Apasionado por la ciudad contra viento y marea

Jordi Hereu entr¨® en la arena pol¨ªtica por dos circunstancias. Una, familiar, sol¨ªa acompa?ar a su hermano mayor -casado con una hija del dirigente socialista Josep Verde i Aldea- a m¨ªtines y actos del PSC. Otra, el impacto del atentado contra Hipercor en 1987. Decidi¨® entonces afiliarse al PSC. Ten¨ªa 22 a?os. Tard¨® 10 m¨¢s en llegar al Ayuntamiento de Barcelona. Tras estudiar en ESADE, Hereu inici¨® su andadura profesional en el Puerto de Barcelona. Lo p¨²blico le interesaba y dijo s¨ª cuando el alcalde Joan Clos le propuso ser gerente del distrito de Les Corts en 1997. Su talante negociador y afable le facilit¨® ser gerente en un distrito que gobernaba un edil del partido m¨¢s votado: CiU.

De forma paralela ya se hab¨ªa afianzado en la agrupaci¨®n de Sarri¨¤, donde inici¨® su militancia y su estrecha relaci¨®n con Carles Mart¨ª, que fue su mano derecha en el gobierno municipal hasta el gran tropez¨®n del mandato: la consulta de la Diagonal. Mart¨ª, primer secretario de la Federaci¨®n de Barcelona, ha sido tambi¨¦n el que se ha enrocado frente a la c¨²pula de su partido en la defensa de Hereu.

En nueve a?os, Hereu se convirti¨® en alcalde de Barcelona. En 1999 fue regidor de Les Corts y en el mandato de 2003 simultane¨® el distrito de Sant Mart¨ª con la cartera de Seguridad y la portavoc¨ªa del gobierno municipal. La mirada de los dirigentes del PSC se pos¨® en Hereu cuando las encuestas apuntaban que con Clos el PSC pod¨ªa hacerse da?o. Y esa c¨²pula -los mismos nombres que hay ahora- fue la que decidi¨® que Hereu fuera el alcalde tras la marcha de Clos. Eso ocurri¨® en abril de 2006. Hereu personificaba el cambio generacional. Se puso en valor entonces su manera de ser, en la que hay una coincidencia pr¨¢cticamente un¨¢nime: trabajador, honesto y buena gente. Es m¨¢s, algunos destacados miembros del PSC se?alan que lo que le falta es un poco de mala leche. Liderazgo, dicen otros. O decisi¨®n para elegir bien a las personas claves para formar equipo. Algo que no se le ha dado nada bien.

Con una gesti¨®n de la ciudad -dando valor sobre todo a la cohesi¨®n social- que en su partido no se le critica, Hereu se ha visto abocado a unas primarias que no quer¨ªa, arrastrado por un tsunami de fen¨®menos adversos: la debacle del PSC en las auton¨®micas, la factura de la crisis, la dificultad de gobernar en minor¨ªa, unas encuestas muy adversas y errores propios. Algunos de calado, como la consulta de la Diagonal, o no corregir el tiro antes con el proyecto del hotel del Palau. O lanzar unos Juegos de invierno en plena crisis.

Apasionado por Barcelona, nadie le niega su capacidad para conectar con el ciudadano. Con una espontaneidad que no puede reprimir. Se siente m¨¢s c¨®modo entre la militancia de base que en algunas salas y despachos de la calle de Nicaragua, sede del PSC. Y ha llevado su empe?o hasta el final sin ceder a las presiones para que tirase la toalla. Un Hereu -hombre feliz hasta en los momentos m¨¢s adversos se?alan en su entorno- m¨¢s vehemente durante estos 15 d¨ªas que en cuatro a?os de mandato.