Un Madrid verde y con menos coches

No es (de momento) un plan de obras, sino un conjunto de ideas para definir el Madrid del siglo XXI. Unos 50 expertos de diversas disciplinas (urbanismo, econom¨ªa, sociolog¨ªa...), junto a varios departamentos del Ayuntamiento de Madrid, han participado durante tres a?os en la elaboraci¨®n del Proyecto Madrid Centro, una agenda de actuaciones pensadas para inspirar la revisi¨®n del pr¨®ximo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana, que sustituir¨¢ al de 1997, previsto para la pr¨®xima legislatura.

El ¨¢mbito sobre el que plantea actuar es la almendra, el coraz¨®n de la ciudad, habitado por un tercio de los habitantes de Madrid. "El centro es el mayor activo de la ciudad y el motor econ¨®mico de la regi¨®n", precis¨® el director del plan, Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga. Es ese territorio fundamental que conform¨® el Madrid construido hasta la d¨¦cada de los a?os cincuenta. Un total de 51 kil¨®metros cuadrados que abarcan los distritos de Salamanca, Retiro, Centro, Chamber¨ª, Chamart¨ªn, Arganzuela, Tetu¨¢n y parte de Moncloa-Aravaca.

El plan plantea varias actuaciones, algunas realmente audaces, otras m¨¢s pr¨®ximas al terreno de la utop¨ªa que a la realidad. En cualquier caso, como no deja de ser un conjunto de buenas intenciones para someterlas a debate (y no compromete a nadie), no le falta riesgo. "Este documento implica el trabajo m¨¢s importante del pr¨®ximo mandato: el dise?o definitivo de Madrid, una tarea que empieza hoy y que no termina, porque una ciudad no se acaba jam¨¢s", dijo el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que ya en 2003 inclu¨ªa en su programa electoral actuaciones parecidas que nunca fructificaron.

Entre las propuestas que pueden generar m¨¢s pol¨¦mica est¨¢ la de limitar dr¨¢sticamente el tr¨¢fico rodado en las calles de Madrid y ganar espacio para los ciudadanos. Otro objetivo, algo que suscita mayor consenso, es aumentar sustancialmente las zonas verdes.

3Adi¨®s a los coches y m¨¢s calles para residentes. Esto se conseguir¨ªa "especializando algunas de las calles de la ciudad", seg¨²n el director del proyecto. Es decir, se delimitan las v¨ªas perimetrales para el tr¨¢fico de paso y las interiores quedar¨ªan reservadas para los residentes. Algo perfectamente viable, seg¨²n el proyecto, porque Madrid tiene un tejido de calles muy reticulado, en forma de red bien conectada. Por ejemplo, en el barrio de Salamanca, las calles de Serrano, Vel¨¢zquez, Goya y Alcal¨¢ (el per¨ªmetro) estar¨ªan destinadas al tr¨¢fico, mientras que Jorge Juan, Claudio Coello o Ayala (el interior) ser¨ªan v¨ªas de preferencia para peatones. No hay que confundirlo con peatonalizar las calles, sino que ser¨ªan reservadas para los residentes. Esta soluci¨®n no precisa de m¨¢s aparcamientos: al rev¨¦s, los vecinos tendr¨ªan m¨¢s espacio para aparcar. Se tratar¨ªa de invertir unas cifras que ahora agobian a todos: casi el 70% del espacio p¨²blico de Madrid est¨¢ siendo utilizado por los autom¨®viles y solo un 30% por el peat¨®n. Aunque el veh¨ªculo privado no est¨¢ llamado a desaparecer, advierte el documento, sino a ocupar un papel diferente. Dentro de esta nueva movilidad urbana, Madrid debe prepararse, adem¨¢s, para recibir un sistema de transporte masivo en bicicleta, seg¨²n el Proyecto Madrid Centro.

- Menos contaminaci¨®n. En plena pol¨¦mica sobre la alta contaminaci¨®n en Madrid, "ahora se hace urgente abordar la calidad del aire de la ciudad", considera Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, Premio Nacional de Urbanismo. En el documento, al tener un enfoque transversal, la movilidad est¨¢ en relaci¨®n con el medio ambiente. La contaminaci¨®n m¨¢s importante, seg¨²n el director del proyecto, se produce por los coches que buscan aparcamiento, lo que en argot profesional se denomina tr¨¢fico de agitaci¨®n. Y si en Madrid se han eliminado otros factores contaminantes, como las calderas de carb¨®n, los autobuses son cada vez menos contaminantes y en el centro ya no existen industrias, queda claro que la principal fuente de poluci¨®n es el tr¨¢fico. As¨ª, los expertos plantean -de forma gradual- excluir los coches del ¨¢rea central, el de los movimientos pendulares (usarlo para ir de la vivienda al trabajo) y resolverlo con transporte p¨²blico. Lo justifica la cifra de medio mill¨®n de veh¨ªculos que entran en Madrid procedentes de la periferia. Sin llegar a prohibir el tr¨¢fico, se trata de disuadir de coger el coche ante la imposibilidad de poder aparcar. No hay ninguna ciudad a la que nos queramos parecer, como Londres, Par¨ªs o Roma, apunta Ezquiaga, que no haya puesto alguna limitaci¨®n al coche en el centro.

- Buscar el verde para Madrid. Por dos razones: como alternativa a que los habitantes se vayan a vivir a la periferia en busca del verde y se conviertan en cautivos del coche que los traslade a la ciudad. Y como forma de combatir el cambio clim¨¢tico compensando las emisiones de carbono que emiten fundamentalmente las calefacciones y autom¨®viles. Plantea tres grandes corredores verdes conectados con zonas arboladas repartidas por la ciudad: uno, desde la Ciudad Universitaria hasta las colonias de casas bajas de Chamart¨ªn; otro desde la Casa de Campo hasta el Pinar de la Elipa y, por ¨²ltimo, desde el r¨ªo y la Ciudad Universitaria hasta La Paz.