?Se siente atrapado en su Trabajo?
Si el dinero dejara de ser un problema, si tuviera que decidir en qu¨¦ quiero ocupar mis horas, mis d¨ªas, en qu¨¦ quiero contribuir al mundo, ?seguir¨ªa dedic¨¢ndome a lo que realizo ahora? Esta pregunta plantea un dilema importante: hasta qu¨¦ punto la elecci¨®n del trabajo o estilo de vida est¨¢ guiada por la vocaci¨®n.
Cuando se responde con una afirmaci¨®n, significa que uno se siente ¨²til realizando algo que ama, m¨¢s all¨¢ de las ganancias o comodidades que le pueda aportar. Pero no suele ser lo m¨¢s com¨²n: muchas personas se sienten atrapadas en trabajos que no les satisfacen y de los que no pueden prescindir. A otras les aterra el riesgo de iniciar un cambio y equivocarse, y otras tantas est¨¢n inmersas en una rueda que no les deja apenas tiempo ni espacio para plantearse otras alternativas.
"Seguir la vocaci¨®n significa encontrar el propio rumbo. Dirigirse hacia donde uno quiere aunque implique ir contracorriente"
"Un primer requisito es atreverse a so?ar. Demasiado a menudo cortamos las alas al entusiasmo, cavilando sobre los problemas"
?Siempre es posible realizar la vocaci¨®n? Seguramente este sea uno de nuestros mayores retos: descubrir y dar forma a nuestro potencial como personas inmersas en una sociedad. Puede que las circunstancias no acompa?en, pero en alg¨²n lugar o de alguna manera es conveniente expresar esas capacidades e inquietudes que bullen en el interior, sea?con la actividad profesional o en el tiempo libre, pues de lo contrario puede aparecer el sufrimiento o la desidia en alguna de sus manifestaciones.
Inter¨¦s m¨¢s capacidad
"Donde los talentos y las necesidades del mundo se cruzan, ah¨ª est¨¢ nuestra vocaci¨®n"?(S¨¦neca)
A cada persona le fascinan cosas diferentes; eso se expresa como una inclinaci¨®n natural que la motiva a seguir aprendiendo sobre ciertos temas. Por otra parte, todos los seres humanos poseen talentos o habilidades especiales, cosas que realizan con mayor creatividad o facilidad de manera instintiva. Cuando se da esa conjunci¨®n entre inter¨¦s genuino y aptitudes individuales, el resultado suele ser superior en todos los sentidos.
Existe una diferencia radical entre lo que se realiza por vocaci¨®n o por mero deber. La capacidad de esfuerzo y concentraci¨®n aumenta cuando nos dedicamos a algo que nos interesa. La persona se siente como pez en el agua, movi¨¦ndose en un ambiente af¨ªn, m¨¢s dispuesta a superar los obst¨¢culos. Y quiz¨¢ lo m¨¢s importante: la tarea o el trabajo dejan de ser un medio para convertirse en un fin.
La palabra vocaci¨®n significa llamada. Tiene que ver, por tanto, con seguir aquello que uno siente que le atrae y que adem¨¢s le permite aportar algo al mundo. Descubrir la propia vocaci¨®n es una de las cosas que da mayor sentido y orientaci¨®n a la propia vida.
A la hora de elegir una ocupaci¨®n, a menudo se tienen en cuenta factores externos: las posibilidades de trabajo, de remuneraci¨®n, el prestigio social, la opini¨®n de los padres, los maestros, los amigos? Seguir la vocaci¨®n, en cambio, significa encontrar el propio rumbo no a partir de se?ales externas, sino internas. El objetivo es dirigirse hacia lo que uno quiere ser, aunque implique ir contracorriente.
Un primer requisito es atreverse a so?ar. Demasiado a menudo cortamos las alas al entusiasmo, cavilando sobre las condiciones adversas o los problemas, lo que impide conectar con las necesidades o deseos verdaderos. Pero precisamente all¨ª donde se despierta el entusiasmo se halla una isla de inter¨¦s, algo que nos atrae y nos hace vibrar de emoci¨®n, y es preciso escuchar esta se?al.
Una dificultad es que las primeras decisiones sobre la profesi¨®n se producen en la adolescencia, momento en que se suele estar confuso y con el peso de grandes expectativas sobre las espaldas.
