Comunidad y sindicatos ultiman un pacto para reducir los liberados

Todos quieren dar carpetazo a una negociaci¨®n llena de desencuentros. La Comunidad de Madrid y los tres sindicatos que deben acordar el recorte de liberados (CC OO, UGT y CSIT-UP) consideran con cierta cautela que hoy es el d¨ªa. El acuerdo est¨¢ a punto y solo falta firmarlo. El resultado es, en s¨ªntesis, una reducci¨®n sustancial de la representaci¨®n de los trabajadores y funcionarios del Gobierno regional.

La extensa negociaci¨®n ya ha tenido una consecuencia: el retraso de la celebraci¨®n de elecciones sindicales, previstas para el 9 de marzo. Los sindicatos cursaron el preaviso requerido el 7 de febrero y a partir de esa fecha se abr¨ªa el plazo de un mes para revisar los censos y las candidaturas.

Ambos frentes admiten que podr¨ªa haber sorpresas en el ¨²ltimo momento

Pero, seg¨²n fuentes sindicales, la Comunidad no entreg¨® los censos en previsi¨®n del cambio que el acuerdo supondr¨¢ en el mapa de representaci¨®n. La Comunidad entiende que no hay problema en postergar las elecciones. Pero los sindicatos dudan porque su mandato en comit¨¦s y juntas expira el 24 de febrero y podr¨ªan ser impugnados por otros representantes o por cualquier trabajador.Los sindicatos recibieron el lunes por la noche el ¨²ltimo borrador del acuerdo "para la estabilizaci¨®n de las relaciones laborales", seg¨²n consta en el encabezado del documento al que ha tenido acceso EL PA?S. El escrito, que ha sufrido varios cambios en su redacci¨®n durante la ¨²ltima semana, es la aplicaci¨®n de los recortes que el Gobierno regional aprob¨® en noviembre dentro de la Ley de Acompa?amiento de Presupuestos. En esa normativa, la representaci¨®n sindical pas¨® de una media de 75 horas mensuales por delegado -el empleado que dispone de horas de representaci¨®n pero que sigue con sus funciones habituales en su puesto de trabajo- a un m¨¢ximo de 40, salt¨¢ndose los acuerdos regionales pactados que mejoraban los m¨ªnimos fijados en leyes estatales.

En el acuerdo, el recorte de horas se traduce en la reducci¨®n de dos tercios del n¨²mero de comit¨¦s de empresa, que pasan de unos 120 a 36. Tambi¨¦n queda en un tercio el n¨²mero de trabajadores con "funciones de representaci¨®n y negociaci¨®n" que son los liberados sindicales propiamente dichos, aquellos que quedan dispensados de forma permanente de asistir a sus puestos de trabajo para atender negociaciones en la mesa general de la funci¨®n p¨²blica y en sectores como justicia o sanidad. Los sindicatos estiman que la nueva redacci¨®n supondr¨¢ pasar de una media de 300 representantes para las principales centrales (CC OO y UGT) a un centenar. La Comunidad prefiere no dar detalles sobre su interpretaci¨®n del documento hasta que est¨¦ firmado, seg¨²n se?al¨® ayer una portavoz, que asegur¨® que hay "una posibilidad alta" de que hoy se cierre el acuerdo y quede listo para el Consejo de Gobierno de ma?ana.

Pero el d¨ªa es largo y puede haber sorpresas, seg¨²n reconocen desde ambos frentes. De hecho, el acuerdo ten¨ªa que haber quedado listo el pasado lunes y no fue as¨ª. Entre otros motivos, seg¨²n explican los sindicatos, porque la Comunidad pretend¨ªa incluir un a?adido que limitaba la representaci¨®n de los trabajadores en sanidad m¨¢s a¨²n que en el resto de consejer¨ªas. El jueves, los representantes sindicales se levantaron de la mesa y dieron por "rotas" las negociaciones tras leer un nuevo apartado en el art¨ªculo 7 que hac¨ªa referencia a los centros del Servicio Madrile?o de Salud y que limitaba la constituci¨®n de secciones sindicales a los centros con 5.000 trabajadores. En el resto de consejer¨ªas y organismos se aplica la definici¨®n de centro de trabajo con un m¨ªnimo de 250 empleados.

La Comunidad ha retirado ese aspecto que pretend¨ªa establecer, seg¨²n interpretan los sindicatos, porque los representantes sanitarios han sido, junto con los de educaci¨®n, los que m¨¢s han plantado cara a las pol¨ªticas regionales, con manifestaciones y enfrentamientos directos tanto con el antiguo consejero de Sanidad, Juan Jos¨¦ G¨¹emes, como con la presidenta Esperanza Aguirre.

El nuevo documento cambia parte de la "farragosa" redacci¨®n de la que se quejaban los sindicatos. Donde antes se le¨ªa un impreciso "podr¨¢n tener" la consideraci¨®n de centro de trabajo ahora pone "tendr¨¢n la consideraci¨®n de centro de trabajo". El nuevo texto admite la creaci¨®n de un registro "previa negociaci¨®n con los sindicatos". Son peque?as cesiones, aunque la parte gruesa, el recorte, se queda como estaba.