El conductor anabolizado
Durante los primeros minutos de esta peque?a perla an¨®mala de multisalas, el espectador con justificada nostalgia por el cine de Walter Hill tendr¨¢ la impresi¨®n de que George Tillman -director de Notorious (2009), biopic del controvertido icono hip-hopero el rapero Notorious B.I.G., muerto prematuramente en un tiroteo- propone una remezcla aparentemente contranatura: la abstracci¨®n filomelvilliana de Driver (1978) reescrita con el trazo hiperb¨®lico de Traici¨®n sin l¨ªmite (1987).
La operaci¨®n tiene sus riesgos: la pel¨ªcula empieza como l¨²dico juego descre¨ªdo con arquetipos, pero, avanzado el metraje, parece ir tom¨¢ndose demasiado en serio a s¨ª misma. Las contradicciones del conjunto, por fortuna, no sabotean el suministro de placeres epid¨¦rmicos y Sed de venganza acaba cerca de un Machete -el filme de Robert Rodr¨ªguez- sin coartada cool: una buena raci¨®n de ruido y furia con frases lapidarias, personajes excesivos e iron¨ªa casi nunca soterrada.
SED DE VENGANZA
Direcci¨®n: George Tillman.
Int¨¦rpretes: Dwayne Johnson, Billy Bob Thornton, Carla Gugino, Tom Berenger, Oliver Jackson-Cohen.
G¨¦nero: acci¨®n. EE UU, 2010.
Duraci¨®n: 98 minutos.
Esquem¨¢tico relato de venganza con redenci¨®n al fondo, la pel¨ªcula permite que un icono en busca de respeto profesional (Dawyne La Roca Johnson) y un actor intenso con ganas de diversi¨®n (Billy Bob Thornton, conocido tanto por su labor interpretativa como de direcci¨®n) compartan un mismo juego, sin que la convicci¨®n de uno y el desapego del otro colisionen.
No conviene fiarse de las apariencias: Sed de venganza no es metralla, es una rareza.
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