Mar¨ªa Mercader, la actriz catalana que am¨® a De Sica
Se cas¨® con el director italiano tras 17 a?os de idilio secreto
La actriz catalana Mar¨ªa Mercader, que fue la segunda mujer del director Vittorio de Sica e int¨¦rprete de unas 40 comedias italo-espa?olas y filmes del neorrealismo, muri¨® el mi¨¦rcoles, 26 de enero, en Roma con casi 93 a?os. Hab¨ªa nacido en Barcelona el 6 de marzo de 1918.
Se mud¨® a la ciudad del Coliseo a principios de la d¨¦cada de los cuarenta. En la Roma preb¨¦lica encontr¨® importantes ocasiones profesionales y, sobre todo, el amor de su vida.
Fue un aut¨¦ntico flechazo. ?l era entonces un aclamado actor que enamoraba a las mujeres y ya hab¨ªa dado el salto a la direcci¨®n, firmando pel¨ªculas de discreto ¨¦xito. Ella era joven, rubia, guapa, de temple pasional y rom¨¢ntica. En su curr¨ªculo destacaba el papel interpretado en Molinos de viento (1939), de Rosario Pi, adaptaci¨®n al cine de una popular zarzuela.
Su hermano Ram¨®n era el esp¨ªa sovi¨¦tico que asesin¨® a Trotski
La nariz que apuntaba hacia el cielo le daba un toque refinado, perfecto para interpretar en 1942 a la protagonista de Un garibaldino en el convento, una alumna burguesa de un colegio de monjas que esconde y da cobijo a un patriota del siglo XIX herido. Por supuesto, entre premura y premura, acaba conquistando su coraz¨®n. Una trama de dram¨®n hist¨®rico, con el trasfondo de la guerra de unificaci¨®n de Italia (mientras, en la realidad, el Duce encaminaba el pa¨ªs hacia el segundo conflicto mundial), que el maestro supo resolver con un toque leve, a la vez tierno e ir¨®nico.
La veterana int¨¦rprete ten¨ªa a otro familiar que se ha quedado atrapado en las p¨¢ginas de la historia: su hermano, Ram¨®n Mercader del R¨ªo Hern¨¢ndez, asesin¨® a Le¨®n Trotski en M¨¦xico, el 20 de agosto de 1940, de un piquetazo en la nuca.
De todos modos, fue la relaci¨®n con el maestro del neorrealismo lo que centr¨® su existencia. Aquel encuentro le abri¨® las puertas al mundo del cine. Conoci¨® a Chaplin, Zavattini, Goldwyn; actu¨® con De Sica -inolvidable en La puerta del cielo de 1945-, Blasetti (Nadie vuelve atr¨¢s, 1943) o Coletti (Cuore, entre otros) y le brind¨® una pasi¨®n cautivadora.
Sin embargo, tambi¨¦n marc¨® el principio de una vida clandestina, llevada a escondidas, la que le toca tragar a las amantes: el director estaba entonces casado con Giuditta Rissone y la legislaci¨®n de la Italia fascista, tan empe?ada en complacer al vecino Vaticano, no admit¨ªa el divorcio. Y a¨²n m¨¢s: romper un matrimonio era un verdadero tab¨².
Mientras tanto, Vittorio de Sica se ganaba la fama y el aplauso mundial (gan¨® cuatro oscars: el primero en 1948 por Sciusci¨¤, luego por Ladrones de bicicletas y Ayer hoy y ma?ana y en 1972 con El jard¨ªn de los Finzi-Contini).
Mar¨ªa Mercader era su viuda blanca, la mujer en la sombra, querid¨ªsima pero obligada al silencio y a ser transparente. Solo al cabo de 17 a?os, en 1959, pudo coronar su sue?o y se cas¨® con De Sica en M¨¦xico. La uni¨®n no fue reconocida en Italia. En 1968, ¨¦l se divorci¨® en Francia y pudo volver a casarse en Par¨ªs. Esta vez, legalmente, Mar¨ªa Mercader se hizo Mar¨ªa de Sica. Seis a?os m¨¢s tarde, el marido muri¨®. A Mar¨ªa le qued¨® el amor de los dos hijos que tuvieron juntos, Christian y Manuel.
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