Las protestas se extienden por el Magreb
Miles de polic¨ªas vuelven a abortar una manifestaci¨®n de la oposici¨®n en Argel - Disturbios en T¨¢nger en la v¨ªspera de la jornada por el cambio en Marruecos
Las protestas se generalizan en el Magreb aunque con distinta intensidad, pero con un mismo objetivo: conseguir un cambio de r¨¦gimen. Mientras en Libia corre la sangre, en Argelia las autoridades lograron de nuevo frustrar ayer, sin que apenas hubiera enfrentamientos, el segundo gran intento de la oposici¨®n de manifestarse en este mes.
En Marruecos, en cambio, el Ejecutivo contiene la respiraci¨®n ante las protestas convocadas para hoy, a trav¨¦s de la red social Facebook, en una quincena de ciudades entre las que figuran las m¨¢s importantes del pa¨ªs. El hecho no tiene precedentes y se especula sobre cu¨¢nta gente se echar¨¢ a las calles o c¨®mo reaccionar¨¢n las fuerzas de seguridad, que al caer la noche estaban siendo desplegadas ayer.
La polic¨ªa argelina cerr¨® el paso con barreras met¨¢licas en la capital
Cientos de j¨®venes marroqu¨ªes atacan s¨ªmbolos de empresas europeas
Varios cientos de j¨®venes se anticiparon a la convocatoria y salieron a la calle en T¨¢nger (norte de Marruecos), el viernes por la noche, instigados por la rama marroqu¨ª del movimiento antiglobalizaci¨®n ATTAC, que reclama la imposici¨®n de tasas a las transacciones financieras internacionales. Su protesta empez¨® con una sentada en la plaza de las Naciones, pero despu¨¦s intentaron desfilar por el centro de la ciudad y se toparon con una barrera policial.
Los j¨®venes rompieron las lunas de decenas de veh¨ªculos y apedrearon una comisar¨ªa, pero su principal objetivo fueron los s¨ªmbolos de las empresas extranjeras que firmaron grandes contratos con el Ayuntamiento de T¨¢nger, empezando por la francesa Amendis, filial de Veolia, que proporciona luz y potabiliza el agua de la ciudad. Un autob¨²s de Autasa (del madrile?o Grupo Ruiz) y camiones de TecMed (filial de Urbaser), que recoge las basuras, fueron tambi¨¦n atacados.
A 40 kil¨®metros al sur de T¨¢nger, en Arcila, Mohamed Benaissa, el exministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, se llev¨® un susto de muerte cuando decenas de j¨®venes apedrearon su domicilio cuya primera puerta forzaron. Gritaron: "?Que caiga Benaissa!", parafraseando un eslogan coreado en Egipto contra Hosni Mubarak. La polic¨ªa disolvi¨® la concentraci¨®n.
En las horas previas al domingo los j¨®venes convocantes en Facebook han recabado nuevas adhesiones a la convocatoria de protestas, sobre todo de las secciones sindicales en muchas de las provincias, que se a?aden a las de las juventudes del principal movimiento islamista, de peque?os partidos de izquierdas y a las ONG. Tambi¨¦n se detecta entre sus seguidores cierta preocupaci¨®n por el riesgo de que los actos vand¨¢licos registrados en T¨¢nger puedan empa?ar hoy el conjunto de las protestas.
La prensa af¨ªn al r¨¦gimen recoge, en cambio, con grandes titulares el rechazo a manifestarse por parte de las direcciones nacionales de los sindicatos, de los partidos de la coalici¨®n gubernamental y tambi¨¦n de los islamistas m¨¢s moderados as¨ª como de numerosas asociaciones. La agencia de prensa oficial MAP anunciaba incluso en portada que tres de los j¨®venes inspiradores de la protesta en Facebook la desconvocaban para evitar que sea aprovechada con "fines espurios".
En Argelia, en cambio, el r¨¦gimen parece haber sorteado el segundo reto planteado por sus adversarios. El masivo despliegue de agentes antidisturbios pr¨¢cticamente abort¨® ayer, por segunda vez en lo que va de mes, la manifestaci¨®n convocada por la Coordinadora que agrupa al grueso de la oposici¨®n.
Para conseguirlo, la polic¨ªa cerr¨® con barreras met¨¢licas los accesos a la plaza del Primero de Mayo, lugar previsto de la convocatoria donde a duras penas lograron llegar entre 800 y 1.000 manifestantes, menos que las semanas anteriores, seg¨²n testigos presenciales. All¨ª estuvieron cercados por miles de polic¨ªas. Uno de ellos propin¨® un golpe en el vientre a Tahar Besbes, diputado de la oposici¨®n, que al caer al suelo golpe¨® con su cabeza el bordillo de la acera. Anoche estaba ingresado en estado grave en un hospital.
La presi¨®n f¨ªsica que ejerc¨ªan los antidisturbios sobre los concentrados en la plaza era tal que, seg¨²n la agencia France Presse, Rachid Malaoui, l¨ªder del sindicato independiente de los funcionarios, perdi¨® el conocimiento.
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