El peor vuelo de Alliot-Marie
Visitar un pa¨ªs como turista no es el mejor m¨¦todo para conocer sus problemas. Si tal visita se realiza, adem¨¢s, de la mano de uno de los hombres m¨¢s ricos del pa¨ªs, queda garantizada la visi¨®n id¨ªlica del mismo. Eso es lo que quiz¨¢ le ha pasado a la ministra francesa de Exteriores, Mich¨¨le Alliot-Marie, que viaj¨® con su compa?ero Patrick Ollier, ministro de las relaciones con el Parlamento, a T¨²nez las pasadas navidades. Para cuando aterriz¨® en T¨²nez ya se hab¨ªa inmolado a lo bonzo el vendedor callejero de verduras Mohamed Bouazizi, ya se hab¨ªan iniciado las protestas callejeras por el paro y la carest¨ªa de la vida y cinco grandes cabeceras de prensa (Le Monde y EL PA?S, entre otros) ya hab¨ªan desvelado los cables de Wikileaks sobre la manera en la que la familia pol¨ªtica del presidente, Zine El Abidine Ben Ali, se hab¨ªa apropiado del pa¨ªs en los ¨²ltimos 30 a?os y funcionaba con criterios mafiosos.
Nada de ello disuadi¨® a la ministra de viajar a T¨²nez, un pa¨ªs en el que ha recalado otras veces, y aceptar la invitaci¨®n de volar desde la capital, T¨²nez, hasta Tabarka en el jet privado de su amigo Aziz Miled, rico empresario, adem¨¢s de cu?ado del presidente y due?o del hotel en el que se aloj¨® la ministra esta Navidad.
Se cuentan por docenas los pol¨ªticos que se dejan agasajar por la flor y nata del pa¨ªs propio o ajeno, de modo que nada habr¨ªa ocurrido si la revuelta tunecina no hubiera tenido ¨¦xito hasta forzar la salida del dictador y la posici¨®n de connivencia con el mismo de Francia y de todo Occidente. Para desgracia de la ministra, que lleg¨® a entrar en las quinielas para presidir el Gobierno franc¨¦s, el semanario Le Canard Encha?n¨¦ se enter¨® del lujoso viaje y lo cont¨® el pasado mi¨¦rcoles.
Alliot-Marie dice no salir de su asombro ante el esc¨¢ndalo que se ha organizado a cuenta de su viaje. Puede que este sea un nimio detalle como ella pretende, pero encaja demasiado bien en el puzle: la tibieza francesa hacia la rebeli¨®n popular, la oferta de la ministra de ayudar a controlar las revueltas y la exportaci¨®n de explosivos que siguieron llegando al pa¨ªs del jazm¨ªn hasta dos d¨ªas antes de la marcha del tirano. Este viaje es una pieza que ayuda a entender la realidad que se vive en las alturas.
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