La Constituci¨®n gana prestigio
Una encuesta del Gobierno analiza la cultura democr¨¢tica en Euskadi - Crece la sensaci¨®n de libertad para hablar de pol¨ªtica - La Carta Magna suma aprecio entre los ciudadanos y el Estatuto lo pierde
Un informe monogr¨¢fico realizado por el Gobierno a partir de una encuesta con 2.129 entrevistas realizadas a domicilio configura una novedosa fotograf¨ªa sobre el cultura democr¨¢tica en Euskadi. V¨ªctor Urrutia, responsable del Gabinete de Prospecciones Sociol¨®gicas, dependiente de Lehendakaritza, destac¨® ayer de entre las conclusiones el recelo y el desinter¨¦s hacia la pol¨ªtica, los pol¨ªticos y los partidos, as¨ª como la debilidad de la participaci¨®n social en ella; una adhesi¨®n muy mayoritaria, pese a lo anterior, al sistema democr¨¢tico; un aumento del sentimiento de libertad para expresar las propias opiniones y un crecimiento del apoyo a la Constituci¨®n que casi se ha duplicado en los 32 a?os transcurridos desde el refer¨¦ndum de 1978, y que parece compadecerse mal con una bajada en el afecto al Estatuto. Las entrevistas fueron realizadas entre el 28 de octubre y el 12 de noviembre pasados.
- Constituci¨®n y Estatuto. Si hoy volviera a celebrarse el refer¨¦ndum constitucional el 46% del censo (800.000 electores frente a 480.000 en 1978) votar¨ªa afirmativamente y un 14% (250.000 frente a 163.000) lo har¨ªa en contra. Eso significa que la Carta Magna ha ganado en legitimidad y sus apoyos han crecido en 15 puntos en estos 32 a?os, mientras que la oposici¨®n a ella lo ha hecho en solo tres. El significado m¨¢s profundo de este cambio es que la abstenci¨®n, postura promovida por el PNV, que lleg¨® al 55%, desciende a poco m¨¢s del 30% y se decanta mayoritariamente hacia el voto afirmativo.
En sentido contrario, el Estatuto ha perdido respaldos. Frente al 53% del censo (830.000 personas) que lo vot¨® afirmativamente en el refer¨¦ndum de 1979, ahora lo har¨ªa el 44% (780.000), mientras que los noes se elevar¨ªan del 3% (48.000) al 12% (210.000).
Esta depreciaci¨®n del Estatuto frente a la cotizaci¨®n al alza de la Constituci¨®n, revela un desgaste del primero y un asentamiento de modo natural de la segunda, que merecer¨¢n seguramente distinta atribuci¨®n de responsabilidad, seg¨²n quien la realice: es previsible que los nacionalistas vean en el desgaste del Estatuto decepci¨®n social por el incumplimiento que denuncian desde mediados los a?os 80, mientras, para los no nacionalistas la reflexi¨®n se orientar¨¢ al cuestionamiento que de ¨¦l y de la necesidad de su superaci¨®n se ha hecho en la ultima d¨¦cada desde el PNV y las propuestas soberanistas de sus gobiernos. No hay que descartar que las posiciones recentralizadoras del PP o UpyD est¨¦n jugando tambi¨¦n un papel en ese mayor desafecto hacia el Estatuto. En todo caso, Urrutia destac¨® que el estudio revela una "confluencia de legitimidades", es decir, el acercamiento entre los niveles de aceptaci¨®n y rechazo de ambas normas.
