Pensiones m¨¢s sostenibles
A legislaci¨®n constante, seg¨²n los diversos estudios disponibles de organismos oficiales, nacionales e internacionales, expertos y centros de investigaci¨®n, el sistema espa?ol de pensiones contributivas acabar¨ªa desarrollando un d¨¦ficit equivalente al 7% del PIB, o tal vez mayor, en 2050. La legislaci¨®n del sistema de pensiones nunca es constante y trata de evolucionar para ir mejorando paulatinamente la sostenibilidad. Sin embargo, y esto ha sucedido en nuestro pa¨ªs, a veces da pasos atr¨¢s provocando una mayor inestabilidad financiera futura del sistema.
Afortunadamente, esto no es lo que ha sucedido en esta ocasi¨®n en Espa?a. La reforma aprobada el viernes por el Ejecutivo representa un paso adelante decidido hacia la sostenibilidad futura del sistema de pensiones. Las medidas que se han tomado inciden en el c¨¢lculo de las pensiones y la edad efectiva de jubilaci¨®n, fundamentalmente, y lo hacen mediante tres medidas cuya combinaci¨®n ser¨¢ eficaz y eficiente: se aumenta la edad de jubilaci¨®n a los 67 a?os, se aumenta la carrera de cotizaci¨®n para poder percibir el 100% de la base reguladora de la pensi¨®n (incluso a los 65 a?os) a 38 a?os y seis meses y se aumenta el periodo de c¨®mputo de la base reguladora a 25 a?os.
Todas estas medidas har¨¢n al sistema m¨¢s sostenible. De ese d¨¦ficit al que me refer¨ªa, y que se har¨ªa progresivamente mayor a partir del virtual equilibrio financiero actual, una buena mitad podr¨¢ evitarse a nada que las medidas adoptadas se implanten adecuadamente en el desarrollo reglamentario de la futura Ley de Actualizaci¨®n, Adecuaci¨®n y Modernizaci¨®n del Sistema de Seguridad Social. No es un resultado menor y debemos congratularnos por ello.
Las medidas planteadas por el Ejecutivo ejercer¨¢n sus efectos gradualmente y entrar¨¢n plenamente en vigor en 2027. A partir de esta fecha, cada cinco a?os se revisar¨¢n a tenor de la evoluci¨®n demogr¨¢fica para adecuarlas a las nuevas condiciones de la esperanza de vida, etc¨¦tera. Presumiblemente, ejercer¨¢n efectos significativos cuando la suficiencia financiera del sistema comience a verse m¨¢s seriamente comprometida con el comienzo de la jubilaci¨®n de las generaciones nacidas entre 1965 y 1975, las m¨¢s numerosas de la historia demogr¨¢fica espa?ola.
Pero no debe pensarse que es la demograf¨ªa agregada, el equilibrio de edades, la que dicta la necesidad de estas reformas. Est¨¢ la baja natalidad, claro, que deteriora el balance de cotizantes y pensionistas. Pero, sobre todo, est¨¢ la creciente longevidad que deteriora el balance individual entre el periodo de actividad laboral y el periodo de jubilaci¨®n. No hay escape a esta evoluci¨®n, exacerbada por la tendencia a entrar cada vez m¨¢s tarde al mercado de trabajo. Este es el verdadero problema de las pensiones, y la edad de jubilaci¨®n es la piedra clave de todo el entramado de medidas que se puedan adoptar.
As¨ª ha resultado en la propuesta del Gobierno. La regla del 67 no se ha ca¨ªdo de los textos, aunque traiga sus excepciones, como es natural. Adem¨¢s, los antecedentes pol¨ªticos (acuerdo del Congreso del martes) y sociales (acuerdo tripartito de la madrugada del viernes) no pueden ser m¨¢s favorables si se mira la cosa con realismo.
Habr¨¢ quienes hayan quedado defraudados con esta reforma, bien porque deseaban mucha m¨¢s intensidad en las medidas o porque no hubiesen deseado ninguna. Pero el mundo no es tan perfecto y, en mi opini¨®n, lo que se ha conseguido con los acuerdos precedentes es mucho m¨¢s de lo que nos hubi¨¦semos atrevido a esperar hace unos meses, por no decir semanas.
La sostenibilidad del sistema entra en una senda m¨¢s eficaz que la que se vislumbraba antes de este planteamiento, y solo cabe esperar que el desarrollo reglamentario de la futura ley sea realista, avanzado y estimulante. Sin duda que habr¨¢ que seguir haciendo ajustes, incluso de envergadura relevante, para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del sistema y su robustez frente a los cambios en la longevidad. Al fin y al cabo no vamos a tratar de parar el aumento de la esperanza de vida. Pero una buena parte del trabajo puede haber quedado encarrilada con esta reforma. -
).Jos¨¦ a.
herce
Jos¨¦ A. Herce es socio de Analistas Financieros Internacionales (Afi
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