadura pol¨ªtica en Le¨®n. Otros diputados socialistas rechazan esta tesis. "No es un gui?o a nadie. Valcarce apoy¨® a G¨®mez durante las primarias contra la opini¨®n de Zapatero", precisa un parlamentario pr¨®ximo al ex alcalde de Parla.
Adem¨¢s, el PSM ha confirmado que la actual portavoz del grupo parlamentario socialista en la Asamblea, Maru Men¨¦ndez, ocupar¨¢ el puesto n¨²mero cuatro en la lista para la Comunidad de Madrid. Men¨¦ndez ve as¨ª recompensada su fidelidad a G¨®mez. La dirigente socialista ha defendido con solidez la gesti¨®n al frente del PSM del ex alcalde de Parla ante los ataques del sector cr¨ªtico socialista. Men¨¦ndez es la voz de G¨®mez en la ejecutiva federal, donde traslada las objeciones de su jefe contra las decisiones antisociales del Gobierno nacional. As¨ª lo hizo hace unas semanas con la reforma de las pensiones, donde traslad¨® el temor de su grupo a que la reforma termine reforzando la figura de los planes privados.
Barranco, por su parte, regresa a la pol¨ªtica madrile?a de la que oficialmente permanec¨ªa alejado, pues desde 1996 ha ocupado esca?os en el Congreso y en el Senado. Aunque Barranco nunca ha perdido influencia en las cuestiones que ata?en a la federaci¨®n madrile?a. Ha apoyado a G¨®mez en su pulso con la direcci¨®n federal por su candidatura y se ha convertido en uno de sus hombres de confianza. La designaci¨®n de Barranco se interpreta, entre los cargos socialistas consultados, como una recompensa por su amparo durante las primarias. Y se baraja la idea de que ser¨¢ designado senador cuando se abra la v¨ªa auton¨®mica.
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