Zapatero conf¨ªa en la independencia judicial

La decisi¨®n de la izquierda abertzale de tratar de concurrir a las elecciones municipales con un nuevo partido, Sortu, que rechaza la violencia de ETA, sit¨²a al Gobierno en una encrucijada, que tratar¨¢ de solventar cediendo a los tribunales la decisi¨®n ¨²ltima sobre su legalizaci¨®n o ilegalizaci¨®n. Ayer lo precis¨® el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, al expresar su confianza en la "independencia del Tribunal Supremo en el contraste sobre la pretendida legalidad" de Sortu.

Pero tambi¨¦n reclam¨® a todos que se contribuya a "que el debate sea m¨¢s objetivo" sobre esta cuesti¨®n. Se refer¨ªa a la enorme presi¨®n medi¨¢tica que est¨¢n ejerciendo el PP y los medios de comunicaci¨®n afines a ¨¦l, alineados en contra de la legalizaci¨®n de Sortu.

El Ejecutivo valor¨® el paso dado por la izquierda abertzale porque considera que, con esta decisi¨®n, el terrorismo se acerca a su final. En el Gobierno, a medida que se conocen los pormenores, se disipan los grandes recelos iniciales y crece la sensaci¨®n de que la ruptura de la izquierda radical con ETA es irreversible. Una convicci¨®n de la que participan una mayor¨ªa de los partidos, con la excepci¨®n del PP y UPyD.

Tambi¨¦n crece la convicci¨®n de que la ruptura de la izquierda abertzale con la organizaci¨®n armada es el resultado del ¨¦xito de su pol¨ªtica antiterrorista, de la combinaci¨®n del acoso policial a ETA con la negociaci¨®n que mantuvo en la primera legislatura con la banda, cuya ruptura precipit¨® el distanciamiento entre la izquierda abertzale y ETA.

Pero el Ejecutivo socialista se encuentra, por otra parte, con una enorme presi¨®n por parte del PP, sus medios afines y un sector mayoritario de las asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo, que cabalgan, adem¨¢s, sobre la l¨®gica desconfianza existente en la opini¨®n p¨²blica sobre las verdaderas intenciones de la izquierda abertzale.

El PP ya ha anunciado que, en caso de que Sortu sea legalizada, la responsabilidad ser¨¢ del Gobierno y dar¨¢ por roto el pacto antiterrorista. Con esta posici¨®n, con ribetes electoralistas, el PP amenaza con repetir la campa?a que realiz¨® contra el Gobierno en la primera legislatura de Zapatero, cuando este aval¨® el proceso de final dialogado del terrorismo. En esas condiciones, el Gobierno tratar¨¢ de buscar un equilibrio, facilitando, con la impugnaci¨®n de los estatutos de Sortu, que sean los tribunales quienes decidan. La cuesti¨®n es si eso le bastar¨¢ ahora al PP.