Ensayo en Bilbao
Que Sortu sea legal no depende de protestas como la de ayer, sino de que pruebe su ruptura con ETA
La manifestaci¨®n que ayer recorri¨® el centro de Bilbao reclamando la legalizaci¨®n de Sortu, el nuevo partido de la izquierda abertzale, puede considerarse expresi¨®n p¨²blica de la estrategia que esa corriente est¨¢ intentando poner en marcha. Se trata de sustituir la antigua alianza nacionalista de Lizarra, en la que el PNV era la fuerza hegem¨®nica, por un pacto entre fuerzas expl¨ªcitamente independentistas o soberanistas, que encabezar¨ªa Batasuna e integrar¨ªa a EA, Aralar y otras fuerzas menores, y al que intentar¨ªan arrastrar al sector soberanista del PNV, que encabeza su l¨ªder en Guip¨²zcoa, Joseba Egibar, que hace unos d¨ªas se mostr¨® favorable a una mesa de partidos como la que plantea Batasuna.
En los ¨²ltimos a?os ha habido otras manifestaciones, convocadas aproximadamente por los mismos de ayer, contra la prohibici¨®n de Batasuna o de actos organizados por ella. Movilizaciones muy anteriores a la presentaci¨®n de los estatutos de Sortu, lo que significa que los convocantes estaban a favor de la legalizaci¨®n con independencia de que Batasuna hubiera o no rechazado la violencia de ETA. Pero es veros¨ªmil que el distanciamiento con la banda haya contribuido a la masiva participaci¨®n de ayer, y a que entre los asistentes figurasen miembros del PNV, aunque su direcci¨®n hubiese rechazado apoyar la convocatoria.
Esa decisi¨®n fue mantenida por Urkullu, presidente del partido, pese al intento de Egibar de que fuera reconsiderada. Urkullu argument¨® que aunque el PNV est¨¢ a favor de la legalizaci¨®n, no compart¨ªa su lema: "Legalizaci¨®n para la paz", cuyo mensaje ser¨ªa que la vuelta de Batasuna a las instituciones es condici¨®n para la retirada de ETA. Sin embargo, lo que ha llevado a ese partido hasta el borde de la ruptura con la banda ha sido la resistencia de la democracia a facilitar tal regreso mientras ETA siguiera presente y su brazo pol¨ªtico no rompiera claramente con ella. Si basta o no con el rechazo incluido en los estatutos es algo que deber¨¢n resolver los tribunales. Los informes policiales presentan como pruebas opiniones, como la de que es una iniciativa "al servicio de ETA", no suficientemente fundamentadas.
La fiscal¨ªa ya ha dicho que basar¨¢ su impugnaci¨®n en el procedimiento de ejecuci¨®n de sentencia en lo relativo a los intentos fraudulentos de dar continuidad al partido ilegalizado. Que Sortu intenta sustituir a Batasuna es una evidencia, pero lo que dicen los estatutos coincide con lo que varias sentencias del Supremo y el Constitucional le exig¨ªan hacer o le reprochaban no haber hecho para demostrar su desvinculaci¨®n de la banda. Por tanto, la cuesti¨®n est¨¢ abierta y ser¨ªa imprudente dar por hecho que los tribunales vayan a respaldar la demanda de rechazar la inscripci¨®n.
Pero que Sortu sea legal no depender¨¢ de las manifestaciones, sino de que Batasuna demuestre su negativa a seguir siendo instrumento de ETA. Por ejemplo, diciendo que no participar¨¢ en ninguna Mesa extraparlamentaria en la que se negocien contrapartidas por el cese de la violencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.