Fundido en negro
El dise?ador Juan Vidal impacta en la primera sesi¨®n de la d¨¦cima edici¨®n de la Semana de la Moda de Valencia
La d¨¦cima edici¨®n de la Semana de la Moda de Valencia, del 2 al 4 de febrero, estrena contenedor. ?Perdidos? La elipsis, en el cine, es un salto en el tiempo o en el espacio. El espectador no pierde la continuidad de la secuencia aunque se han eliminado los pasos intermedios. Movimientos de rotaci¨®n alrededor de la nada o in¨²tiles a la acci¨®n. Vaya. Y en eso estamos. De repente, la organizaci¨®n de la pasarela abandona Feria Valencia, tras ocho ediciones all¨ª, y se instala en el marco alicatado (m¨¢s de 300 metros cuadrados en blanco nuclear) del ?gora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Ale hop.
Como ustedes son listos y descre¨ªdos, no habr¨¢n tardado en deducir que lo del salto espacial (algo) tiene que ver con la relaci¨®n laxa entre la organizaci¨®n de la Semana de la Moda y la Administraci¨®n local. Sea como sea, la elipsis parece haberles salido bien; ahora veremos si los contenidos complementan este salto hacia delante o se queda todo en un generoso flashback medi¨¢tico. La vida de la pasarela es un l¨ªo. ?Saquen el Doppelg?nger interior! La ¨²ltima colecci¨®n de Juan Vidal, que abri¨® la pasarela, llega vampirizando los leitmotive del movimiento subcultural g¨®tico de la literatura rom¨¢ntica de finales del siglo XIX: el Amor y la Muerte. Entre los elementos que confieren la especificidad formal a la colecci¨®n se encuentran el erotismo larvado y el amor l¨²brico por lo oscuro.
Castro construye un desfile que respira experiencia
Zazo & Brull se fueron por veredas m¨¢s psicol¨®gicas
"Enigm¨¢tica, elegante, m¨ªstica y misteriosa; una mujer convertida en cisne, un sue?o siniestro con una gran presencia, cierta aura peligrosa y gran teatralidad", explicaba el dise?ador. Odile, la archivillana de las aves, emerge como vencedora ante una c¨¢ndida Odette desplumada. Influido por los vientos minimalistas que soplan en la moda actual, Vidal se mostr¨® conciso, pero muy acertado, en su viaje (con billete de ida y vuelta) al Mal.
Un foco de atracci¨®n de fuerzas oscuras. Espectros negros de silueta encorsetada sin aditivos ni detalles superfluos. Las prendas et¨¦reas, de gasa, que flotaban como si fueran niebla londinense, pusieron el contrapunto po¨¦tico a una colecci¨®n rigurosa y f¨¦rrea que no defraudar¨¢ a los amantes del romanticismo tenebroso. Chapeau. No se vayan todav¨ªa que esto se sigue poniendo bien negro. Lo g¨®tico, como la gripe, es altamente contagioso. Ach¨ªss.
Sorteando el peligro emo que acecha al referente, Jos¨¦ Castro construye para Siempreesviernes un desfile que respira experiencia bien entendida y l¨²dica oscuridad. El dise?ador gallego se deja seducir por la excentricidad que progresa adecuadamente, dosificada por exigencias del gui¨®n mercantil, mezcla lo g¨®tico con actitudes de los setenta (s¨ª, otra vez la manida d¨¦cada), abusando del color negro en sus diversas variaciones y volviendo asimismo a los or¨ªgenes de s¨ª mismo.
Abrigos de falso pelo, pantalones pareo, americanas estructuradas, y medias desgarradas. Castro ha construido una osada y, ante todo, sorprendente carrera que, con frecuencia, ha recurrido a la disecci¨®n heterodoxa de las tendencias, al pastiche formal, y a la impostaci¨®n de registros en forma de ejercicio de estilo. A continuaci¨®n, los catalanes Zazo & Brull se fueron por veredas m¨¢s psicol¨®gicas, pregunt¨¢ndose sobre la fragilidad del esp¨ªritu en su colecci¨®n Distopia. Vean y admiren los recovecos de la mente humana. De nuevo el negro se convierte en el (no) color protagonista en piezas elegantes con detalles aplastantes. Bueno. Quiz¨¢ sea una contradicci¨®n que Juan Andr¨¦s Momp¨® cierre una pasarela pr¨ºt-¨¤-porter cuando su trayectoria ha glorificado la est¨¦tica, aparentemente esquem¨¢tica, de la costura y que, a partir de ah¨ª, erguir¨ªa su extenso vocabulario de recursos est¨¦ticos. Pero un lujo oiga.
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