Sin embargo, conocerse mejor: saber?qu¨¦ aspectos nos definen, cu¨¢les son nuestras cualidades, en qu¨¦ tipo de ambientes nos movemos mejor, qu¨¦ valores y principios nos sustentan, en qu¨¦ actividades destacamos? ayuda a encontrar una orientaci¨®n. El siguiente paso supone plantearse c¨®mo conseguir realizar estos deseos y capacidades a trav¨¦s de una actividad o profesi¨®n.
V¨ªctor Frankl dec¨ªa que el trabajo es el espacio en el que la peculiaridad del individuo se enlaza con la comunidad. Todas las personas necesitan aportar algo. Si sabemos cu¨¢les son nuestras capacidades, podemos entonces preguntarnos qu¨¦ es lo que queremos ofrecer para encaminarse hacia aquello que uno desea.
Una vez definido d¨®nde se quiere llegar, puede imaginarse el camino que habr¨¢ que recorrer. Supone una manera de dar forma en la mente a la intenci¨®n, para bajarla al mundo concreto, pero tambi¨¦n de advertir el esfuerzo necesario y los obst¨¢culos que pueden surgir.
Los retos del camino
"No es porque las cosas sean dif¨ªciles por lo que no nos atrevemos; es porque no nos atrevemos por lo que son dif¨ªciles"?(S¨¦neca)
A menudo, las personas aducen una larga lista de razones por las que no est¨¢n haciendo lo que les gusta. Sin embargo, detr¨¢s de toda limitaci¨®n externa suele esconderse un miedo, y este en la pr¨¢ctica supone el mayor obst¨¢culo. En este punto se puede seguir a merced de los propios temores o, por el contrario, intentar ser m¨¢s consciente de ellos.
Como comienzo, la persona puede realizarse preguntas como, por ejemplo: ?Qu¨¦ me digo a m¨ª mismo cuando pienso en lo que me gustar¨ªa hacer? ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s me asusta? ?Cu¨¢l ser¨ªa la peor posibilidad si fracasase en el intento?
En la base del miedo se suelen encontrar creencias acerca de uno mismo, los dem¨¢s o la situaci¨®n, como: "No soy suficientemente bueno", "es demasiado dif¨ªcil"? Frases que se repiten una y otra vez y que conforman una especie de lentes a trav¨¦s de las cuales vemos la realidad. Si estas creencias hacen sentir a la persona m¨¢s capaz y la estimulan, bienvenidas. Pero si generan frustraci¨®n, sensaci¨®n de incapacidad? es mejor revisarlas, pues suponen un freno importante.
La entrega
"Hay una fuerza motriz m¨¢s poderosa que el vapor, la electricidad y la energ¨ªa at¨®mica: la voluntad" (Albert Einstein)
Cuando lo que se hace est¨¢ en sinton¨ªa con los propios valores, gustos y principios, ya no es necesario buscar contraprestaciones ni imponerse obligaciones o castigos, pues la motivaci¨®n principal proviene del interior. La persona funciona de manera integrada, siguiendo la corriente de lo que realmente le inspira, y con ello la energ¨ªa y la capacidad se multiplican.
Quien se dedica a su vocaci¨®n nunca deja de aprender. Sigue manteniendo esa mirada de inter¨¦s y curiosidad hacia lo que le atrae, incluso aunque se jubile. Ahora bien, esto no debe confundirse con la obsesi¨®n por el trabajo, que implica m¨¢s bien una huida y una desconexi¨®n.
Una persona puede escuchar su voz, descubrir hacia d¨®nde le llama, y preguntarse si quiere o no aceptar el reto. La vocaci¨®n requiere entrega, compromiso, insistencia, aprendizaje? Seguramente nadie se siente capaz de realizar algo hasta que no lo intenta. Por eso resulta in¨²til esperar a estar absolutamente seguro o preparado para dar el paso. La reafirmaci¨®n vendr¨¢ m¨¢s adelante, cuando uno compruebe que est¨¢ en el buen camino.
En la vocaci¨®n, lo que se realiza fuera es un reflejo del interior. Implicarse en una labor significa comprometerse con uno mismo para dar lo mejor. Cuando surjan conflictos o dificultades, la persona tiene la sensaci¨®n de estar en el lugar correcto, y eso le da solidez e integridad.
"La mayor tentaci¨®n es conformarse con demasiado poco", dec¨ªa Thomas Merton, poeta y pensador estadounidense. La vocaci¨®n nos llama y nos invita a esperar m¨¢s, a luchar por lo que amamos y hallar un sentido m¨¢s profundo en lo que hacemos. Si a¨²n no la has encontrado, no te conformes, sigue buscando.
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