Nadal, un icono m¨¢s cre¨ªble
Quien piense que Giorgio Armani ya dijo todo lo que ten¨ªa que decir sobre masculinidad firmando el vestuario de American gigolo (1980), que revise sus creencias. En los ¨²ltimos tres a?os, las campa?as de Emporio Armani lo han convertido en un bar¨®metro fiable del prototipo masculino que m¨¢s renta a los anunciantes. Fotografiado por Mert Alas?& Marcus Piggott y escoltado por Megan Fox, Rafa Nadal sustituye en tan lucrativa misi¨®n esta temporada a David Beckham y Cristiano Ronaldo, protagonizando un movimiento t¨¢ctico que los expertos interpretan en clave sociol¨®gica. "La moda vive grandes cambios, se pierde sofisticaci¨®n y se vuelve a valores m¨¢s aut¨¦nticos", apunta Javier Fern¨¢ndez de Angulo, director de GQ; "se buscan ¨ªdolos m¨¢s sencillos, campeones no del espejo, sino del terreno de juego. Por eso, Dolce & Gabbana apuesta por Messi, y Armani, por Nadal". Para el periodista, la clave est¨¢ en que la moda fue la que se acerc¨® al tenista y no al rev¨¦s. "El estilo puede ser sexy, pero lo son m¨¢s las victorias nobles y el talento. La moda antes prefer¨ªa el poder, ahora elige la gloria".
El estilo puede ser 'sexy', pero lo son m¨¢s las victorias nobles y el talento. La moda antes prefer¨ªa el poder, ahora elige la gloria
El cuidado personal y su forma de vida le ayudan a conseguir el aspecto que desea. Nadal encarna una masculinidad nada exc¨¦ntrica
El metrosexual muri¨® cuando las mechas de Beckham empezaron a brillar m¨¢s que su juego. Pese a ser m¨¢s discreto fuera del campo, la irrupci¨®n de Ronaldo en el circo de la moda se dio de bruces con un contexto socioecon¨®mico que exig¨ªa un cambio de par¨¢metros. El hedonismo y el culto al cuerpo esquizoides, lejos de ser un reclamo, se convert¨ªan en una caricatura de todo lo que hicimos mal en la ¨¦poca en que las cosas todav¨ªa iban bien. ?lvaro de Juan, director de belleza de Esquire, dibuja un nuevo consumidor "por encima del esfuerzo para cuidarse". "El cuidado personal es parte de su conciencia, y su forma de vida le ayuda a conseguir el aspecto que desea. Nadal encarna esa masculinidad nada exc¨¦ntrica".
?Pero es el tenista realmente un alien¨ªgena en el mundo de la moda? El c¨®ctel -cortes¨ªa de Nike- de pantalones pirata, camisetas sin mangas y pa?uelos de colores, am¨¦n de la visceralidad de sus gestos o el per¨ªmetro de sus b¨ªceps, no puede ser una declaraci¨®n casual en la cancha de los modales victorianos y los polos de piqu¨¦. En agosto de 2008, cuando lider¨® por primera vez la ATP, Nadal se estrenaba como objeto de deseo sin coartadas (ni camiseta) en la portada de New York Magazine. M¨¢s all¨¢ del estereotipo que le confiri¨® su rivalidad con Federer (pasi¨®n espa?ola versus precisi¨®n suiza, etc¨¦tera), la revista hablaba del "que quiz¨¢ sea el look m¨¢s original en la historia del tenis". Por encima, subrayaban, de Borg y Agassi.
"Nos pareci¨® natural resaltar esa parte de su atractivo. Aunque ¨¦l no la enfatizara, era evidente", recuerda tres a?os despu¨¦s Ben Williams, responsable del reportaje y director de la web de la revista. "Hay una intenci¨®n real en su imagen. No solo lleva una camisa chillona, tiene un estilo identificable que ha mantenido, un atractivo aire de pirata que parece encajar en su juego. Por lo general, ¨¦l juega el papel m¨¢s d¨¦bil ante Federer, incluso despu¨¦s de que empezara a ganarle. El aspecto de rebelde se ajusta a esa identidad, y muchos anunciantes lo persiguen. No sabr¨ªa decir si ¨¦l o su equipo de marketing fueron los responsables, pero definitivamente algo de pensamiento hay detr¨¢s de lo que llevaba puesto. Y funciona".
El fot¨®grafo de moda Xevi Muntane ha retratado a Gasol, Villa o Lorenzo y se declara fan del mallorqu¨ªn, pero se muestra esc¨¦ptico respecto a lo simb¨®lico de su figura y la propia campa?a, que muestra a un Nadal irreconocible. "Cuando no encuentren a otro, pondr¨¢n a un actor o cantante que tenga cuerpo y se ver¨¢ igual que cualquiera de los tres deportistas. Buscan a un n¨²mero uno chulazo, da igual si es metrosexual o un colgado del barrio, los creativos se encargar¨¢n de convertirlo en un clon que siga la l¨ªnea de la marca".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.