El asador insumiso marbell¨ª cierra entre copas, aplausos y puros

Se resisti¨® durante ocho horas en su bar lleno de clientes fumadores, pero acab¨® claudicando. "La polic¨ªa va a cerrar el negocio. No lo cierro yo, me obligan judicialmente. Esto no termina aqu¨ª". As¨ª anunci¨® ayer el due?o del Asador Guadalmina de Marbella, Jos¨¦ Eugenio Arias-Camis¨®n, que acataba la orden de la Consejer¨ªa de Salud de Andaluc¨ªa de clausurar el local por incumplir la ley antitabaco y que demandar¨¢ a "todos los que han intervenido en el cierre".

"He decidido no oponer resistencia por mi mujer y mis hijos", explic¨® a los periodistas apostados a las puertas del local desde el mediod¨ªa. Poco antes de que interviniera en directo en un programa de Intereconom¨ªa, con sus 16 trabajadores de fondo, el local era precintado por la polic¨ªa adscrita a la Junta.

"Yo no cierro mi negocio, me lo han cerrado", dice el due?o del local

Andaluc¨ªa ha multado a Arias-Camis¨®n con 145.000 euros

El Asador Guadalmina de Marbella fue el primer restaurante que se declar¨® insumiso a la ley antitabaco y se ha convertido tambi¨¦n en el primero clausurado por incumplir la norma. La Consejer¨ªa andaluza de Salud orden¨® el cierre del establecimiento despu¨¦s de que su propietario asegurara p¨²blicamente que no piensa pagar la multa de 145.000 euros que le ha impuesto la Junta por saltarse la ley.

La decisi¨®n de cerrar provisionalmente el local la anunci¨® la consejera de Salud, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ayer por la ma?ana y se notific¨® al asador por la tarde, pero el due?o se neg¨® a acatarla hasta las nueve de la noche. El d¨ªa fue un ir y venir de inspectores y polic¨ªas que trataron de convencer a Arias-Camis¨®n de que clausurara su negocio.

Dos inspectores llegaron a las cinco de la tarde para comunicar la orden y dieron instrucciones de que no se sirviera ni una consumici¨®n m¨¢s. El padre del due?o del local, Eugenio Arias-Camis¨®n, recibi¨® la notificaci¨®n y la firm¨® como "no conforme". Lejos de cumplirla, invit¨® a copas y pos¨® con la orden para los fot¨®grafos desplazados hasta el local en medio del aplauso de la clientela.

A las seis lleg¨® el due?o desde Madrid, donde recog¨ªa firmas de apoyo a un recurso contra la ley. Poco despu¨¦s, los inspectores de la Junta volvieron acompa?ados de agentes para que se cumpliera la orden, pero el due?o se neg¨® a acatarla. Tras dialogar con los representantes de Salud, pidi¨® a los polic¨ªas que se retiraran o trajeran una orden judicial. Arias-Camis¨®n se qued¨® en el restaurante fum¨¢ndose un puro.

Al borde de las nueve de la noche, las negociaciones entre los agentes auton¨®micos y el due?o del local dieron frutos y el asador dej¨® de admitir clientes. El cierre decretado por la Junta es provisional, mientras sigue vivo el expediente sancionador, que tiene un plazo m¨¢ximo de dos meses. Si durante este tiempo el hostelero cambia de actitud, se anular¨¢ la orden. Si, por el contrario, pasan dos meses y el asador ni respeta la norma ni paga la multa, la Junta lo llevar¨¢ a los tribunales y ser¨¢ el juez el que decida si el establecimiento puede volver a abrir mientras se estudia el caso. "La ley puede ser opinable, pero su cumplimiento, no", afirm¨® la responsable andaluza de Salud.