Temporero de lujo

Las lesiones de Pete Mickeal y Gianluca Basile, que recay¨® poco antes de las Navidades, cambiaron la vida a un temporero del baloncesto. Alan Anderson recibi¨® la llamada del Regal Barcelona y no se lo pens¨® dos veces. "Hab¨ªa barajado algunas ofertas de la NBA, pero, al final, no cuajaron. Por eso decid¨ª jugar en la Liga de Desarrollo. Si me hubiera marchado antes, me habr¨ªa arrepentido y habr¨ªa tenido un ojo puesto all¨ª", explica el alero nacido hace 28 a?os en Minneapolis. Esa competici¨®n es una especie de Segunda Divisi¨®n, pero nada tiene que ver con la NBA, excepto que es la m¨¢s pr¨®xima a ella. Anderson, elegido el mejor jugador (MVP) de la final de la Copa tras sumar 19 puntos, cuatro rebotes, una asistencia, un tap¨®n y un mate ante el Madrid, cobraba en torno a los 30.000 euros en el Thunderbirds de Nuevo M¨¦xico. "Cuando me llam¨® el Bar?a, no lo dud¨¦. Es uno de los mejores clubes de Europa. Adem¨¢s, lo que se cobra all¨ª tal vez no llegue al sueldo de un jugador de la LEB plata [Tercera Divisi¨®n]", cuenta.

Anderson se form¨® en la Universidad de Michigan State con los Spartans, en los que tuvo como compa?ero a Shannon Brown, jugador de los Lakers, y en los que estuvo a punto de compartir equipo con Zach Randolph (Memphis) y Jason Richardson (Orlando), pero ambos abandonaron los estudios para ingresar en la NBA. Anderson tambi¨¦n jug¨® en la NBA con los Bobcats de Charlotte, pero fue descartado y se vio forzado a pasar a la Liga de Desarrollo.

Luego, vino su trashumancia europea: el Bolonia, italiano; el Triumph, ruso; el Cibona, croata; el Maccabi, israel¨ª. No se olvid¨® de la NBA, su sue?o, y en los veranos particip¨® en los exigentes campos de entrenamiento con Orlando, Charlotte, Memphis y Lakers. Su adaptaci¨®n al Bar?a fue rapid¨ªsima a pesar de su nefasto estreno, en un partido de Liga ante el Madrid, en el que jug¨® 10 minutos y fue eliminado por faltas. "Los primeros d¨ªas tuve que absorber mucha informaci¨®n. Me conformo con ser parte del grupo porque, antes de llegar, ya ganaban t¨ªtulos. Es m¨¢s f¨¢cil jugar cuando lo haces junto a figuras porque, cuando eres la estrella, todos esperan que lo hagas todo. En el Bar?a soy la tercera o cuarta opci¨®n y eso complica la vida a los rivales", comenta.

No le gusta ni Twitter, ni Facebook ni siquiera Internet: "Mi hermano se dio cuenta de que alguien se hac¨ªa pasar por m¨ª y que hab¨ªa incluso colgado una foto". Lo que s¨ª le gusta son las pel¨ªculas dram¨¢ticas, ver deporte por televisi¨®n y, sobre todo, la manteca de cacahuete. Sobre su futuro se muestra enigm¨¢tico. Pero sus agentes consideran la posibilidad de que la selecci¨®n de Bosnia reclame sus servicios y que, en el caso de poder nacionalizarse, pueda dejar de ocupar plaza de extracomunitario en el Barcelona.