Candidato superlativo
Los avatares procesales del caso G¨¹rtel -un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que anega a varias organizaciones regionales del PP- han mantenido durante semanas las incertidumbres en torno a la candidatura del presidente de la Generalitat valenciana para las auton¨®micas del pr¨®ximo 22 de mayo. Enterrado en falso -a comienzos de agosto de 2009- por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJCV) un sumario por cohecho pasivo contra Francisco Camps y otros tres imputados del PP regional, el Supremo orden¨® a instancias de la fiscal¨ªa -en mayo de 2010- la reapertura de las actuaciones. El pasado 25 de enero, el juez encargado de la causa declar¨® concluida la instrucci¨®n. Las conclusiones provisionales del ministerio p¨²blico formuladas hace 10 d¨ªas solicitan la pena de 41.250 euros por un delito de cohecho pasivo cometido por el presidente de la Generalitat al aceptar de una empresa de la trama G¨¹rtel el regalo de 11 trajes, 5 americanas, 5 pares de zapatos y 4 corbatas valorados en 14.000 euros.
El presidente de la Generalitat valenciana fuerza su candidatura para las elecciones auton¨®micas
No acaban aqu¨ª los peligros de que la campa?a electoral en ciernes sea interferida en Valencia y en el resto de Espa?a por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Tras un fatigoso viaje ralentizado a causa del obstruccionismo procesal del PP, el Tribunal Superior de Madrid se inhibi¨® el pasado septiembre a favor del TSJCV (que a¨²n no ha asumido la competencia) respecto a la parte del sumario dedicada a las operaciones triangulares entre el PP, la trama G¨¹rtel y algunos empresarios beneficiados por la Generalitat a fin de pagar clandestinamente gastos electorales del PP por importe de varios millones de euros.
Aunque el desfachatado vicesecretario de comunicaci¨®n del PP Esteban Gonz¨¢lez Pons se mofe del regalo de "cuatro trajes y cuatro corbatas" a Camps ("por eso no se vende un presidente") y ponga "las dos manos en el fuego" por su inocencia (ser¨ªa imprudente que ampliase el riesgo a otras partes a¨²n m¨¢s delicadas de su cuerpo), resulta l¨®gico que Rajoy aplazase lo m¨¢s posible la proclamaci¨®n electoral de esa acicalada bomba de relojer¨ªa atacada de los nervios. Inquieto por el retraso, el presidente de la Generalitat pis¨® a fondo el acelerador y forz¨® el pasado lunes su atropellada designaci¨®n por el Comit¨¦ Electoral Regional, con la impertinente y antiestatutaria posdata de que el Comit¨¦ Electoral Nacional del PP deber¨¢ ratificar la propuesta.
Con la mueca sonriente y desafiante que sol¨ªan desplegar los actores secundarios de un t¨ªpico p¨¦plum hollywoodense al saltar a la arena de un circo romano para ser devorados por los leones, Camps asegur¨® tras su bautismo electoral que "es el candidato m¨¢s respaldado de todos los candidatos de la historia de las democracias occidentales en todo el mundo". Ni siquiera el tambi¨¦n imputado en la causa Ricardo Costa podr¨ªa mejorar -con una expresi¨®n pija al estilo de "hipermegasupercandidato"- ese largu¨ªsimo autopiropo superlativo.
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