Un crimen con una botella de cava
Un hombre que mat¨® a su madre en Coslada se enfrenta a 20 a?os de c¨¢rcel
Mariano N. S., de 34 a?os, se enfrentar¨¢ hoy en la Audiencia Provincial a los componentes del jurado que juzgar¨¢n si es culpable de haber matado a su madre, Juana S., de 71 a?os. El ministerio fiscal pide para ¨¦l 20 a?os de c¨¢rcel como autor de un delito de asesinato en el que concurre adem¨¢s la agravante de parentesco. El juicio est¨¢ previsto que dure hasta el 17 de febrero, seg¨²n inform¨® el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Los hechos ocurrieron el 13 de febrero de 2009 en el domicilio familiar, en la calle de Bego?a, en Coslada (91.200 habitantes). La v¨ªctima hab¨ªa quedado con sus amigas para dar un paseo, pero no se present¨®. Cuando las allegadas acudieron al piso, se encontraron que la puerta estaba abierta y sin se?ales de violencia. Dentro estaba la mujer tumbada en el suelo del sal¨®n, en medio de un gran charco de sangre. Junto a ella, hab¨ªa una botella de cava, que hab¨ªa sido utilizada para golpear a la mujer en la cabeza y causarle la muerte pr¨¢cticamente en el acto. A¨²n ten¨ªa restos de sangre.
Seg¨²n las conclusiones del fiscal, el acusado cogi¨® la botella de cava a una hora indeterminada del d¨ªa 13 de febrero, le quit¨® el alambre y el envoltorio de plomo que rodea al corcho. Despu¨¦s se dirigi¨® al sal¨®n, donde se encontraba la madre. Una vez all¨ª, y sin que conste discusi¨®n entre ellos, le golpe¨® fuertemente con la botella. El severo traumatismo craneoencef¨¢lico acab¨® con la muerte de Juana S.
El orden en que se encontraba la vivienda hizo descartar en un principio que se tratara de un robo. A eso se uni¨® que la entrada de la vivienda no hab¨ªa sido forzada y que el hijo de la v¨ªctima no aparec¨ªa por ning¨²n lado. Se hab¨ªa marchado sin dejar rastro, lo que le convirti¨® en el principal sospechoso.
Los agentes del Grupo VI de Homicidios iniciaron las investigaciones y se dirigieron a una segunda residencia que ten¨ªa la familia en el municipio de Hontoba (Guadalajara). Estaba a nombre de la madre. All¨ª se hab¨ªa refugiado tras huir del lugar del crimen. Desde esa fecha, se encuentra ingresado en prisi¨®n. El acusado era el menor de tres hermanos. El mayor, seg¨²n allegados de la familia, perdi¨® la vida hace unos 10 a?os en un accidente de moto. El hijo mediano todav¨ªa resid¨ªa en Coslada cuando se produjo la muerte. El juicio se desarrollar¨¢ en la Secci¨®n 17? de la Audiencia Provincial tras seleccionar a los miembros del jurado.
Dos polic¨ªas locales, en el banquillo
Precisamente la Audiencia acoge esta semana otro juicio contra dos polic¨ªas municipales de Villaviciosa de Od¨®n (26.700 habitantes). Los agentes Rafael H. P. y Eduardo P. P., se enfrentan a una pena de cuatro a?os de c¨¢rcel por un delito de lesiones y otro contra la integridad moral. Seg¨²n las conclusiones provisionales de la fiscal¨ªa, los acusados se dispon¨ªan a denunciar un veh¨ªculo mal aparcado en la acera el 12 de julio de 2003, cuando sali¨® de un restaurante pr¨®ximo Juan Jos¨¦ R. D. Este les pidi¨® que no le sancionaran ya que sus amigos y ¨¦l se marchaban ya del lugar.
Seg¨²n el fiscal, el agente Rafael H. P. le pidi¨® el permiso de conducir, a lo que el hombre le respondi¨® que no lo llevaba. ?l no era ni el conductor ni era el due?o del veh¨ªculo. En ese momento, el acusado le agarr¨® por el cuello, le tir¨® al suelo, le coloc¨® la rodilla sobre el cuello para colocarle las esposas. Una vez engrilletado, le dio dos pu?etazos en un costado, siempre seg¨²n la versi¨®n del fiscal. Durante su intervenci¨®n, su compa?ero no hizo nada para evitar "la injusta agresi¨®n", recoge el escrito del ministerio p¨²blico.
La vista oral contra los dos agentes comenzar¨¢ el pr¨®ximo jueves en la Secci¨®n 15? de la Audiencia Provincial.
En esos a?os, los agentes de la Polic¨ªa Local de Villaviciosa de Od¨®n fueron denunciados en varias ocasiones por agresiones a ciudadanos que estaban injustificadas. Algunos agentes fueron de hecho retirados del servicio, ya que los informes de los m¨¦dicos apreciaron que las v¨ªctimas hab¨ªan sido golpeadas de forma exagerada, mientras que los polic¨ªas que hab¨ªan efectuado las detenciones presentaban peque?as lesiones y rasgu?os. Uno de esos agentes denunciados permut¨® la plaza con otro agente de la capital.
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