Nostalgia virtuosista
Sin duda Jos¨¦ Feliciano es de los que defienden que la nostalgia no es un error. Y raz¨®n no debe de faltarle, como m¨ªnimo en la ciudad de Barcelona, en la que cada vez es m¨¢s numeroso el p¨²blico que le acompa?a en esa afirmaci¨®n. En sus ¨²ltimas visitas Feliciano hab¨ªa actuado en locales de aforo reducido, pero esta vez, de la mano del Festival del Mil.lenni, llen¨® un Palau con todos los honores, es decir, con un p¨²blico entregado como pocos y que -mucho m¨¢s importante- disfrut¨® de lo lindo con todas las diabluras del invidente puertorrique?o. Y disfrutar es poco porque hasta rieron con sus chistes malos mal¨ªsimos, incluidos los de ciegos que, ya se sabe, a todo ciego le encanta explicar.
JOS? FELICIANO
Palau de la M¨²sica, 8 de febrero.
Feliciano dijo llevar 55 a?os de carrera profesional y hasta las ra¨ªces de ese largo trayecto se traslad¨® en varias ocasiones para recuperar sus primeras melod¨ªas, que siguen funcionando como el primer d¨ªa. Su p¨²blico las espera, las corea y se deja embelesar por sus solos de guitarra. Ese es el punto indiscutible de Feliciano: un virtuosismo deslumbrante que en la mayor¨ªa de los casos va bastante m¨¢s all¨¢ de la explosi¨®n de fuegos artificiales. Feliciano sigue siendo un mago de la guitarra y lo demostr¨® una vez tras otra. Su peque?o set con la guitarra el¨¦ctrica fue sencillamente aplastante.
Comenz¨® la velada cantando en castellano, intercal¨® despu¨¦s alguno de sus ¨¦xitos en ingl¨¦s y fue, como es su costumbre, dando tumbos est¨¦ticos que le llevaron a alternar Bob Dylan con el Bamboleo y a mezclar a los Doors con Tito Puente. Y todo con ese toque m¨¢s que peculiar que consigue sin esfuerzo que cualquier cosa, provenga de donde provenga, suene a Feliciano, una virtud para sus seguidores y un defecto, probablemente, para el resto de los mortales.
Acab¨® la noche a ritmo de Qu¨¦ ser¨¢, no pod¨ªa ser de otra manera, para homenajear en los bises a otro ciego famoso, Ray Charles, y enternecer a sus seguidores antes de enviarles a casa con un medley de boleros. Feliciano no cambia y, en opini¨®n de los que llenaban el Palau, tampoco hace ninguna falta que lo haga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.