- El independentismo. Pese a esa p¨¦rdida de aprecio, las posiciones estatuarias -sean los satisfechos con el nivel actual, los que quieren que se complete o los que abogan por una reforma- duplican con un 44% a los partidarios de la independencia (el 21%). Hay, adem¨¢s, un 9% de partidarios de que Euskadi sea un Estado dentro de una Espa?a federal. Cuando se trasladan esos planteamientos a la organizaci¨®n del Estado, la posici¨®n que peor parada sale es la recentralizaci¨®n que predica ahora el PP, aunque hay que indican que no estaba en su discurso en las semanas de la recogida de datos: solo la apoya un 7%. El mayor porcentaje, un 36%, se identifica con el Estado de las autonom¨ªas, junto a un no despreciable 19% que preferir¨ªa un Estado federal. La conversi¨®n de las nacionalidades en estados independientes la apoya el 22%.
- M¨¢s libres para hablar. La percepci¨®n sobre el grado de libertad para hablar de pol¨ªtica experimenta una subida muy notable. Aqu¨ª donde s¨ª hay datos para la comparaci¨®n, en dos a?os ha subido 12 puntos, del 26% al 42%, el porcentaje de quienes dicen hablar con liberta con todo el mundo, mientras ha descendido del 22% al 14%, a su cota m¨¢s baja desde 1998, el de quienes dicen no atreverse a hacerlo con casi nadie. El aumento de esa sensaci¨®n de libertad guarda correlaci¨®n con el silencio de las armas: la cifras actuales se aproximan, aunque a¨²n no alcanza, a las que se registraron durante la tregua etarra de 1998, la m¨¢s duradera que ha habido.
- Recelo y desinter¨¦s. Lo que mayoritariamente inspira la pol¨ªtica es desconfianza (63%) y tambi¨¦n desinter¨¦s (73%), aunque respecto de hace un a?o ganan siete puntos los que se declara interesados y disminuyen cuatro los que dicen lo contrario. El desinter¨¦s contrasta con el convencimiento (63%) de que la pol¨ªtica tienen una gran influencia en la vida de cualquier ciudadano. La explicaci¨®n quiz¨¢ est¨¦ en la opini¨®n, hegem¨®nica, con un 73% de personas que respalda la afirmaci¨®n, de que est¨¦ quien est¨¦ en el poder siempre busca sus intereses personales. Los ciudadanos saben a los partidos necesarios para la participaci¨®n pol¨ªtica (58%), para la defensa de intereses de grupos y clases sociales (64%), para la propia existencia de la democracia (56%), y rechazan que no sirvan para nada (un 60%), pero tambi¨¦n piensan que dividen (el 48%) y que son todos iguales aunque se critiquen entre s¨ª (67%). Pese a esas opiniones de la pol¨ªtica y los pol¨ªticos, el aprecio por la democracia como sistema est¨¢ fuera de duda: la prefiere el 77%. La percepci¨®n del nivel de democracia que disfruta Euskadi est¨¢ en un 5,4, una d¨¦cima por debajo de la que estima que hay en el conjunto de Espa?a. El grado de satisfacci¨®n con la democracia (44%) est¨¢ en el tramo bajo de la Europa de Los 27, junto a pa¨ªses como Italia y por debajo de la media de la Uni¨®n Europea (53%) y de Espa?a (58%).
- M¨¢s centrados. La sociedad vasca parece haberse centrado desde 2009: en ese a?o se situaba en un 3,3 en el eje izquierda-derecha (extrema izquierda corresponde a 0 y extrema derecha a 10) ahora se ve a s¨ª misma en el 4,3. Y en la escala del nacionalismo se coloca tambi¨¦n en un tibio 5,2. funcionamiento democracia
- El poco peso foral. El Gobierno vasco es visto como la instituci¨®n con m¨¢s poder en las decisiones que afectan m¨¢s directamente a las familias. Lo dice el 27%, mientras el 21% coloca en esa posici¨®n a los ayuntamientos y el 19% al Gobierno central. Las diputaciones quedan en pen¨²ltimo lugar (9%) solo por debajo de la Uni¨®n Europea (6%). En todo caso, el mayor poder se atribuye a los bancos (59%) y grandes empresas (48%) y solo detr¨¢s va el Gobierno vasco, con el 47%.
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